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«Contactamos con dos de los marineros y pudimos salvar a uno; la mar estaba mal»
Dos varones senegaleses desaparecen tras encallar en Ziburu un pesquero que fue arrastrado por el viento y el oleaje contra las rocas, mientras que el patrón fue rescatado
Durante toda la mañana de este viernes, el oleaje golpeaba contra las rocas y sobrepasaba el dique de Sokoa dejando a su alrededor una densa alfombra de espuma blanca, mientras el viento helaba el ambiente entre chaparrón y chaparrón. En ese contexto, y rodeados de bomberos y agentes de policía, era fácil imaginar el dramatismo de ese mismo escenario si se le sumaba la oscuridad de la madrugada y un cascarón de nuez a merced de las olas. Horas antes, la mar se tragó los cuerpos de dos pescadores senegaleses, de 30 y 58 años, cuyo barco encalló en las rocas a la entrada de la zona portuaria de Ziburu y Donibane Lohizune. El tercer tripulante de la embarcación, su patrón, un vecino del distrito de Arcachon de 40 años, pudo ser rescatado por los equipos de rescate desplazados al lugar. Estuvieron cerca de salvar también a uno de los dos hombres de origen africano, pero finalmente lo perdieron en el fuerte oleaje que hizo añicos contra la costa el 'Cycnos', un pequeño pesquero de unos doce metros de eslora. Los tres marineros habían estado pescando y se dirigían a Donibane Lohizune para depositar la pesca en la lonja para su venta. Se quedaron a las puertas de arribar a puerto.
Según informó la Prefectura Marítima del Atlántico, el suceso tuvo lugar sobre las 2.00 horas. Un cuarto de hora antes, el semáforo de Sokoa recibió la señal de socorro del pesquero, cuya situación fue detectada por el Servicio de Información Aeronáutica (AIS). Desde el semáforo no se llegó a visualizar el bote, por lo que una patrulla de Bomberos y Rescate 64 se desplazó para confirmar la emergencia y activar más medios. Sobre las 12.13 horas, fueron localizados el patrón y uno de los senegaleses. Según explicó a este periódico el jefe de operaciones, Philippe Lagrabe, «las condiciones eran muy complicadas, había mucha mar y fuerte viento. Pudimos rescatar al patrón, pero al otro no. Y casi perdemos a uno de los dos rescatadores que se echaron al agua, que fue salvado gracias a la lancha de SNSM (Sociedad Nacional de Salvamento Marítimo)».
El capitán del 'Cycnos' fue evacuado en un vehículo de emergencia al Hospital de Baiona con «una fuerte hipotermia», precisó el alcalde de Ziburu, Eneko Andana, que se acercó al espigón. El primer edil más joven de Iparralde, de padre vizcaíno, lamentó el «golpe duro» que supone el hecho en la localidad, donde «no recordamos algo en décadas. Había mucho viento y oleaje y el agua estaba a 12 grados, por lo que según pasaban las horas disminuía la esperanza» de encontrar con vida a los senegaleses.
Su búsqueda se detuvo a las 13.40 horas, tras casi doce horas de búsqueda por tierra, mar y aire. «En un momento dado -apuntó Lagrabe- tuvimos hasta 30 bomberos, un helicóptero del ejército, otro de la Gendarmería y una embarcación». También un dron sobrevoló la zona.
El patrón conoce la zona
El armador del barco, Stéphane Brouillet, se acercó en cuanto le fue notificada la tragedia pero, visiblemente afectado, no realizó declaraciones. Cerca del mediodía se desplazó al hospital de Baiona para arropar a su patrón, que al parecer conocía muy bien la zona por lo que se descartó que sufriera un despiste fatal.
Según explicó a las autoridades, el 'Cycnos' había estado pescando y se dirigía al muelle de Donibane Lohizune para vender la pesca. Sin embargo, probablemente como consecuencia del viento, el barco, de unos 12 metros de eslora, se desplazó a estribor y acabó encallando junto al dique de Sokoa. La fuerza de las olas destrozó contra las olas el barco, que quedó hecho añicos de fibra y madera roja y azul. Apenas se podían identificar en el agua unas boyas, unos salvavidas y alguna bandeja de plástico. Tenía su base en la bahía de Arcachon, pero en invierno bajaba al sur en busca de unas aguas más protegidas que ayer no tuvieron piedad.