La villa incendiada en Donostia tendrá que ser derribada
La estructura interior de madera ha quedado colapsada y la fachada exterior corre riesgo de derrumbe hacia la Calzada de Egia y las vías del tren
La villa centenaria Euskal Kabiya, en el número 55 de la Calzada de Egia de San Sebastián, tiene los días contados. El incendio provocado que sufrió este martes a primera hora por parte de un joven que la ocupaba de forma ilegal obligará al derribo de un edificio que, antes de este suceso, ya tenía poco futuro porque pendía sobre él una licencia de derribo que estaba a punto de ser aprobada por el Ayuntamiento. El fuego ha acelerado los plazos para su desaparición.
Este miércoles a primera hora, los bomberos de San Sebastián seguían trabajando en la zona para controlar los últimos rescoldos en la estructura de madera de la villa, que ha quedado totalmente colapsada. Solo quedan en pie las fachadas exteriores, de piedra, pero hay serio riesgo de derrumbe hacia el jardín particular de la villa que linda con la Calzada de Egia, que a su vez transcurre en paralelo a las vías del tren. Fuentes de Urbanismo del Ayuntamiento han reconocido a este periódico que el destino del edificio en su situación actual es un derribo inminente. Por ahora, la Calzada de Egia permanece vallada y cerrada al tráfico de coches y peatones en ambos sentidos, mientras que los trenes funcionan con normalidad.
Responsables de Urbanismo, junto a bomberos y agentes de la Guardia Municipal, han inspeccionado esta mañana el estado del edificio y del solar que lo circunda, ya que se trata de una villa tradicional neovasca con jardín particular y un edificio anexo que se destinaba en su día a la casa del guarda y a los garajes, que no se ha visto afectado por el incendio. La villa fue construida en 1917 y no está protegida por el Peppuc municipal. Tras el incendio, su destino está abocado al derribo, aunque antes de que el edificio fuera ocupado por cuatro jóvenes de origen magrebí ya se habían iniciado los trámites para solicitar una licencia de derribo en el Ayuntamiento. El actual propietario de la villa es una inmobiliaria que ha presentado un plan especial para construir nueve viviendas de nueva planta en la parcela.
Dos incendios en tres semanas
En apenas tres semanas, San Sebastián ha perdido dos villas centenarias que estaban ocupadas ilegalmente a causa de sendos incendios provocados. Si el pasado 2 de marzo la villa Beste Aldekoa de Loiola fue pasto de las llamas por un conflicto entre los jóvenes de origen magrebí que vivían en ella como 'okupas', este martes ocurrió algo parecido con Euskal Kabiya de Egia, en la zona de Jai Alai. El presunto autor del incendio, un joven magrebí de 24 años, fue detenido poco después en la estación de autobuses y, en un primer momento, confesó ser el responsable del fuego. Se desconocen los motivos que le llevaron a prender fuego a la vivienda. Estos dos sucesos tan cercanos en el tiempo han vuelto a poner de actualidad el binomio entre ocupación e incendios provocados que sufre Donostia desde hace tres años, tiempo en el que se han contabilizado cinco episodios similares.
El incendio se inició el martes a las 7.50 horas en esta villa de Jai Alai y los bomberos tuvieron que trabajar durante todo el día en la Calzada de Egia para sofocarlo totalmente. Al menos, no se registró ningún herido. La investigación sobre el origen del fuego no ha podido iniciarse hasta este miércoles. Por el momento, hay un detenido como presunto autor del incendio, un joven de 24 años de origen magrebí que fue arrestado minutos después de iniciarse el fuego en una actuación conjunta de la Guardia Municipal y la Ertzaintza. Fuentes conocedoras de la investigación no concretan aún si se trata de uno de los cuatro jóvenes de origen magrebí que se cree que residían como 'okupas' en el edificio, deshabitado desde hace años.
Una historia que se repite
Incendios de este tipo no son un fenómeno nuevo en Donostia, que en los últimos tres años ha vivido hasta cinco episodios similares. El último ocurrió hace apenas tres semanas en otra villa del barrio de Loiola que quedó calcinada. Fuentes policiales creen que se habían instalado en ella al menos tres 'okupas' que fueron desalojados de unos pabellones de Adif en Mundaiz a finales de 2021. Casualmente, en esos pabellones también se decretaron dos incendios en 2019 y 2021 mientras estuvieron ocupados. Sin embargo, el suceso más grave acaecido en Donostia se produjo en marzo de 2019 en un edificio ocupado en la zona del Infierno, donde un hombre de 49 años falleció después de que otro de 51 años quisiera vengarse de su expareja y prendiera fuego al edificio. El autor fue condenado a 40 años de cárcel.
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La concatenación de este tipo de sucesos en Donostia lleva a pensar que puede haber un hilo conductor entre los ocurridos en el último año. Los investigadores no descartan que las mismas personas –o algunas de ellas– que ocupaban los pabellones de Mundaiz que fueron desalojados en 2021 pudieran haberse trasladado después a la villa de Loiola que resultó calcinada el pasado 2 de marzo. Incluso podrían tener relación con el incendio ocurrido el martes en la villa de Egia.