El Eibar resiste de forma titánica

Más que un partido de fútbol lo que tuvo que afrontar ayer el Eibar en La Romareda fue una batalla casi campal en la que hubo de resignarse a resistir de manera titánica tras quedarse primero sin Berrocal por lesión y después con dos jugadores menos por la expulsión de Venancio antes del descanso y de Javi Muñoz mediada la segunda mitad. Pese a tener que combatir con un efectivo menos durante más de 50 minutos y con dos menos en los últimos 20, los azulgranas salvaron heróicamente un punto que sabe a triunfo, aunque conseguirlo se ha cobrado una factura muy cara, porque de cara al próximo partido ante el Mirandés el próximo lunes (21.00 h.) en Ipurua, Garitano tendrá las bajas seguras de los dos sancionados, además de la probable ausencia de Berrocal, cuya lesión no pinta precisamente bien.

La guerra comenzó a fraguarse a los 12 minutos de juego, cuando Berrocal cayó mal en un salto tras una pugna con Giuliano Simeone, porque aunque continuó jugando otro cuarto de hora, la torsión que había sufrido en su pierna izquierda le obligó a pedir el cambio. En principio, no parecía suponer un gran problema para Garitano, porque de todos es conocida la gran confianza que tiene en Venancio, pese a que el hecho de que no haya vuelto al once tras recuperarse de la lesión que sufrió en la segunda jornada ante el Villarreal, revela que el portugués aún no está físicamente al cien por cien.

Y quizás también por eso, cuando no llevaba ni diez minutos en el campo, cometió el error que alteró el curso de los acontecimientos. Porque todos podemos estar de acuerdo en que la roja directa por el manotazo que propinó a Vada en un forcejeo en la frontal del área maña fue un castigo excesivo, pero el luso debió tener el poso suficiente para desembarazarse del marcaje del argentino con un simple empujón.

Y el caso es que después de que el árbitro se 'tragara' la gran interpretación del jugador del Zaragoza, el preparador armero se vio obligado a reconfigurar su esquema. Y dado que no tenía en el banquillo a Chema, que se había caído a última de la lista definitiva, optó por sacrificar a los dos extremos, para sopresa y cabreo en especial de Stoichkov, para poblar la defensa con Correa y Nolaskoain junto a Arbilla en el eje central.

Tocaba atarse los machos ante un rival que se quedaba sin excusas para no lanzarse a tumba abierta junto a los más de 18.000 aficionados que le empujaban desde la grada. Pero aunque se podía anticipar una segunda mitad agónica, lo que nadie podía prever fue el esperpento que se siguió viviendo tras el descanso, en el que Garitano, sin querer renunciar a aprovechar alguna opción aislada, echó mano de Blanco-Leschuk.

De poco sirvió la salida del delantero argentino, porque el Eibar se tuvo que atrincherar atrás para aguantar un asedio ante el que pareció ceder cuando Bermejo dejó atrás a Arbilla y superó a Yoel con un remate ajustado al palo largo. Afortunadamente, el mismo VAR que condenó a Venancio, también captó el sopapo del extremo madrileño al central navarro y el tanto no subió al marcador.

Pero aquí no cesaron las desgracias,ya que a falta de un cuarto de hora para llegar al tiempo reglamentario, se quedaron con nueve por otra roja directa que el árbitro mostró a Javi Muñoz por una dura entrada a Gabi.

Y aunque la sentencia parecía escrita para un Eibar casi preso de la desesperación, el equipo hizo piña y aguantó heróicamente hasta que el eterno partido por fin llegó a su fin con su puerta imbatida para sumar un punto que, en este caso, sabe a victoria.

El Eibar de Gaizka Garitano busca asaltar La Romareda este lunes. El equipo armero busca sumar de tres para seguir enganchado a la pelea por ... el ascenso a Primera División. Es solo el prinicipio del campeonato, pero el Eibar quiere hacerse con una de las dos primeras plazas que le conviertan en equipos de la máxima categoría de manera directa y evitar así el play-off para no tener que pasar por lo mismo de la anterior campaña.

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