La Semana Grande de... Lorena Bernal

«Nunca tuve sensación de peligro. Siempre veía a la misma gente»

Casada con el entrenador del Arsenal, Mikel Arteta; y madre de tres hijos (Gabriel, Daniel y Oliver), actualmente sigue ligada a proyectos de imagen en España. En el Reino Unido, su país de residencia debido al trabajo de su marido, mantiene un cómodo 'low profile' con el objetivo de centrarse en su carrera como 'life coach'.

- ¿Echas de menos tu ciudad?

- No me da tiempo. Cuando quiero cojo un avión y vengo a Donostia y, además, mi familia me visita continuamente. Lo que más echo de menos es la comida y la tranquilidad que me aporta esta ciudad. Desembarco en casa y me relajo considerablemente.

- ¿Y por qué has elegido precisamente Semana Grande para visitar San Sebastián?

- He optado por hacer esta escapada porque muchos de mis amigos y familia están aquí estos días. Y a mis hijos les encanta los fuegos artificiales, como a su madre de pequeña. De hecho, desearía que esta costumbre se convirtiera en tradición.

- Tengo mucha curiosidad por descubrir a aquella Lorena Bernal de adolescente...

- Durante el día, pasábamos muchas horas en la playa, íbamos al Paseo Nuevo a montarnos en todas las ferias que había... ¡No sé cómo no me daban miedo porque eran enormes! Tampoco perdonábamos las cenitas diarias en la playa mientras veíamos los fuegos artificiales. Como casi todos, éramos de costumbres.

- ¿Y de niña?

- Siendo más pequeña me acuerdo de haber disfrutado del cine al aire libre en Ondarreta. Había incluso conciertos. Una auténtica maravilla. Mis padres nos traían siempre. Me encantaba quedarme dormida en la playa viendo el cine. Ponían la pantalla grande en el muro... ¡Era una pasada!

- De todas formas, fuiste Miss España con 17 años. No creo que te diera demasiado tiempo a salir...

- Empecé a salir muy jovencita. Esto no sé si debería contarlo... (se ríe)

- Se puede, se puede. ¡Eso ya ha prescrito!

- Comencé a salir con 13 años por la 'Zona'. Después di el salto a Bataplán porque iba con mi madre y sus amigas. Ella me llevaba sólo 20 años. Eran otros tiempos. Además, nunca he bebido alcohol, era muy responsable, pero me gustaba salir, bailar, estar con conocidos... Nunca tuve sensación de peligro porque siempre veía a la misma gente.

- ¿La fama cambió tus costumbres?

- Al principio no. Es verdad que pasé a que me conociera mucha gente, pero en Donostia me sentía muy cómoda. Con el paso de los años comencé a venir menos, y es ahí cuando noté el cambio. Pero nunca he dejado de sentir el calor y el cariño de la gente. Te diré más: no miro ni lo que me pongo, ni si me peino o maquillo... Estoy muy relajada en mi ciudad.

- ¿Y el plan favorito de tus tres hijos? Todavía no están en edad de salir por la noche...

- Les encanta ir a la playa, jugar al fútbol, estar con la familia, cenar en la calle, analizar cada noche el espectáculo pirotécnico, el helado de rigor...

- Sabor de...

- El que sea al beso. Nos gusta degustar ese chocolate caliente que se enfría mientras cubre el helado. No lo podemos remediar. Además, en otros lugares no hay y mira que viajamos.

- Y con lo que te gustaban a ti las ferias... ¿A ellos?

- A las barracas no les he llevado todavía. Encima las ven a diario desde cualquier punto y les encanta. Si te soy sincera, me da un poco de miedo porque se suben a todo. Algo parecido a lo que hacía yo de jovencita con la diferencia que ahora soy yo la madre.

- ¿Y a partir del domingo qué?

- Volveremos al Reino Unido. Ellos al colegio y yo a mi trabajo. Es verdad que me siguen llamando para muchas cosas. En España estoy centrada en todo lo referente a la interpretación y en Inglaterra en mi faceta de 'coach'. Siempre me ha gustado abordar todos los temas referentes a la salud mental y a las emociones. Estoy encantada.