La aprobación de la ley vasca de Educación, pendiente del consenso

La aprobación del proyecto de ley se produjo en abril y ahora el texto está en manos de los grupos parlamentarios para que hagan sus aportaciones a la espera de la votación definitiva en el Parlamento. Será la primera norma (la actual data de 1983) que regule el funcionamiento de los centros concertados. Apuesta por la creación de un servicio público educativo vasco que engloba a ambas redes con el compromiso de que la enseñanza será gratuita. Sus principales ejes son la escuela pública, el euskera y el fin de la segregación.

Tras meses de entrevistas, encuentros y consultas con agentes educativos, el área que dirige Jokin Bildarratz consiguió el hito histórico de aunar el visto bueno en torno a un texto de consenso sobre cómo debe regirse el sistema educativo vasco en los próximos años. El 7 de abril de 2022 el 90% de la Cámara (PNV, EH Bildu, PSE.EE y Elkarrekin-Podemos IU, solo se quedan fuera PP+Cs) aprobó el pacto educativo.

Cuatro meses después, tras la presentación del primer borrador con 103 artículos, empezaron a aparecer las primeras grietas. El texto fue criticado por su «inconcreción» por alguno de los firmantes del pacto educativo (Podemos) y por buena parte de la comunidad educativa. Tras otro periodo de consultas y hechas algunas modificaciones, el texto definitivo del proyecto de ley se lleva al Consejo de Gobierno, que lo aprueba en abril.

Entonces Elkarrekin Podemos IU anuncia que se baja del pacto educativo y muestra su «profunda decepción» porque no ve que se apueste por la escuela pública y tampoco que se concreten medidas que vayan a frenar la segregación. El PSE-EE se manifiesta inquieto por el tratamiento del euskera y los modelos lingüísticos como asignaturas pendientes. Y advirtió a su socio de gobierno de que no iba a permitir «derivas nacionalistas» en la futura ley. EH Bildu, más conciliador, aseguró que esta «es una oportunidad que no se puede perder» e indica que «hay bases suficientes» para llegar a «una buena ley» en esta legislatura. En todo momento, el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha insistido reiteradamente que desde su departamento se ha sido «fiel» a lo recogido en el pacto educativo.

Algunas de las propuestas recogidas en la futura ley ya se han puesto en marcha, como el nuevo sistema de matriculación para los alumnos de 2 años con la reserva obligatoria de plazas para el alumnado vulnerable en los centros que reciben financiación para poner freno a la segregación. Además, se ha aprobado el decreto sobre el acceso a la función directiva para profesionalizar la dirección de los centros públicos y las harrueskolak son a partir de ahora gratuitas. Otro de los logros es el acuerdo con el Opus Dei para que sus aulas sean mixtas desde este curso con los más pequeños y de manera progresiva.

La ley contempla que la escuela pública sea el referente. Los centros concertados estarán sujetos a auditorías, no se permitirá el cobro de cuotas de enseñanza y deberán hacer públicas las tasas que serán aprobadas por Educación. El euskera es el eje de un sistema multilingüe en el que se reforzará su papel como lengua de referencia. Al finalizar Secundaria, los alumnos tendrán un perfil de salida B2 en euskera y castellano y al menos un B1 en un idioma extranjero (normalmente inglés).