Sin test de saliva en ambulatorios y multitud de dudas en los colegios

El martes los colegios recibieron la circular que determinaba la nueva manera proceder para agilizar los diagnósticos ante el incremento de positivos y aulas confinadas. Si la OSI considera que hay un brote en un aula, ciclo o etapa, el propio centro informa a las familias que tienen que pasar por su centro de salud de referencia para hacerse esta prueba no invasiva. El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, insistió en su presentación en que los alumnos avisados «deben pasar por su ambulatorio inmediatamente».

El problema es que ayer a algunos ambulatorios no habían llegado las PCR de saliva, y nadie había comunicado a su personal desde Salud cómo se iban a organizar, ni cómo debían proceder ante esta nueva tarea. El resultado: la centralita de muchos centros de salud colapsada por familias e incluso colegios que preguntaban cómo tenían que hacer con la nueva normativa.

En el Altza Herri Ikastxea de Donostia el martes recibieron el aviso de que tenían que confinar a una clase de 5º de Primaria. Serían los primeros en estrenar el nuevo sistema de cribado masivo por saliva, pero desde su ambulatorio de referencia no pudieron darles más información que la de quedarse confinados en sus casas y esperar. «Nos han dicho que no van a hacer las pruebas la 'manera tradicional, que vamos a hacerlo de otra manera, que ya nos avisarán», cuenta Paki Sarabia, su directora. ¿Y las pruebas rápidas con saliva? «Nos dicen que están esperando los kits en el centro de salud, que no han llegado todavía», explica. Así que en este colegio esperan que hoy les comuniquen cómo proceder.

La incidencia se ha disparado entre los menores de 11 años y, como efecto, también en sus padres. De hecho, el segundo grupo con mayor incidencia de contagios es el de 40-49 años (ver gráfico).

En el ambulatorio de Altza, los test de saliva ayer por la mañana no habían llegado. Tampoco qué personal se va a encargar de atender a los pequeños y sus progenitores. Hacen una media de 100 pruebas entre test de antígenos y PCR, y «esta nueva carga de trabajo está sin organizar», cuentan. «Hay que añadirle los tiempos de entrega, atención y explicaciones de cómo funcionan además de los de recepción de las pruebas».

No es el único centro de salud que no había recibido nada, así que las centralitas de algunos ambulatorios volvieron a llenarse de llamadas y de personas que se acercaban a los mostradores para preguntar cómo tenían que hacer. «Estamos con todo colapsado, y no sabemos ni qué decirles», añaden. Tanto es así que ayer Osakidetza hizo un llamamiento a través de un comunicado en el que explicaba que «habrá que acudir al centro de salud a coger el material cuando la familia reciba la comunicación por parte del centro educativo», y recalcaba que «nadie debe acudir» a solicitar un test de saliva si no ha recibido instrucción, con el fin de «no tensionar los centros de salud ni la red de rastreo».

Los colegios acogen la medida «con buena voluntad si sirve para acelerar los diagnósticos», dice Sarabia, aunque apunta «lo que no nos puede dar es más carga de trabajo porque además de avisar nos toca calmar y asesorar». En la mente de todos la llegada de la vacunación para los menores de 12 cuyas dosis llegarán a España el lunes 13 de diciembre.

Las dudas que ayer surgieron en los colegios era si las pruebas se hacen desde un único punto, si cada alumno debe ir a su ambulatorio, quién completa las circulares que deben mandar. En Educación aclaran que «deben seguir las indicaciones de las OSI».