El aluvión de inscripciones en las haurreskolak por la gratuidad deja a 200 familias guipuzcoanas en lista de espera
Donostia, Irun y Eibar son los tres municipios con las listas de espera más grandes para acceder al centro más deseado por los padres
El curso lectivo está dando sus últimos coletazos y miles de familias guipuzcoanas ya preparan la organización doméstica de cara al próximo curso, en especial ... aquellas que tienen hijos que aún no tienen edad para ser escolarizados -los nacidos en 2023 y 2024-. En Euskadi son las haurreskolas -públicas y privadas- las que ofrecen el servicio de cuidado y atención a estos menores. Las públicas son totalmente gratuitas desde hace un año y eso ha provocado un aluvión de inscripciones que han provocado que cerca de 200 familias de Gipuzkoa no hayan obtenido -al menos de momento- plaza en la opción que habían marcado como deseada.
El pasado 22 de abril el Consorcio de Haurreskolak, entidad que gestiona las escuelas infantiles públicas de Euskadi, abrió el plazo de inscripciones para el curso que arrancará oficialmente el 5 de septiembre. El 10 de mayo se cerró el plazo y este lunes se publicaron las listas provisionales de los niños inscritos en las 214 haurreskolas que hay repartidas entre Gipuzkoa (88), Bizkaia (100) y Álava (26).
Como sucediera el año pasado, la gratuidad de esta red educativa ha hecho que muchas familias hayan optado por llevar a sus hijos a la pública. Las zonas más tensionadas de población, como pueden ser Donostia, Irun o Eibar, son los núcleos urbanos en los que más familias se han quedado -al menos de manera provisional- sin la primera opción que escogieron en la solicitud, en la que se podían poner un máximo de cinco. Son, en total, 185 familias guipuzcoanas las que se mantienen a la espera para ver si finalmente van a poder inscribir a su hijo en la opción más deseada, porque algunas de estas familias sí que han sido admitidas en su segunda o tercera opción. Es decir, que tendrían plaza pero no la que habían escogido en primera instancia. Con todo, el plazo de reclamaciones concluirá este viernes y las listas definitivas se publicarán el 1 de julio en la web del consorcio de Haurreskolak.
Donostia contará en 2025 con una nueva haurreskola en Riberas de Loiola
La publicación de las listas provisionales se efectuó el lunes por la tarde y desde entonces ya se han producido algunas reclamaciones por parte de familias que consideran que ha habido errores en el proceso de baremación, mediante el cual se clasifica a las familias en base a su renta, situación laboral de los progenitores, si el niño tiene hermanos o no, si tiene una discapacidad... Si estas reclamaciones salen adelante, las listas definitivas podrían sufrir cambios significativos respecto a los resultados que se pueden ver estos días en las tablas provisionales. Además, en las mismas listas se anunció que solo en Gipuzkoa hasta 109 personas no han entregado toda la documentación necesaria para realizar la inscripción, con lo que si no lo hacen antes del viernes quedarán excluidas del proceso.
Donostia, con hasta 86 familias que se han quedado en lista de espera para su primera opción, es la localidad del territorio que más sufre este tensionamiento provocado porque la demanda de plazas es superior a la oferta. En este sentido, fuentes del Ayuntamiento de San Sebastián aseguraban ayer a este periódico que se va a abrir una nueva haurreskola en el barrio de Riberas de Loiola, «con la previsión de que abra sus puertas en septiembre de 2025 y que cuente con alrededor de 45 plazas». La apertura de este nuevo centro aliviaría ese tensionamiento de plazas, sobre el cual el Gobierno Vasco «ya trabaja con el Consorcio y los Ayuntamientos afectados para poder crear más plazas», indicaban ayer fuentes del Ejecutivo autonómico.
Irun, con 39 familias a la espera de saber si van a poder inscribir a sus hijos en su primera opción, es el segundo municipio guipuzcoano con más hogares pendientes de las listas definitivas, seguido de Eibar con 26, Astigarraga con 11 y Zumaia con 8. En el caso de Astigarraga, sin ir más lejos, el año pasado varios niños consiguieron plaza tras un acuerdo entre el Ayuntamiento y el Consorcio de Haurreskolak, después de que en un principio no tuvieran sitio.
86 familias
en Donostia no saben aún si podrán llevar a su hijo a la haurreskola deseada.
Cabe recalcar que este contexto no es nuevo para el departamento vasco de Educación, que ya trabajó con algunos ayuntamientos en 2023 para ampliar el número de plazas de sus haurreskolak. El área que dirige Jokin Bildarratz -actualmente en funciones- estudió, de hecho, con el consistorio donostiarra la manera de ampliar hasta finales de 2024 la oferta con 200 nuevas plazas. Esas listas de espera se suelen concentrar en las localidades con mayor número de población y en el centro de las capitales, porque la realidad de las cifras dice que hay plazas libres en las aulas de 0 a 2 años. Esta afirmación la corroboran las estadísticas, ya que de las 8.560 plazas que se ofertaron en Euskadi hace un año, en abril de este año había libres cerca de 2.000.
Quedar fuera de los elegidos para esa primera opción puede llegar a ser un problema aún mayor en municipios pequeños en los que, eso sí, pasa pocas veces. Como ejemplo, una familia que no obtenga plaza en la haurreskola de Soraluze sería derivada a una segunda opción, que podría estar entre Eibar, Mendaro, Bergara o Elgoibar.
«Las familias están cumpliendo, nosotras no hemos apercibido a nadie»
El proceso de apercibimiento a las familias que este año no han cumplido con el 80% de asistencia obligatoria de los niños en las haurreskolak arrancó hace varias semanas, según confirmaron ayer a este periódico fuentes del Consorcio de Haurreskolak. Ese porcentaje de asistencia al aula era uno de los requisitos solicitados a las familias que habían inscrito a sus hijos en una de estas 214 escuelas infantiles públicas que están repartidas entre Gipuzkoa, Bizkaia y Álava. En Kattalin, uno de los centros de Donostia que más niños entre 0 y 2 años acoge en sus aulas, «no hemos tenido que apercibir a nadie este año. Las familias están cumpliendo y no tenemos ninguna queja, porque tenemos una comunicación muy fluida con ellas», afirmaba ayer una de sus trabajadoras. «Aquí cuando un niño no viene a clase es porque está enfermo o porque se ha ido de vacaciones con sus padres, que es con quienes mejor van a estar siempre», apostillaba. El Consorcio de Haurreskolak empezó en el mes de marzo a pedir a los centros que introdujeran en el sistema informático las faltas no justificadas de sus alumnos a lo largo del curso. Esas comunicaciones a las familias ya han arrancado «pero este año no va a haber sanciones. Van a ser comunicaciones a modo de apercibimiento», especificaron fuentes del Gobierno Vasco el pasado mes de abril. Este sistema de control se ha estrenado este curso y consiste en que las familias introduzcan en una base de datos, mediante una aplicación informática, la justificación pertinente para cada jornada de ausencia del menor a la haurreskola. «Cuando el niño falta a clase, la haurreskola registra dicha falta y a la familia le llegará un mail y un SMS, así como una notificación al portal de Ikasgunea», se puede leer en la web de haurreskolak sobre el procedimiento. Es en el portal de Ikasgunea donde deberán entrar para introducir los motivos de la ausencia a clase del menor.
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