La cesta de la compra de las personas celíacas en Euskadi cuesta unos 900 euros extra al año
Alrededor de 6.000 vascos tienen esta enfermedad autoinmune que les obliga a sustituir alimentos con gluten por otros sin esta proteína, muchas veces más caros y de peor calidad
La inflación sigue haciendo de las suyas en la cesta de la compra. Comer resulta cada vez más caro, sobre todo para las personas celíacas, ... que en Euskadi gastan alrededor de 900 euros extra al año en alimentación, según una estimación de la asociación de celíacos vasca EZE. Los cerca de 6.000 celíacos que residen en el País Vasco y no pueden comer gluten buscan a diario alimentos alternativos que no contengan esta proteína que por norma general se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno. Cuando los encuentran, se topan con que suelen ser más caros y, muchas veces, de peor calidad. Seguir una alimentación saludable sin perjudicar demasiado la economía familiar se ha convertido en todo un reto para quienes padecen esta enfermedad autoinmune. Más aún si en la misma casa residen más de una persona con esta enfermedad.
Desde la asociación de celíacos de Euskadi, que en estos momentos cuenta con unos 3.000 asociados, denuncian el «coste superior» de los alimentos sin gluten. Un bollito de pan sin gluten de unos 100 gramos, ponen como ejemplo, puede llegar a valer hasta 1,50 euros, «siendo un producto de necesidad básica. Es un disparate», se lamentan. «El precio del pan rallado también está disparado, así como el de la harina». Como ha ocurrido con el resto de alimentos, los productos sin gluten tampoco han logrado esquivar la continua subida de precios que se viene dando en los últimos meses.

Comparativa del valor nutricional
Pasta
Sin gluten
Con gluten
2,3g
2,0g
Grasas
0,5g
0,4g
de las cuales saturadas
Hidratos de carbono
75g
71,2g
3,5g
de los cuales azúcares
0,3g
Fibra alimentaria
2,0g
3,0g
Proteína
8.2g
12,5g
Sal
0g
0,013g
Pan
Sin gluten
Con gluten
Grasas
11,13g
1,6g
0,3g
2,93g
de las cuales saturadas
Hidratos de carbono
67g
54g
3,2g
2,2g
de los cuales azúcares
3,8g
Fibra alimentaria
6,7g
2,2g
Proteína
8g
1,76g
Sal
1,6g
Bollería industrial
Sin gluten
Con gluten
Grasas
26,75g
24g
16g
14,65g
de las cuales saturadas
53,6g
Hidratos de carbono
42g
de los cuales azúcares
15,09g
11g
Fibra alimentaria
3,15g
3,1g
1,47g
Proteína
7,9g
1,68g
0,9g
Sal

Comparativa del valor nutricional
Pasta
Sin gluten
Con gluten
2,3g
2,0g
Grasas
0,5g
0,4g
de las cuales saturadas
Hidratos de carbono
75g
71,2g
3,5g
de los cuales azúcares
0,3g
Fibra alimentaria
2,0g
3,0g
Proteína
8.2g
12,5g
Sal
0g
0,013g
Pan
Sin gluten
Con gluten
Grasas
11,13g
1,6g
0,3g
2,93g
de las cuales saturadas
Hidratos de carbono
67g
54g
3,2g
2,2g
de los cuales azúcares
3,8g
Fibra alimentaria
6,7g
2,2g
Proteína
8g
1,76g
Sal
1,6g
Bollería industrial
Sin gluten
Con gluten
Grasas
26,75g
24g
16g
14,65g
de las cuales saturadas
53,6g
Hidratos de carbono
42g
de los cuales azúcares
15,09g
11g
Fibra alimentaria
3,15g
3,1g
1,47g
Proteína
7,9g
1,68g
0,9g
Sal

Comparativa del valor nutricional
Pasta
Con gluten
Sin gluten
Grasas
2,3g
2,0g
0,5g
0,4g
de las cuales saturadas
Hidratos de carbono
75g
71,2g
de los cuales azúcares
0,3g
3,5g
Fibra alimentaria
3,0g
2,0g
Proteína
8.2g
12,5g
Sal
0g
0,013g
Pan
Sin gluten
Con gluten
1,6g
Grasas
11,13g
0,3g
2,93g
de las cuales saturadas
Hidratos de carbono
67g
54g
3,2g
2,2g
de los cuales azúcares
Fibra alimentaria
3,8g
6,7g
Proteína
2,2g
8g
Sal
1,76g
1,6g
Bollería industrial
Sin gluten
Con gluten
Grasas
26,75g
24g
16g
14,65g
de las cuales saturadas
Hidratos de carbono
53,6g
42g
de los cuales azúcares
15,09g
11g
Fibra alimentaria
3,1g
3,15g
Proteína
1,47g
7,9g
Sal
1,68g
0,9g
El problema, matizan desde la asociación, es que estos alimentos siempre han sido más caros que el resto. Si unas galletas de trigo normales cuestan alrededor de 1,70 euros sus homólogas sin gluten valen 1,80 y vienen menos de la mitad en un mismo paquete. Con la pasta ocurre algo similar. Un paquete de marca blanca de 1 kilo vale 1,24 euros, y su alternativa sin gluten, de la misma firma y mitad de peso (500 gramos) cuesta 1,79 euros. Si el consumidor quisiera hacerse con la misma cantidad debería de pagar 3,58 euros, casi el triple que quien no tiene problemas para ingerir gluten. Más de mil personas se han manifestado recientemente por las calles de Madrid para denunciar esta situación. Bajo el lema 'Sin gluten y sin pasta', recorrieron la capital exigiendo ayudas económicas: «Soy celíaco, no millonario», gritaban entre otros cánticos.
Los expertos calculan que alrededor del 1% de la población es celíaca, si bien no todos están diagnosticados. Pero además en los últimos años ha aumentado el número de personas con sensibilidad al gluten. Así, el grupo Gluten 3S de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) estima que ya hay un 10% de la población que no puede comer esta proteína por motivos de salud. «La industria es consciente de ello y ha desarrollado más productos sin gluten. Se ha investigado más y se han empezado a tener en cuenta otros componentes a la hora de elaborar alimentos aptos para celíacos», reflexiona el farmacéutico de la UPV/EHU e investigador de Gluten 3S, Jonatan Miranda.
Testeo nutricional
Hace una década, junto a sus compañeros de equipo, Miranda realizó un primer testeo de los productos sin gluten que existían en el mercado. Analizaron más de doscientos alimentos con sus homólogos con gluten «para ver las diferencias nutricionales» entre ambos. Además de que los productos sin gluten suelen ser más caros por la escasez y las dificultades de generarlos, también tienden a ser de peor calidad. Esa fue la primera conclusión de aquel estudio. El año pasado decidió repetirlo para analizar si había habido algún cambio. ¿Se ha evolucionado? «Sí, aún queda mucho camino por recorrer, pero hemos visto que los ingredientes han mejorado».
Normalmente, los alimentos procesados sin gluten «tienen un menor aporte de fibra y más grasas saturadas». A lo largo de esta última década, se ha visto un aumento de proteínas en estos productos. «Ahora son más saludables, aunque todavía seguimos viendo una brecha. Por norma general tienen menos proteína que sus alternativas con gluten y más grasas saturadas», tal y como se ve en el pan. Si una barra normal tiene 1,6 gramos de grasas por cada 100 gramos, de las cuales 0,3 son saturadas, la misma sin gluten tiene 11,13 gramos de grasas, de las que 2,93 son saturadas. Además, mientras el primero cuenta con 8 gramos de proteínas, el segundo apenas tiene 2,2 gramos.
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Comer sin gluten, concluye Miranda, «no es más saludable. De hecho, podríamos decir que sería menos saludable. Para una persona celíaca o sensible al gluten, estos productos suponen en torno al 15-20% de su dieta. Tendrán que esforzarse en que el otro 80% sea más saludable e ingerir mucha verdura, fruta o legumbres de buena calidad para compensar».
Sea como fuere, la industria ha evolucionado y la diferencia nutricional en la pasta es mínima. «Los ingredientes siempre van ordenados de mayor a menor. Es decir, el primero que aparece en la etiqueta es el que mayor cantidad tiene el alimento. Mientras que en los macarrones con gluten el ingrediente principal es la pasta, en el de sin gluten habitual suele ser el maíz. Antes, el segundo solía ser la harina de arroz, pero ahora es el mijo. Nutricionalmente hablando, es más rico», reflexiona Miranda. «Para fabricar pasta hay que hacer una extrusión y el mijo permite la extrusión utilizando menos lípidos».
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