El 'hombre árbol' de Bangladesh supera con éxito su primera operación
Se la han retirado las excrecencias de los cinco dedos de la mano derecha, después de que las verrugas comenzaron a aparecer hace una década en manos y pies
agencias
Sábado, 20 de febrero 2016, 18:59
Abul Bajandar, conocido como el 'hombre árbol' de Bangladesh, ha desarrollado una extraña dolencia con pesadas verrugas con apariencia de cortezas de árbol en manos y pies. Por esta razón ha sido operado este sábado por primera vez y con "éxito" en el principal hospital público de Bangladesh, informó a una fuente médica.
Un equipo de nueve especialistas ha operado durante tres horas la mano de derecha de Abul Bajandar, de 26 años, ha declarado el doctor Samanta Lal Sen, coordinador de la unidad de quemados y cirugía plástica del Hospital Universitario de Dacca.
Se la han retirado las excrecencias de los cinco dedos de la mano derecha. "La primera operación ha sido un éxito. Ahora tenemos que hacer pruebas y análisis y procederemos a operar el resto de sus extremidades dentro de tres semanas",ha afirmado Sen. Ha agregado que el paciente se encuentra "bien" y "sonríe".
Las verrugas. que pesaban al menos cinco kilogramos, empezaron hace una década a inutilizar poco a poco las manos y pies de Bajandar, oriundo de una pequeña aldea de la provincia meridional de Khulna y que fue ingresado a finales de enero en el centro médico de la capital bangladesí.
La dolencia, epidermodisplasia verruciforme, es una enfermedad no contagiosa de la que apenas se conocen unos pocos casos en todo el mundo. Un campesino de Indonesia con enormes verrugas por todo el cuerpo fue operado varias veces en 2008.
«A priori no existe cura»
De acuerdo con el doctor Sen, "a priori no existe cura", por lo que el objetivo de la operación es "proporcionar un alivio al paciente, mejorar su condición e intentar conseguir que sus manos y pies vuelvan a ser funcionales, pues en la actualidad no puede valerse por sí mismo". Las verrugas volverán, sin embargo, a crecer con el tiempo.
Abul, que vive con su esposa y una hija de 3 años, se ganaba la vida conduciendo furgonetas, pero tras perder la funcionalidad en las manos tuvo que dedicarse a mendigar para salir adelante.
En un primer momento acudió a homeópatas de su pueblo, luego fue transferido al principal hospital de su provincia y en los últimos cinco años ha visitado en varias ocasiones a doctores de la ciudad india de Calcuta, que le acabaron confirmando que no había cura para la enfermedad y que solo tenía como alternativa operarse.