
Secciones
Servicios
Destacamos
L. G.
Jueves, 5 de junio 2025, 11:49
El médico y divulgador Carlos González, uno de los pediatras más influyentes en el ámbito de la crianza respetuosa, se ha pronunciado sobre espinoso en la relación entre padre e hijos: cómo comunicarse con los hijos sin recurrir constantemente a los gritos, las riñas o los castigos. El pediatra ha invitado a las familias a «disfrutar más de sus hijos y reñirles menos».
«¿Cuántos conflictos, cuántos llantos, cuántos problemas evitaríamos si en vez de dedicarnos a reñir, a gritar, a castigar a nuestros hijos, nos dedicásemos a quererles, a disfrutar con ellos?», ha reflexionado Carlos González en su podcast 'Criando sin miedo'.
Lejos de promover una permisividad absoluta, el pediatra aclaró: «¿Significa eso que no podemos decirle a nuestros hijos lo que tienen que hacer, que pueden hacer cualquier cosa? No, en absoluto, no estoy diciendo eso. Por supuesto, podemos decirles a nuestros hijos que no pisen un charco, que no se metan el lápiz en la nariz, que no peguen a otros niños o que no salten encima del sofá».
La diferencia, según Carlos González, está en el cómo. Para él, el tono y la actitud marcan la diferencia entre educar y reprimir. «Simplemente estoy diciendo que para explicarles esas cosas no hace falta gritar, no hace falta reñir, no hace falta castigar, que simplemente podemos decirlas», defendió.
A modo de ejemplo, planteó un escenario cotidiano: «Si el amigo de ocho años de tu hijo viene a casa a jugar y pone los pies en el sofá, lo único que le vas a decir, si es que le dices algo, es: 'cariño, por favor, no pongas los pies en el sofá'. O: 'cariño, por favor, antes de poner los pies en el sofá, quítate los zapatos para que no se ensucien'».
Carlos González se pregunta por qué no aplicamos ese mismo trato cuando se trata de nuestros propios hijos. «Ni siquiera estoy pidiendo que les tratemos con el mismo respeto con que trataríamos a un adulto», añadió. «Me conformaría con que les tratásemos con el mismo respeto con que trataríamos a cualquier otro niño que no fuera hijo nuestro».
«Reñir menos no es renunciar a educar, es hacerlo de otra forma. Más humana, más empática y, en realidad, más eficaz», concluyó el pediatra y divulgador de crianza respetuosa.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.