Borrar
Apellidos interminables

Apellidos interminables

Los vascos están a la cabeza, pero no son tantos

alberto artigas

Jueves, 18 de mayo 2017, 06:41

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Suena a tópico pero los apellidos vascos están a la cabeza de los más largos del mundo. Es cierto que el abuso en clave de humor en series televisivas o en películas han ido relegando el tema a un mero pretexto para bromas o trabalenguas. Pero este divertimento no es nuevo. Cuentan las crónicas que hace casi un siglo, el seminario bonaerense Caras y caretas, fundado por el emigrante burgalés Eustaquio Pellicer y dedicado a noticias literarias y sociales, publicó en 1920 este anuncio: «Gran Bazar de Calzados del vasco Don Juan Iturriberrigorrigoicoerrotaberricoechea (Sarmiento, 1200 esquina Libertad)». Nada menos que 39 letras y mucho más largo el de Pagatzaurtunduagoienengoa, considerado en los portales de internet, como el que contiene un mayor número de letras, por encima de Arietaleanizbeazcoechea.

En la Enciclopedia de los Nombres Propios que Josep María Albaigès publicó en 1996 se narra como un funcionario del Ministerio de Finanzas en el Madrid de 1867 se apellidaba Burionagonatotorecagageazcoechea, con 32 letras. El desmedido interés por buscar apellidos interminables ha acabado en exageraciones. Responsables de Euskaltzaindia, que son los más fiables en esta materia, han venido mostrando sus dudas sobre la veracidad de muchos de estos apellidos. Pero lo que sí es cierto es que en la mayoría de los países del mundo son más cortos.

Es evidente que algunos como Barinagarrementeria, Gerenabarrena, Zengotitagoitia, Uribetxebarria tienen dimensiones poco habituales con respecto a otros de Europa. En Esukadi, al igual que en otros lugares, imperan los topónimos y es muy común que hagan referencia al lugar de donde procede la familia, a los nombres de las casas en las que nacieron, al sitio en el que fueron construidas o estén relacionados con ciertas características del lugar, como la cercanía a arroyos, fuentes o montes. En otros países, los apellidos hacen referencia a un inventor, a un viajero o investigador, pero sobre todo a profesiones. Es el ejemplo de Schneider (sastre), Maler (pintor), Couturier (modista), Barbier (barbero), Wagner (carretero), Schumacher (zapatero) o Mitterand (el medidor).

No son demasiados

En el País Vasco, la singularidad está en el tamaño de algunos apellidos, pero tampoco son muchas las familias que puedan presumir de ello. El registro confirma que no son demasiados. Los Agirregomezkorta se reparten, entre en Gipuzkoa y Bizkaia, casi a la par del centenar que figuran en el Instituto Nacional de Estadística. En el caso de los Beitialarrangoitia hay once familias, especialmente en Gipuzkoa. En el INE figuran también 36 Gabikagogeaskoa, aunque 61 castellanizados como Gabicagogeascoa, diez de ellos residentes en Madrid. También hay apellidos con riesgo de desaparecer, como Zuazubizkar, que no llegan a cinco, o Andetxaga, que según el Instituto Nacional de Estadística, lo llevan solo dieciséis ciudadanos. Once son guipuzcoanos y cinco vizcaínos. Completan esta particular lista Mañarikua (cinco en Gipuzkoa y seis en Bizkaia) y Garaigordobil (setenta en Bizkaia, diecinueve en Álava y cinco en Gipuzkoa).

Aunque no es habitual, en el resto del mundo también hay casos de apellidos largos. Uno de los más destacados y casi impronunciable corresponde a una ciudadana hawaiana de nombre Janice Keihanaikukauakahihuliheekahaunaele. Todo un problema para los que sufren hipopotomonstrosesquipedaliofobia, un término no menos imposible que significa tener fobia a la pronunciación de palabras largas y complicadas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios