Solo un 7,3% de las más de 74.000 viviendas de Donostia con certificado energético son eficientes
Casi la mitad de los inmuebles de la ciudad se clasifican en la categoría E y el consumo promedio anual parte de los 68 kWh por metro cuadrado
La eficiencia energética avanza despacio en Donostia y continúa lejos de los objetivos de consumo fijados en el Plan DSS Klima 2050. Solo un 7, ... 3% de las 74.341 viviendas de la ciudad con certificado energético cuentan con una calificación eficiente (A, B o C), aunque el dato mejora ligeramente respecto al ejercicio anterior. Estos inmuebles más eficientes representan un 17 % de la superficie total certificada, un 2% más que doce meses atrás.
Según el último Informe de Sostenibilidad y Clima de la Fundación Cristina Enea, en 2023 se certificaron 10.049 viviendas, más del doble que un año antes. De ellas, un 8,8% obtuvo la calificación A, B o C, un 106% más que en 2022, y registran un consumo promedio anual de energía de 68 kWh por metro cuadrado.
Hay que recordar que el certificado energético evalúa la eficiencia del edificio o vivienda, calificándolo con una letra que va desde la A, para los más eficientes, a la G, para los menos. En San Sebastián, el numero de certificaciones registradas desde 2009 –cuando se aprobó el decreto que las regula– hasta finales de 2023 asciende a un total de 27.651, que corresponden a esas 74.341 viviendas, si bien en el cómputo se engloban también edificios destinados a otros usos. La mayoría de los inmuebles certificados de la ciudad (47%) se clasifican en la categoría energética E.
El informe, al que ha tenido acceso DV, refleja también que el consumo eléctrico en el ámbito doméstico bajó un 2% en 2023 hasta los 1.090 kWh por habitante, la cifra más baja del siglo. El consumo de gas, entretanto, descendió un 15,8%, con un promedio de 1.225 kWh per cápita. En cuanto a energías renovables, se produjeron 68,4 millones de kWh en 2023 (362 kWh/hab.), lo que representa un incremento del 19% respecto al año anterior, destacando en este apartado la central de biomasa del District Heating de Txomin Enea (+35%) y la planta de valorización de Zubieta (+17%). Subió la producción estimada de todas las fuentes, salvo la solar térmica y la minieólica, cuya capacidad instalada se mantiene en las mismas cifras desde 2014. Destaca la energía solar fotovoltaica, que duplicó sus registros debido principalmente al incremento del número de instalaciones de este tipo.
La distribución sectorial del consumo de electricidad en el municipio persiste en los mismos porcentajes de los últimos anos, si bien las variaciones desde 2020 han provocado un aumento en la representatividad del sector servicios en detrimento de los sectores residencial e industrial: la mitad del consumo corresponde al sector servicios (asciende del 52,1% en 2019 al 54% en 2023), un tercio corresponde al sector residencial (pasa del 32,4% en 2019 al 31,8% en 2023) y el resto, al sector industrial (desciende del 15,4 % en 2019 al 13,1 % en 2023).
El 42% del gas, doméstico
Respecto al reparto sectorial del consumo de gas, las variaciones durante 2023 han provocado un incremento en la representatividad del sector industrial en detrimento del sector doméstico, mientras que el sector servicios se mantiene en cifras parecidas: el consumo de gas en el sector doméstico representa un 42% del consumo total (suponía un 45% en 2022), seguido por el sector servicios con un 39% (38% un año antes) y el industrial con un 19% (tres puntos mas que el pasado ejercicio).
Reducir el consumo de energía es uno de los grandes retos del Plan DSS Klima 2050 del Ayuntamiento. Según explica el concejal de Medio Ambiente, Iñigo García, el consumo de gas y electricidad es «el principal foco» de las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en los hogares y establecimientos de la ciudad. El consumo eléctrico de estos sectores viene a representar el 85% de la demanda total, así como el 80% del gas consumido anualmente, lo que a juicio del delegado del PSE «evidencia la importancia del comportamiento y compromiso ciudadano para ahorrar energía y reducir costos».
Los objetivos del plan son reducir el consumo de energía en el municipio en un 20% para 2030 respecto a 2007 y alcanzar una cuota del 20% de renovables que, tomando como referencia el consumo anual de electricidad y gas en la ciudad, cubrirían con la producción actual apenas un 5,7% de la demanda.
Para llegar a estas metas, o al menos intentarlo, además de dotarse de una nueva ordenanza de Eficiencia Energética y Calidad Ambiental de los Edificios con criterios climáticos, el plan contempla el desarrollo de un programa de rehabilitación y regeneración de las edificaciones municipales, así como programas de ayudas, financiación y fiscalidad para la rehabilitación energética de las viviendas, potenciando especialmente la renovación de inmuebles construidos entre 1940 y 1980.
Obras en fachadas y cubiertas
Analizando los datos mas significativos hasta la fecha, que son los correspondientes a las licencias de obra menor en viviendas, las licencias de rehabilitación concedidas han afectado a 3.174 viviendas de la ciudad y a una superficie habitable de 359.587 metros cuadrados. En cuanto a la tipología de las obras, un 27% (72 obras) han sido rehabilitaciones de fachadas, un 26,6% (71 obras) rehabilitaciones de cubiertas, un 26,2% (70 obras) rehabilitaciones conjuntas de fachadas y cubiertas y el 19,5% restante (52 obras) intervenciones de carácter puntual.
Asimismo, en ocho de las intervenciones se sustituyeron completamente o parcialmente las ventanas del edificio y en cuatro de ellas hubo un cambio de las instalaciones térmicas. Por otro lado, en siete edificios se ha renovado la instalación centralizada de calefacción mediante licencias vinculadas a actividades.
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