2022 se confirma como el segundo año con más muertes en Euskadi

El primero, el aumento de los tumores, que son la principal causa de muerte y estuvieron detrás de una de cada cuatro. Esta causa registró 6.378 óbitos, el 26,4% del total. Solo en 2015 se produjeron más. Concretamente, 6.379. Desde que superó la barrera de los 6.000 al inicio de la pasada década, no se ha vuelto a bajar de ella. En 2020 y 2021 tuvieron lugar menos fallecimientos por este motivo, ya que el covid hizo estragos, pero los «diagnósticos tardíos» de los que hablaban los expertos durante la crisis sanitaria por la saturación del sistema están llevando a los hospitales a pacientes con la enfermedad muy avanzada, por lo que la mortalidad por este tipo de diagnósticos creció en 2022.

La mayoría de los decesos por tumores se registraron en la franja de edad de 60 a 79 años, con 3.000. Otros 2.586 vascos de 80 y más años perecieron por esta razón. El hecho de que cada vez se viva más es otro de los motivos que está detrás de este incremento de la mortalidad. El peso relativo de las personas mayores en la población es cada vez mayor. El 23% de la población de la comunidad autónoma supera los 65 años, mientras que hace veinte años suponía el 18%.

La edad media al fallecimiento fue de 81,3 años. En 2012 era de 78,9. En apenas una década, se produjo un aumento de 2,4 años. De hecho, entre enero y diciembre pasados perecieron 521 personas con cien o más años, frente a los 289 con la misma edad que lo hicieron diez años antes.

Antes de la llegada del coronavirus, existía ya una tendencia al alza en la mortalidad por el envejecimiento de la población, pero las cifras se mantenían relativamente constantes, en torno a los 21.000 óbitos anuales. En 2005 perdieron la vida 19.425 vascos; en 2015 fueron 21.509; y en 2019 hubo 21.560 decesos. Sin embargo, con la 'vuelta a la normalidad', las muertes no se redujeron.

Y es que otro de los factores que está detrás de la mortalidad que no se puede obviar es el covid. El virus estuvo detrás de 1.721 defunciones en 2022, más que las registradas por esta causa en 2021 (1.682). Aunque su incidencia tiene poco que ver con la de 2020 (entonces provocó 3.096 muertes), sigue estando presente y acapara más del 7,1% de los óbitos del País Vasco.

La cuarta razón que convirtió a 2022 en el segundo año más luctuoso desde que hay registros fue el calor. En un julio marcado por las altas temperaturas, en el que se batieron varios récords de temperaturas, perecieron 2.310 –la media en los diez años anteriores para ese mes es de 1.651– personas en Euskadi. Si en todo el año el aumento de la mortalidad con respecto al ejercicio anterior fue del 4,9% de media, en ese mes se produjo un incremento del 29,6%.

Las enfermedades del sistema circulatorio y los trastornos mentales y del comportamiento fueron, como otros años, la segunda y la tercera causa de muerte. Acapararon el 23,8% (5.767) y el 8,2% (1.988) de los decesos respectivamente. De hecho, si algo pone de relieve el Eustat, es que las patologías que llevan a la muerte son diferentes en función del sexo. Entre los hombres, los tumores superaron a las enfermedades del aparato circulatorio 3.706 frente a 2.688), mientras que, entre las mujeres, la principal causa fueron las enfermedades cardiovasculares (3.079) y la segunda, el cáncer (2.672).