«La clase entera lleva confinada tres días y seguimos sin cita para el test de saliva»
El nuevo protocolo de Primaria ha sorprendido a muchas familias, que critican la tardanza en recibir el SMS de Osakidetza para la prueba diagnóstica
Lidia Gómez continúa «descolocada y cada vez más indignada» mientras sigue esperando el SMS de Osakidetza para hacerle un test de saliva a su hija Ainhoa, de 9 años. Hoy ella ha vuelto a su puesto de trabajo y es su marido quien teletrabaja para acompañar a la menor, «pero hay muchos padres que no pueden trabajar desde casa». El domingo por la tarde el centro escolar irunés en el que estudia comunicó a las familias de una clase de Primaria que se había detectado un caso positivo de Covid-19 en el aula de la niña. «Y que según el nuevo protocolo, hay que hacer una prueba de saliva a toda la clase. La cuestión es que hasta conocer el resultado del test no pueden ir al colegio y deben permanecer en casa».
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Al igual que Lidia, muchas familias se han visto sorprendidas por este nuevo protocolo «que no nos había explicado nadie». Hasta ahora, en esta etapa escolar a partir de los 6 años, en caso de detectarse un positivo por coronavirus se aislaba a los contactos estrechos de la jangela o del grupo-burbuja, del txoko de cada niño, no a toda la clase, «que para algo llevan mascarilla todo el rato, incluso en el patio a la hora del recreo. Mi hija solo se la quita para el hamaiketo y para comer».
El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, y la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, anunciaron el 30 de noviembre este nuevo protocolo, en el que se refirieron a que cuando se tenga constancia no de un caso positivo sino «de un brote» en «un aula, un ciclo o una etapa» iban a ser los centros educativos, y no los rastreadores, los que avisen a las familias para que acudiesen al ambulatorio a realizar una test de saliva. «De esta forma se pretenden acortar los tiempos de espera y aportar mayor seguridad al centro y a los propias familias», dijo Bildarratz, «ya que el test de saliva es más rápido en el diagnóstico y más sencillo de hacer». En caso de que sea negativo, «el alumno vuelve al colegio», explicaron.
Al día siguiente, ambos departamentos tuvieron que aclarar a través de una nota que «nadie debe acudir» al centro de salud solicitando la realización de ningún test de saliva a su hijo «si no ha recibido el aviso previo por parte de su centro educativo», explicaba la nota. En la práctica ese aviso previo del cole, como están constatando muchas familias estos días, indica que hay que esperar a un SMS de Osakidetza en el que se comunica la hora y el lugar donde han de recoger la prueba de saliva, que se realizará en casa. También dónde han de entregar la muestra.
En caso de que en la primera prueba de saliva todos los alumnos del aula den negativo, vuelven a clase. En caso de que apareciese otro positivo, todo los escolares deben permanecer en casa hasta ser sometidos a un segundo test, ocho días después.
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«Lo que yo no sabía, y por lo que veo en el whatsapp el resto de padres tampoco, es que ahora aíslan a toda la gela a la espera del resultado del test de saliva. Desde el colegio te dicen que si no tienen síntomas no es preciso que estén aislados, pero que no pueden salir de casa. Todo esto tiene sentido si se hace rápido, pero ya estamos a miércoles con la niña en casa, que no tiene ningún síntoma, y todavía no tengo ni cita para recoger el test», cuenta Lidia, quien se teme que «al final vamos a acabar haciendo un confinamiento de facto. Yo tengo otros dos hijos y es una locura».
También se queja de lo «mal que nos informan a los padres, y no lo digo por los centros escolares, porque creo que ellos andan igual. No sabemos a qué atenernos y no sé si se dan cuenta de que muchos padres trabajamos y no es tan sencillo quedarse en casa al cuidado de un hijo esperando un SMS de Osakidetza». De hecho, algunos centros escolares reconocen en sus comunicaciones a las familias «las complicaciones» que genera esta situación de tener que permanecer en casa hasta que se sepa el resultado de las pruebas. «Estoy por llamar al teléfono del Consejo Saniario a ver si me explican algo más», dice.
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Por cercanía, Lidia conoce cómo funcionan en Francia. «En Hendaia, si se detecta un positivo en una clase, al día siguiente en la farmacia hacen un test al resto de los compañeros. Si el resultado es positivo se van a casa, si es negativo al cole».
En estos momentos hay 256 aulas confinadas en el País Vasco, 51 menos que el martes, y el Gobierno Vasco confía en que la vacunación infantil que arranca hoy sirva para contener la propagación del virus en esta franja poblacional.
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«¿Si un niño da positivo un lunes, los compañeros del viernes se tienen que confinar?»
Laura Lobo es otra madre está desconcertada. En la clase de su hijos de 3 años se detectó un positivo el pasado viernes, y desde entonces sus compañeros permanecen en casa aunque desconocen si son contactos estrechos, «porque el último día en el que estuvieron juntos fue el viernes, es decir, hace más de 48 horas, por lo que no deberían serlo». La cuestión, a su juicio, «es que Osakidetza aún no se ha puesto en contacto con ellos ni con el centro escolar».
Su caso particular es distinto. Su hijo no estaba en clase el viernes, porque estaba previamente confinado por un caso positivo familiar. «Mañana acaba su confinamiento de 10 días, pero hasta hoy no hemos sabido si iban a poder volver o no. El colegio nos ha comunicado que visto el retraso de los rastreadores han decidido que mañana vuelvan proque consideran que no entrarán en el cribado de Osakidetza».
Ante las dudas, Laura y su marido han estado varios días llamando al teléfono del Consejo Sanitario. «Es muy difícil que te cojan. Hoy, tras trece minutos de espera, a las siete y media de la mañana, lo hemos conseguido. Le hemos explicado que a mi hijo le hicieron una prueba de antígenos hace una semana porque fue contacto estrecho de un familiar que se contagió. El niño dio negativo. Nosotos estamos vacunados, pero se suponía que a ellos les tienen que hacer otra segunda prueba para confirmar el negativo, aunque nadie nos ha llamado. Al plantearle esta cuestión, nos han respondido: 'No sé qué decirte, como están todo el rato cambiando el protocolo...'».
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