Ser optimista, el mejor estímulo
El Eibar paga caro los desajustes defensivos, pero tampoco estuvo bien en ataque. Tuvo un buen momento en el tramo final de la primera mitad
Quien ganara el derbi de ayer saldría reforzado psicológicamente. Venció Osasuna frente a un Eibar que tuvo dos tiempos: una primera mitad en la que ... fue de menos a más y, una segunda, en la que no estuvo a la altura de lo que realmente se jugaba. Percibí a un Eibar sin alma ante un Osasuna que también sufrió su particular metamorfosis: fue de más a menos tras ponerse por delante, y en los segundos cuarenta y cinco minutos, fue superior para sumar tres puntos vitales para alejarse de la zona de descenso.
Ahora mismo, el Eibar está igualado a puntos con un Valladolid que está en zona de descenso y que, por calendario, este sábado visita Ipurua. Otro partido entre iguales, ambos luchan por la supervivencia en la categoría y no lo van a tener nada, pero que nada fácil tal cual marcan sus respectivas tendencias. Un mes de febrero de infarto para el Eibar, con una liguilla particular que ha empezado perdiendo ante Osasuna; ahora le quedan Valladolid, Elche y Huesca. Un duro camino, un pedregal, en el que se tiene que desenvolver con una eficacia que ahora mismo no le sobra.
En El Sadar vimos un duelo claramente entre necesitados pero quien realmente puso más intención fue Osasuna que supo aprovechar los desajustes defensivos de los armeros. No obstante, en mi opinión Jagoba Arrasate cuenta con un plantel con notable calidad individual. Hay hombres que son versátiles. El mismo Roberto Torres, que salió en la segunda mitad, es un excelente jugador y puso unas asistencias realmente precisas. En una de ellas llegó el gol de la victoria de Budimir. Rubén García, Manu Sánchez, Natxo Vidal, Aridane... Tienen un interesante elenco.
Un punto de los últimos quince posibles lleva al Eibar a estar muy acechado por el descenso
Quien sumara los tres puntos añadiría un sustancioso plus en su casillero particular. El Eibar aún no sabe ganar a Osasuna en los duelos que han jugado en Primera. Son viejos conocidos. Sus respectivos entrenadores son amigos que no tienen secretos futbolísticos, cada uno conoce sus bazas, virtudes y debilidades. Esta es una de las razones donde reside la complejidad de estos duelos. Esta vez los dos equipos están en la zona baja, pero ayer Osasuna con la victoria respiró, dio un salto cualitativo para creer y tener posibilidades de crecer y no estar atenazado por la presión. Todo lo contrario para el Eibar que tendrá que reforzar su moral y confianza, y tiene la oportunidad de hacerlo en casa ante el cuadro pucelano del exarmero Orellana.
Al ritmo de Bryan Gil
Mendilibar salió con 4-4-2. El mismo dibujó presentó Jagoba Arrasate. Defendió Dmitrovic la portería tras una recuperación increíble de su esguince en la rodilla sufrido en Ipurua ante el Sevilla. En una semana, el serbio se ha recuperado. Volvió a poner su firma en la primera y segunda mitad. No dio signos de que la lesión le molestara.
El Eibar no es precisamente un equipo que se viene abajo. Empezó dubitativo en los primeros compases ante un Osasuna con mayor control del balón, llegando con profusión al área armera. Se aprovechó de la debilidad detectada en la banda derecha eibarresa donde Arbilla fijaba más que Muto, lo que fue aprovechado por Rubén García y Manu Sánchez. Ellos fueron la génesis del gol de Calleri, coincidiendo con la lesión de Bigas, que en la segunda mitad fue reemplazado por Burgos.
Tras el gol en el minuto 18, Osasuna plegó velas, se metió en su parcela. El Eibar comenzó a imponer su dominio. Una vez más, la genialidad de Bryan Gil fue clave. El barbateño despertó y comenzó a ser la pesadilla para los rojillos. Al filo del descanso sacó de la chistera una individualidad para asistir a Kike García que marcó un golazo. En la segunda mitad, Bryan Gil no tuvo tanta presencia, su juego se diluyó, como el del equipo que no inquietó al guardameta Sergio Herrera.
Me preocupan los errores defensivos, esta es una asignatura no aprobada por el Eibar. Los desajusten que se cometen se pagan caros, muy caros, como ayer. Pero de la misma manera me resulta preocupante su escasa capacidad realizadora. El dato es que solo lleva un punto de quince posibles. Queda todo dicho. Bien. El deporte genera mensajes y me quedó con una de esos muchos que gravitan en su órbita: «Una mentalidad optimista es el mejor estimulante que conocerás jamás». Hay que seguir confiando, no me canso de decir que no hay que bajar los brazos.
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