Mercado laboral y violencia machista, los retos de Euskadi para avanzar en igualdad
Perduran la brecha salarial y el techo de cristal para llegar a puestos directivos mientras mejora la corresponsabilidad masculina en el hogar y la representación política
Euskadi, como el resto de las principales sociedades desarrolladas, ha experimentado importantes avances en materia de igualdad. Los esfuerzos de concienciación llevados a cabo ... durante los últimos años en todos los ámbitos (educativo, político, legislativo...) para enterrar la teoría de que 'hay cosas para chicos y cosas para chicas' van surtiendo efecto, y se reflejan en la percepción cada vez más paritaria que la sociedad tiene de la realidad, donde niños y niñas, hombres y mujeres, comparten juegos, estudios, puestos de trabajo o tareas domésticas con más asiduidad que en épocas anteriores. Ni mucho menos el camino está hecho, y aún quedan kilómetros por recorrer en la carrera de fondo que es lograr la igualdad plena. Sobre todo en dos apartados que constituyen el principal reto de la sociedad vasca en esta cuestión y que conforman dos grandes obstáculos que impiden vislumbrar una sociedad totalmente justa a corto plazo: un mercado laboral aún muy desigual, y el continuo incremento de acciones de violencia machista.
Mercado laboral. Las mujeres siguen teniendo más dificultades para acceder a contratos indefinidos y cargos de responsabilidad, así como a determinadas profesiones aún consideradas masculinas, como la construcción o la industria, mejor pagadas que otras aún muy feminizadas, como la limpieza o los cuidados asistenciales. Ello repercute en que la brecha salarial –la diferencia entre lo que cobran unos y otras– apenas se reduce. El sindicato CC OO apuntó ayer que el sueldo de las trabajadoras vascas debería subir un 24% para equipararse con el de los hombres. Detrás de esta diferencia está que tres de cada cuatro empleos a tiempo parcial en Euskadi (76%) corresponden a mujeres y que, según añade UGT, ellas son también las protagonistas de dos de cada tres contratos temporales (65%).
Eso en la base del mercado de trabajo. En la cúspide las diferencias son aún mayores. La presencia femenina en los consejos de administración de las empresas es de apenas el 19%, y solo uno de cada cuatro puestos directivos (24%) son ocupados por una mujer, según un estudio realizado sobre más de 1.000 compañías vascas por la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Bizkaia (AED). Una escasez especialmente llamativa en el sector de las residencias de mayores donde, según el Eustat, las mujeres ocupan entre el 80% y el 90% de los puestos de trabajo en todas las categorías excepto en los de dirección/administración, donde su representación se reduce al 65%.
Pensiones y ayudas sociales. Una mayor precariedad laboral se traduce con el tiempo en pensiones más bajas y más necesidad de ayudas sociales. En Euskadi, la pensión media masculina es de 1.604 euros al mes, mientras la femenina se queda en 996, un 38% inferior. Es debido a que son mayoría los hombres que cobran íntegra su pensión contributiva por haber trabajado toda su vida, mientras que las mujeres, o bien han cotizado menos tiempo o acceden a otras prestaciones, como las de viudedad, de menor cuantía. En este sentido, UGT subrayó ayer que el 72% de las pensiones por debajo de 1.000 euros son recibidas por mujeres, que solo se benefician del 22% de las superiores a esa cifra.
Para las mujeres más que para los hombres, trabajar no significa dejar de ser pobre. Dos de cada tres (67%) personas perceptoras de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) como complemento a su nómina son mujeres. Ocurre igual con los pensionistas que complementan su prestación con esta ayuda, donde el 61% son mujeres.
Corresponsabilidad. Un ámbito tradicional de desigualdad es el de las tareas domésticas y los cuidados de hijos y mayores. Las mujeres siguen dedicando a estas cuestiones el doble de tiempo y esfuerzo que los hombres, ya que se encargan del 67% del trabajo doméstico no remunerado frente al 33% que recae en los hombres, según una encuesta del Eustat con datos de 2018. La brecha, en todo caso, se va reduciendo. En 1993, esa distribución era del 80% para las mujeres, 20% para los hombres. La equiparación, no obstante, está todavía lejos. Ellas dedican al hogar más de tres horas diarias, mientras ellos apenas hora y media. La distancia se acorta los fines de semana, cuando los hombres elevan su compromiso en el hogar a más de dos horas los sábados y ellas lo aligeran a 2,5 horas los domingos.
En el caso de los cuidados, esta labor recae con especial intensidad en las mujeres, aún en los casos en que mantienen su puesto de trabajo. La llamada doble jornada (empleo/cuidado familiar) afecta al 20,8% de las mujeres y al 15,5% de los hombres, en el caso de las parejas sin hijos. Cuando hay niños, esa dualidad se eleva al 26,3% de las mujeres pero se reduce al 14,9% entre los varones.
Violencia machista. Si el mercado de trabajo sigue siendo una cuenta pendiente, más lo es aún la persistencia de las expresiones de violencia machista, tanto física y/o sexual, como psicológica. Lejos de menguar, los casos de mujeres víctimas de violencia de género contabilizados por Emakunde aumentaron el año pasado un 3,35% en Euskadi, hasta totalizar 4.317 agresiones, 140 más que en 2020. Dos de cada tres casos (2.932, el 68%) fueron provocadas por la pareja o expareja; un 21% (940) por otro miembro de la familia; y un 10% (445) fueron atentados contra la libertad sexual.
Las cifras
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24% debería subir el sueldo medio de las mujeres para equipararse con el de los hombres, que trabajan en sectores mejor remunerados (industria y construcción) que otros más feminizados (limpieza o cuidados) y ocupan más puestos de responsabilidad.
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19% de los puestos en los consejos de administración de las empresas vascas están ocupados por mujeres.
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24% de los cargos directivos en las empresas vascas están en manos de una mujer.
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996 euros es la pensión media de las mujeres en Euskadi. Es un 38% inferior a los 1.604 euros que reciben los hombres, como consecuencia de no haber cotizado durante su vida o haberlo hecho por cuantías inferiores.
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67% del trabajo no remunerado, en el hogar o de cuidados, recae en las mujeres, mientras los hombres asumen el 33%. Hace 25 años la relación era 80%-20%.
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3 horas diarias dedican las mujeres a las tareas domésticas. Los hombres, hora y media.
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19 mujeres y dos niñas menores han sido asesinadas en Euskadi por la violencia machista en los últimos 10 años. El año pasado fueron dos.
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51% de la representación política en el Parlamento Vasco, las Juntas Generales y los ayuntamientos de las capitales vascas recae en mujeres. Son 159 electas frente a 152 varones.
Tampoco hay tregua en la cara más dramática de este problema, la de las muertes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas. El año pasado fueron asesinadas dos en Euskadi: Conchi (56 años, Sestao), el 12 de febrero, y Erika (37, Vitoria), el 12 de octubre. Cada una tenía un hijo y una hija. En lo que va de 2022 no hay que lamentar ningún caso. En los últimos diez años, han sido asesinadas en el País Vasco 19 mujeres, a una media de dos por año. Dieciséis tenían o habían tenido una relación sentimental con su asesino, dos eran las madres de las víctimas, que también fueron asesinadas, y en un caso el feminicidio doble acabó también con la hija de la víctima original. Además, dos niñas menores, de 3 años y 17 meses, respectivamente, fueron asesinadas en 2013 y 2016 en Barkaldo y Vitoria por las parejas de sus madres. El último crimen machista conocido en Gipuzkoa fue el de la cubana María Caridad, el 25 de marzo de 2012 en Tolosa. El último año sin muertes fue 2019, al que siguió un caso en 2020 y dos en 2021.
Representación política. Donde más se ha avanzado en la equiparación de sexos es en la política, donde la paridad es ya una realidad. De hecho, entre los 311 representantes elegidos entre el Parlamento Vasco (75), las Juntas Generales de Gipuzkoa, Álava y Bizkaia (51 cada una) y los Ayuntamientos de San Sebastián (27), Bilbao (29) y Vitoria (27), hay más mujeres (159) que hombres (152). En la Cámara vasca son 38 féminas por 37 varones; en el legislativo de Gipuzkoa 26 y 25, y en el pleno donostiarra, 15 y 12.
Por grupos políticos, en estas instituciones tienen más mujeres que hombres el PNV (63 por 61) y Vox (una única representante en el Parlamento autónomico); EH Bildu logra la paridad (38 y 38); mientras que en PSE (28 hombres y 25 mujeres); Podemos (15 y 14) y PP (18 y 10) hay más presencia masculina.
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