Avistado un gran ejemplar de tortuga laúd a 12 millas del Puerto de Bermeo
Medía más de 1,70 metros, nadaba tranquila en la superficie del agua y parecía «un bote con la quilla al sol»
el diario vasco
Miércoles, 20 de octubre 2021, 18:47
Una gran tortuga laúd fue avistada el pasado sábado, 16 de octubre, a 12 millas del Puerto de Bermeo en una de las salidas en barco organizadas por Ekoetxea Urdaibai, Hegaluze Itsas Zerbitzuak y verballenas.com para el avistamiento de cetáceos en la costa vasca. La tortuga, que medía más de 1,70 metros, nadaba tranquila en la superficie del agua y parecía «un bote con la quilla al sol», según ha explicado Ekoetexea Urdaibai.
Desde el centro han destacado que la tortuga laúd es la más grande del mundo ya que llega a medir los casi dos metros de caparazón y pueden pesar cerca de mil kilogramos. Su situación está «muy amenazada» debido a las capturas accidentales en artes de pesca, sobre todo palangres y trasmallos, la contaminación por la ingestión de plásticos y globos de helio, y por la destrucción de sus hábitats de cría.
El avistamiento en la costa con vida ha sido un hecho «muy excepcional» en las aguas vascas, si bien se tiene constancia de su presencia ya que han aparecido varadas en las playas gravemente heridas o muertas, han precisado desde Ekoetexea Urdaibai, uno de los centros ambientales de la red del Gobierno Vasco y gestionado por la sociedad pública de Gestión Ambiental Ihobe.
De color negro azabache, el caparazón de la laúd «no tiene las placas características del resto de tortugas, sino que es de cuero». Carece de uñas y su cuerpo tampoco tiene escamas, sino piel.
Vive en aguas medias o cerca de la superficie y es «una gran nadadora» que cría en playas de mares templados y se traslada al hemisferio norte de abril a julio, época del año en la que se aparea. Se alimenta principalmente de medusas y salpas, aunque «no desdeña carroña e incluso calamares», han explicado desde el centro vizcaíno.
El 7 de diciembre del pasado año una tortuga laúd apareció muerta en la playa de Sopela, arrastrada por el fuerte temporal de viento y lluvia que azotó la costa vasca durante este fin de semana, con olas de hasta seis metros de altura. Tenía más de 300 kilos de peso y dos metros de longitud. La asociación Ambar, que trabaja en Euskadi desde 1996 en la protección de cetáceos y otros animales marinos, acudió al aviso lanzado por un particular a SOS Deiak. El animal varado estaba en un avanzado estado de descomposición.
La presencia de este tipo de tortuga en un arenal vasco es algo infrecuente. Según los datos de Ambar, se produce un episodio así cada dos años. «Tenemos doce casos documentados en un cuarto de siglo y todas las tortugas llegaron muertas, arrastradas por la corriente», explica. «Este animal no es muy habitual en nuestras costas».
El principal motivo de fallecimiento de estos gigantes del mar tiene que ver con la actividad y residuos humanos. «Muchas veces se quedan enredadas en artes de pesca o ingieren por error desechos plásticos, al confundirlos con medusas y algas, que forman parte de su dieta habitual», apuntó entonces Gorka Ocio, experto en animales marítimos y responsable de www.verballenas.com , una empresa de paseos en barco para ver cetáceos. «En alguna ocasión hemos avistado tortugas laúd en el Golfo de Bizkaia, aunque no son muy comunes», reconoce.
La tortuga laúd está presente en casi todos los océanos del planeta. Es la más grande de los quelonios. Puede llegar a los dos metros y medio y los 600 kilos de peso. Es una especie migratoria. Pasa los veranos en zonas templadas (en ocasiones se la ha visto en Noruega), dirigiéndose a aguas cálidas (principalmente el Mar Caribe) durante el invierno y la época de reproducción.