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Muere a los 96 años el arquitecto Frank Gehry
Dmitrovic, tumbado en el suelo, y Burgos con las manos en la cara, se lamentan de uno de los tres goles que marcó el Villarreal en Ipurua. Askasibar

Desolación total en Ipurua

Los errores de siempre y el infortunio que le persigue le conducen a otra derrota ante el Villarreal que hunde un poco más a los armeros en zona de descenso

Domingo, 14 de marzo 2021

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La

Porque si había un día en el que debía demostrar que quería y podía aferrarse con fuerza a la categoría era precisamente ayer, después de que la derrota del Elche en Valdebebas y el empate del Alavés frente al Cádiz en Mendizorroza le hubieran dejado en bandeja la posibilidad de abandonar los puestos de descenso solo una jornada después de haberse precipitado al abismo.

Aún fallando todo lo habido y por haber en sus cinco duelos anteriores ante sus rivales directos, el

S. D. Eibar

Soares (Cote, m. 35), Kevin (Aleix García, m. 46), Enrich (Inui, m. 46), Sergio (Expósito, m. 78), Pozo (Burgos, m. 84).

1

-

3

Villarreal

Samu Chukwueze (Jaume Costa, min. 65), Gaspar (Bacca, min. 65) y Pedraza (Moi Gómez, min. 65)

  • Goles 0-1, min. 1: Moi Gómez de disparo cruzado. 0-2, min. 34: Bacca culmina una contra. 1-2, min. 55: Enrich bate a un Asenjo. 1-3, min. 87: Pedraza, tras parada de Dmitrovic.

  • El árbitro David Medié Jiménez, del colegio catalán. Amonestó a los armeros Arbilla y Bryan Gil, y a los visitantes Pedraza y Asenjo. Expulsó a Capoue.

  • Incidencias Partido correspondiente a la vigesimoséptima jornada en un Ipurua engalanado por varias pancartas de apoyo al equipo armero, en las que se recordaba que la afición armera está con el equipo pese a no poder acceder al estadio.

Por mucho que

Mantener la esperanza ante un panorama tan desolador resulta un acto de fe descomunal viendo el calendario que tiene por delante, aunque ahora mismo tanto a ellos como a los que estamos fuera no nos queda otra que agarrarnos al hilillo de vida que aún queda.

Pero claro, cuando ves que cualquiera, en este caso el

Espoleado por su reciente triunfo europeo en Kiev, el cuadro castellonense vino con la pretensión de arreglar los problemas que arrastraba en Liga tras acumular ocho jornadas consecutivas sin ganar, y se encontró con la

Pero el 0-1 en el primer minuto de juego ni siquiera fue lo peor de una primera parte de pesadilla en la que todo le salió torcido. Porque aunque después de pasarse un buen rato

El cabezazo de Paulo a pase de Arbilla a los 21 minutos fue la primera señal que indicó que el corazón armero aún palpitaba. De hecho, acto seguido las pulsaciones aumentaron con una

Una ilusión óptica que no le rescató del

En una

La siguiente pena a cumplir fue aún más dolorosa y difícil de soportar tras tanta mortificación, porque hasta Burgos, que era el único que hasta ahora había transformado los dos penaltis que había lanzado, vino a fallar el que el árbitro señaló tras comprobar en el monitor que el centro de Arbilla había pegado en el brazo de Estupiñán a falta de cinco minutos para el final del primer tiempo. El argentino, que ya venía tocado de moral por haber perdido el balón que dio origen a la jugada del segundo gol visitante, disparó fuerte y seco, pero al centro, donde Asenjo no tuvo problemas para despejarlo.

La desesperación se instaló en Ipurua y en los rostros de unos jugadores que a duras penas podían contener las lágrimas ante tanta desgracia junta. Pero justo tras el descanso, y tras hacer un triple cambio con el que retornó a su habitual sistema con dos delanteros, un rayo de luz se abrió paso entre las nubes negras que cubrían el estadio eibarrés cuando un disparo sin aparente peligro de Enrich se coló dentro de la portería amarilla pese a que Asenjo trató de engañar al árbitro para cubrir su único error.

Un foco de esperanza que, sin embargo se fue diluyendo ante la escasa capacidad de los azulgranas para generar peligro, mientras que cada aproximación del Villarreal era una amenaza que ponía en relieve todas las debilidades que han llevado al Eibar a la situación que vive. Y aunque Dmitrovic se dejó la vida para que los de Emery no terminaran de empujarlos hacia el abismo, otra obra maestra de Gerard propició que Pedraza se plantara solo ante la portería azulgrana y le batiera en su segundo intento después de que el serbio repeliera el primer disparo.

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