La vuelta a casa hoy de los desalojados por el Topo, a falta de un último informe
La decisión depende de un análisis con georradar que 'escaneará' el entorno de la calle Zubieta para comprobar que la roca no tenga más 'tuberías' no identificadas
Los vecinos desalojados el pasado viernes por el desprendimiento en el sótano de un bloque de viviendas en San Sebastián como consecuencia de las obras ... del Topo bajo la playa de La Concha podrán volver a sus casas a lo largo del día de hoy casi con total seguridad. La prueba definitiva que determinará si los residentes de Zubieta 8 pueden recuperar la normalidad será un análisis complementario con georradar que se llevará a cabo esta mañana, aunque con las 19 perforaciones realizadas ayer, ya se observó que no parece que haya más 'bolsas' en la roca sobre la que está construido el edificio. Al margen de la decisión que se adopte con los vecinos, los trabajos de excavación del túnel en ese tramo, que se están acometiendo a una distancia de 120 metros del lugar donde se produjo el corrimiento de tierras, a la altura de los Relojes, pero a 25 metros de profundidad y a 20 metros hacia el mar, seguirán paralizados hasta que pueda garantizarse la seguridad del terreno.
El viceconsejero de Infraestructuras y Transportes del Gobierno Vasco, Antonio Aiz, se reunió ayer por tercer día consecutivo con las trece familias desalojadas, junto con el director técnico de la obra, José Mari Gutiérrez; Nekane Arzallus, concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de San Sebastián, y Jon Chávarri, director municipal del departamento. Las labores de sostenimiento del edificio «se están comportando bien y las muestras indican que no hay ningún problema estructural», corroboró el viceconsejero tras el encuentro, en línea con las primeras inspecciones hechas inicialmente.
Las claves
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Socavón: El hundimiento del sótano en el número 8 se produjo pese a que la obra causante está a 120 metros
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Obras paralizadas: Detenida la excavación del túnel bajo La Concha hasta que se garantice la seguridad del terreno
El episodio sucedido el viernes se debió a que una «tubería cárstica» no identificada por la porosidad del terreno, que conectaba el sótano de Zubieta 8 con el túnel que estaban excavando a una distancia de 120 metros empezó a filtrar agua. Según expuso José Mari Gutiérrez de forma gráfica fue «como si hubieran quitado el tapón de una bañera» y dicha «tubería succionara la arena que está bajo el edificio, descalzando uno de los pilares». El desprendimiento provocó el corrimiento de veinte metros cúbicos de tierra y un socavón de tres por tres metros en el sótano del edificio.
Resultados por la mañana
Los resultados de los análisis que se realicen esta mañana serán determinantes. Por un lado, los operarios terminarán de rellenar con hormigón la 'tubería' que provocó el hundimiento de tierra. Una tarea que según explicaron se ha ido realizando por fases para garantizar un correcto sellado de la oquedad.
Y por otro, un georradar que el mismo viernes fue trasladado desde Madrid se dedicará a hacer un escáner en Zubieta 8, 10 y el sótano del hotel de Londres, así como «de todo el paseo y la playa de La Concha, y los edificios adyacentes», informó Aiz. El objetivo es evitar que episodios similares puedan producirse a medida que la excavación del túnel avance hacia la plaza Xabier Zubiri, una vez que se retomen los trabajos. Esta máquina, indicó, «da información relativa a la morfología y composición de la zona cárstica y complementará los estudios hidrogeológicos ya realizados», una especie de escáner vertical de la roca, que permitirá «conocer con más detalle su composición» y si existen más galerías no identificadas.
El análisis del georradar complementará las 19 perforaciones efectuadas ayer bajo el bloque de Zubieta 8, y con los resultados, un informe geotécnico será el que establezca si los vecinos pueden volver a sus casas, «que es el objetivo principal».
Jon Chávarri reconoció que para las familias desalojadas no será fácil desprenderse de la incertidumbre de que un episodio similar pueda volver a suceder, pero subrayó que «lo previsible es que no se vuelva a repetir». Y se remitió a los resultados obtenidos hasta la fecha, que avalan la «estabilidad del edificio, sin daños apreciables en la estructura».
En cualquier caso, indicó que serán los técnicos de Euskal Trenbide Sarea (ETS) los que elaborarán hoy el certificado de seguridad que permitirá, casi con toda probabilidad, que puedan regresar a sus casas.
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