Una dermatóloga vasca alerta de los tres errores que pueden arruinar tu piel este verano
La especialista Leire Barrutia advierte de tres hábitos aparentemente inofensivos que, sin embargo, pueden tener consecuencias graves para la salud de la piel
L. G.
Lunes, 7 de julio 2025, 12:56
Con la llegada del verano, son muchos quienes se exponen al sol con la intención de broncearse, relajarse o simplemente disfrutar del buen tiempo. Sin embargo, algunos gestos que se repiten año tras año pueden estar arruinando la salud de nuestra piel sin que seamos del todo conscientes. Así lo alerta la dermatóloga vasca Leire Barrutia, quien identifica tres errores frecuentes que podrían pasar factura a largo plazo.
El primer error, según Barrutia, es confiarse al cubrir únicamente el rostro mientras se toma el sol. «Es muy común ver a personas que se tumban al sol con sombrero o toalla en la cara, creyendo que así evitarán manchas o envejecimiento prematuro», explica. «Pero lo que mucha gente no sabe es que el bronceado del resto del cuerpo también activa la producción de pigmento en el rostro, incluso si este no está expuesto directamente. Esto puede empeorar manchas existentes o melasma».
La especialista recuerda que la pigmentación no responde únicamente a la luz directa: «El proceso que lleva a la producción de melanina se desencadena a nivel sistémico, por lo que el simple hecho de broncearse, aunque sea con la cara tapada, puede tener consecuencias».
Otro hábito generalizado tras un día de playa o piscina es el uso de after sun. Aunque Barrutia no lo desaconseja, advierte que muchas veces se malinterpreta su función. «El after sun es una crema hidratante, más ligera, con efectos refrescantes, diseñada para calmar la piel en verano. Pero no tiene capacidad real de reparar el daño solar», subraya.
La importancia de los 20 primeros años
«El daño solar se produce a nivel del ADN celular, y eso no se arregla con una crema», aclara. «Por eso es tan importante prevenir ese daño, especialmente durante los primeros 20 años de vida, ya que es entonces cuando más impacto tiene en el riesgo de desarrollar cáncer de piel».
El tercer error, quizás el más extendido, es pensar que broncearse con protección solar alta, como un SPF 50, elimina los riesgos. «Este es uno de los mitos que más daño causa», dice Barrutia. «Sí, los protectores solares reducen el impacto del sol en la piel, pero si una persona desarrolla un bronceado, significa que ya se ha producido un daño celular. El bronceado en sí es una señal de defensa de la piel ante una agresión».