Despega de Cabo Cañaveral la primera misión tripulada en una nave espacial privada
Los cuatro astronautas de la Crew Dragon 'Resilience' permanecerán seis meses en la Estación Espacial Internacional
Estados Unidos ha recuperado la capacidad de poner humanos en el espacio. Nueve años después de la jubilación de la flota de transbordadores, a las ... 1.27 horas de ayer despegó de la plataforma 39A de Cabo Cañaveral, la misma desde la que partió el Apolo 11 hacia la Luna en julio de 1969, la primera misión tripulada en una nave espacial privada. La Crew Dragon 'Resilience' de SpaceX ascendió al cielo de Florida en lo alto de un cohete Falcon 9, de la misma compañía, con rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), donde tenía previsto atracar automáticamente 27 horas más tarde, hacia las 5.30 horas de hoy.
Los cuatro tripulantes de la nave –los estadounidenses Michael Hopkins, Victor Glober y Shannon Walker, y el japonés Soichi Noguchi– permanecerán seis meses en el complejo orbital, en la que será la misión tripulada más larga lanzada desde suelo estadounidense. Una vez en la estación, los tres miembros de la NASA y el de la agencia japonesa JAXA pasarán a ser miembros de la Expedición 64, ahora integrada por la estadounidense Kate Rubins y los rusos Sergey Ryzhikov y Sergey Kud-Sverchkov. Será la primera vez, desde el inicio de su construcción hace 20 años, que la tripulación permanente de la EEI esté formada por siete astronautas: cuatro estadounidenses, dos rusos y un japonés; cinco hombres y dos mujeres.
Ventaja de Musk
«No puedo estar más orgullosa del trabajo que hemos hecho aquí hoy», dijo tras el despegue Gwynne Shotwell, presidenta y jefa de Operaciones de SpaceX. «Ha sido un viaje increíble. Ha habido muchas sonrisas», aseguró una hora después Mike Hopkins desde la Crew Dragon. A unos 400 kilómetros de altura, los miembros de la Expedición 64 realizarán tanto experimentos científicos como tareas de mantenimiento.
Elon Musk saca así ventaja en la carrera por el reparto del pastel espacial a, entre otros, Boeing, Northrop Grumman y Blue Origin, la compañía aeroespacial de Jeff Bezos, el dueño de Amazon. El propietario de Tesla ha dicho que cada asiento en su nave le costará a la NASA 60 millones de dólares, 20 menos que los que la agencia espacial ha pagado a Rusia por cada plaza en una Soyuz desde 2011. Tanto la NASA como la ESA tienen asumido que la iniciativa privada desempeñará un papel clave en la vuelta a la Luna y la conquista de Marte.
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