Denuncian la presentación en Gipuzkoa de un dispositivo 'milagroso' que cura dolencias

Mediante un cartel difundido en redes sociales, con el título 'Transforma tus sueños en realidades a través de la cuántica', se anuncia una gira por diferentes municipios, entre ellos Urnieta, donde harán presentaciones el 8 y el 10 de julio, y en Donostia, donde estarán el día 9. Detrás de ese enigmático título está la comunidad 'Healy', que distribuye aparatos de «salud holística» que realizan «tratamientos con frecuencias y microcorrientes». En su página web lo describen como «un dispositivo médico», y entre sus virtudes se encuentra el alivio del «dolor crónico, la fibromialgia, el dolor esquelético y la migraña», y también la terapia para «la depresión, la ansiedad y los trastornos del sueño asociados». Aseguran además que tiene otras muchas aplicaciones, si bien estas «no son reconocidas por la medicina convencional debido a la falta de evidencia en el sentido de la medicina convencional».

La entrada a este evento cuesta cinco euros y tiene una duración de dos horas y se llevarán a cabo en centros dedicados a las terapias alternativas.

Luis Santamaría ya denunció esta promoción en Zamora y Madrid, y ahora lo ha hecho en Gipuzkoa. Tras años estudiando sectas, en los últimos años ha centrado su trabajo en las «pseudoterapias y propuestas engañosas en materia de salud». «En mi labor de monitorización de estas prácticas encontré este anuncio, y vi que era un reclamo sospechoso», asegura el experto, que ha asesorado a cuerpos policiales como los Mossos d' Esquadra en materia de sectas y quien tiene un máster en análisis de la conducta criminal.

En la denuncia remitida a Salud indica que a pesar de la «aparente inocuidad del acto», la información recabada ofrece «sospechas fundadas» de que en las charlas «se va a difundir información falsa en materia de salud, supuestamente basada en la física cuántica, en la curación por biorresonancia y a distancia, con una finalidad lucrativa evidente». El producto se vende desde los 500 a los 4.000 euros en su versión más cara.

«No es una secta, pero es peligroso para la salud», afirma Santamaría, que en su denuncia advierte de que se estaría incurriendo en una ilegalidad. «En el Estado los únicos legitimados para informar públicamente sobre cuestiones relativas a la salud y promocionar tratamientos, terapias o productos relacionados con ella son los profesionales sanitarios, las autoridades y los científicos y expertos, a los que se exige el mayor grado de veracidad y transparencia posibles». Así se desprende, recuerda, de la Ley 44/2003 de ordenación de las profesiones sanitarias, la ley 14/1986 General de Sanidad y de la ley 33/2011 General de Salud Pública.

Por ello, insiste en su reclamación, «los actos previstos en Donostia y Urnieta no pueden ampararse en el ejercicio de la libertad de expresión», en tanto esta «no incluye el derecho a afirmaciones objetivamente falsas». En el mismo sentido insiste en que el derecho de la ciudadanía a recibir «una información veraz en materia de salud está por encima del derecho a la libertad de expresión».

Santamaría ha solicitado a Salud, por todas esas razones, que intervenga de forma «inmediata para suspender las actividades», o si no, iniciar «acciones administrativas de investigación y sanción sobre los organizadores» si se comprueba «su carácter dañino o delictivo». Por el momento no ha recibido respuesta. Tampoco la recibió de las delegaciones de Salud de Madrid o Zamora. «Por mi experiencia ya preveo que las administraciones me van a decir que no pueden hacer nada, pero yo me baso en lo que dicen las leyes», razón por la que considera que si no se interviene «están siendo negligentes, porque estamos hablando de un tema de salud pública».

«Los actos previstos en Urnieta y Donostia ponen en peligro la salud de los ciudadanos, y la intervención de los poderes públicos está exigida en la constitución», que recoge que cuando la actividad desarrollada tenga «una repercusión excepcional y negativa en la salud de los ciudadanos», las administraciones competentes podrán intervenir para eliminarla.

El principal peligro de la venta de este dispositivo, denuncia, es que «se está vendiendo un cacharro que dicen que sirve para todo tipo de dolencias, aprovechando la ignorancia científica que tenemos los ciudadanos». Lo preocupante, asegura, es que este reclamo llegue «a una familia que tenga personas enfermas, desesperadas, con dolores crónicos que puedan ver en este aparato una solución». Asegura que quienes acceden a las pseudoterapias son personas a las que «la medicina no ha podido ofrecer una respuesta».

Santamaría denuncia además que en los últimos años es muy habitual que las pseudoterapias «vayan revestidas de un lenguaje científico», en aras de aportarle veracidad y confianza para los potenciales clientes. En este caso, lo hacen con el término 'cuántica'. «Es un gran reclamo, hace años que asociaciones de físicos están denunciando que se utiliza la cuántica como atracción en numerosas estafas», señala.

Con el objetivo de evitar consecuencias legales, el párroco explica que utilizan además «un discurso sibilino, un lenguaje de doble sentido en el que no explicitan que curan, sino que recomponen los desequilibrios energéticos» del cuerpo. De hecho, se anuncia como un dispositivo para «armonizar tu campo bioenergético».