Una fortaleza armera descompuesta

Toda la ilusión por empezar el año con la fuerza que Yerai Martín había transmitido en vísperas de la vuelta a la competición apenas se mantuvo viva los cinco minutos que el Sevilla tardó en descomponer una retaguardia que sucumbió ante la eficacia de un cuadro hispalense que encontró en Ipurua la inspiración goleadora que le había faltado en la primera vuelta que ayer llegó a su fin.

Y es que las blanquirrojas vieron premiada su mayor ambición inicial cuando, a las primeras de cambio, la delantera polaca Padilla-Bidas aprovechó un pase entre líneas que le habilitó para superar la oposición de María Miralles tras dejar atrás a Eider Arana y Elba Vergés.

Un golpe que el cuadro azulgrana tuvo la oportunidad de devolver escasos minutos después por medio de un penalti que la colegiada señaló después de que un disparo de Amani desde la frontal golpeara claramente en el brazo de Eva Llamas.

Pero estaba visto que no era el día del Eibar y mucho menos de Andrea Álvarez, que atenazada quizás por la responsabilidad de suplir la sensible baja causada por la lesionada Ane Campos, no logró batir a una Esther Sullastres que adivinó a la perfección las intenciones de la guatemalteca desde los once metros.

El cúmulo de despropósitos que vivió el equipo dirigido por Yerai Martín no acabó ahí. Y es que tras el susto protagonizado por la italiana Monnecchi al sufrir una torcedura en su tobillo derecho, las azulgranas se desesperaron al ver cómo, de lo que podía haber sido el empate que Sullastres y la cruceta evitaron al unísono ante un cabezazo envenenado de Mireia Masegur a la salida de un córner, se pasó a un 0-2 prácticamente ya insalvable después de que Padilla-Bidas firmara un doblete al ponerle el lacito a un espléndido pase que le regaló Alba López.

No dispuso de la misma suerte Patri Ojeda, que se quedó a centímetros de poder reducir distancias justo antes de que el técnico andoaindarra comenzara a mover ficha tras el descanso dando la alternativa a la recién cedida centrocampista navarra del Athletic Mariana Cerro.

Sus ganas y su ambición, sin embargo, no bastaron para evitar que el Sevilla sentenciara el choque con el tanto anotado por Alba Cerrato.