Comienza hoy la campaña de matriculación escolar en Euskadi

Entre las novedades destacan la posibilidad de seleccionar un número ilimitado de centros por solicitud, priorizándolos en función de sus intereses. Otro cambio es el del incremento de la puntuación asignada por proximidad del domicilio al centro. La puntuación máxima para el baremo se puede obtener si el colegio solicitado es el centro (público o concertado) más cercano al domicilio del alumno dentro del área de influencia. A todo esto hay que unir que es el primero en el que se aplicarán los cambios de criterios para la admisión de los niños de dos años que tratan de poner freno a la segregación. Asimismo, una cuestión importante para aquellos que tienen más de un hijo: el proceso no garantiza que los hermanos vayan a ir al mismo centro educativo.

Así se recoge en el cuestionario que ha trasladado el Departamento vasco de Educación a los centros educativos para resolver las dudas más frecuentes que puedan surgir de cara a la prematrícula. En el apartado 'Sobre la adjudicación' es la última pregunta y lo deja bien claro: «Si presento solicitud para más de un hijo o hija, ¿tengo garantías de que, si se adjudica plaza a uno, el otro resultará admitido automáticamente? No», se puede leer en el documento, que a continuación explica los motivos. «El proceso de admisión no atiende a solicitudes individuales y los derechos de una persona no son transferibles a otra». Y continúa con la argumentación. «Así, dos miembros de una misma familia pueden quedar separados como consecuencia del proceso de admisión». Y por si todavía hay dudas en la respuesta, se da la casuística: «Una de las personas puede conseguir la admisión y la otra no, o ambas pueden resultar admitidas, pero en diferente centro».

El nuevo proceso de baremación ha traído consigo una nueva puntuación. En cursos anteriores tener un hermano en el centro solicitado era lo que más puntos otorgaba a la hora de adjudicar centro. Ahora lo es la cercanía al hogar, incluso dentro de la misma área de influencia. Así que los nervios se han disparado en algunas familias para las que «la amplitud de oferta en cada zona» en la que el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, incidió no es suficiente.

La preocupación también se ha trasladado a los centros educativos. «La casuística de cada familia es muy dispar», decían ayer fuentes consultadas por este periódico. «Cómo voy a decir a una familia que su hijo mayor está estudiando aquí y, porque se han cambiado de domicilio o porque están de alquiler, por ejemplo, a lo mejor no tienen plaza para su hijo pequeño. Es de locos», manifestaba. «Las familias no pueden estar yendo de un centro a otro, es imposible para la conciliación, especialmente en edades muy tempranas».

En el nuevo proceso de matriculación, la principal novedad para los centros financiados con fondos públicos es que deberán reservar plazas para el alumnado vulnerable, tantas como el índice de vulnerabilidad de su área de influencia les marque. En función de este porcentaje se podrán derivar estudiantes a otros centros.

Algunas familias también están preocupadas por la adjudicación de plazas especialmente si les derivan a centros concertados y las consecuencias que eso puede conllevar por su capacidad económica. Bildarratz aclaró ayer que «todos aquellos alumnos vulnerables que vayan a de nuestra mano a un centro concertado verán cubiertos sus gastos por parte de Educación». Aunque aseguró que «de hecho ya lo hacemos a través de vías de ayuda». Insistió en que si hubiese «algún tipo de cuota de un servicio que consideremos imprescindible, lo financiaremos nosotros». «Las opciones de elegir son muy amplias», señalaba ayer la viceconsejera Begoña Pedrosa. «En todas ellas hemos garantizado que al menos haya un centro público de referencia. En todas las áreas hay oferta suficiente para todo tipo de opciones», aseguró.

El índice de vulnerabilidad se extraerá de las respuestas que las familias ofrezcan en un cuestionario que rellenarán «obligatoriamente» en el momento de hacer la preinscripción. «A a partir de ahora planificamos de manera más acotada para que no haya una sobreoferta», añadía Pedrosa.