Una pequeña cura de autoestima

Hasta hace nada, este partido se atisbaba como el turno para cerrar la campaña despidiéndose de la categoría en su segunda tentativa por regresar a Primera. Sin embargo, resignado a tener que jugársela en el play off de ascenso al que se condenó trasacumular su novena jornada consecutiva sin ganar tras el empate cedido (2-2) ante el Sporting de Gijón el pasado sábado en Ipurua, la última cita en El Alcoraz se convirtió en una especie de test de cara a lo que está por venir a partir del próximo fin de semana.

Una prueba, eso sí, condicionada por las circunstancias, puesto que la amenaza de sanción de los apercibidos, en especial en los casos de Arbilla y Peru Nolaskoain llevó a Garitano a dejar a ambos en el banquillo para evitar riesgo. Y dado que tanto Ríos Reina como Lasure se quedaron en casa aquejados de las molestias musculares que les tienen apartados del equipo, el técnico de Derio no tuvo más remedio que dar una oportunidad en el lateral derecho al defenestrado Chema, cuya última participación se remonta al pasado 2 de febrero, cuando disputó 21 de los apenas 73 minutos que había dispuesto antes de verse de nuevo como titular en Huesca.

La plaza que dejó vacante el zumaitarra en la medular la ocupó Sergio, que en esta ocasión estuvo escoltado por Javi Muñoz y Matheus, para que Stoichkov y Aketxe, que no actuaba de inicio desde el pasado 2 de noviembre ante el Lugo, conformaran un tridente ofensivo del que quedaron exentos Corpas y Vadillo.

Sin la presión ni la emoción de jugarse el ascenso como ocurrió el año pasado, la única motivación que le quedaba a la escuadra armera era buscar un triunfo que levantara su maltrecha moral y que, a su vez le otorgara la opción de mejorar algún puesto en la tabla en el caso de que se diera una carambola de errores de sus dos precedesores.

Y eso es precisamente lo que el Eibar buscó en un inicio muy brioso que se fue diluyendo a medida que el cuadro oscense comenzó a llegar con pelifro a las inmediaciones de Luca Zidane, que tras suspirar de alivio después de que Venancio taponara una tentativa de Obeng, tuvo que tirar de reflejos para palmear c córner un remate a la media vuelta de Javi Martínez.

El intercambio de llegadas continuó con otra opción que el gaditano no aprovechó tras recibir un gran pase de Aketxe que le habilitó en el área, que tuvo una respuesta aún más contundente por parte de los aragoneses, que marraron una doble ocasión de Obeng y Jorge Pulido justo antes del descanso.

Con todo por decidir en el segundo acto, el segundo tiempo transcurrió por los mismos derroteros, aunque en esta ocasión fueron los de 'Cuco' Ziganda los que estuvieron a punto de decantar la balanza a su favor con un disparo de Vilarrasa que salió despedido por el poste, y fue Bautista el que replicó con un cabezazo desviado.

Y tras el baile de cambios de ambos entrenadores, el Eibar metió una marcha más que propició que Matheus aprovechara en los últimos minutos un rechace que alojó en el fondo de la portería rival con un potente zurdazo. Insensatez de VenancioLa alegría comedida por este triunfo se truncó en el 96, cuando Venancio cometió el error de enzarzarse con un rival y su insensatez de costó una expulsión que le impedirá encarar junto al resto el play off.