Los proyectos donostiarras seducen a la UE

Destino turístico sostenible. Con un coste total de 5,1 millones, de los que Europa pondrá 4,4, la estrategia local para avanzar hacia la sostenibilidad de Donostia como destino contempla actuaciones como mejorar el Camino de Santiago en Ulia e Igeldo, renovar el albergue de Artikutza, mejorar la accesibilidad del Hipódromo y renovar el palco, desplegar fibra óptica en la Parte Vieja, comprar un autobús eléctrico para conectar el parking disuasorio de Illunbe con el Centro, conceder ayudas para la instalación de puntos de recarga de coches eléctricos, ampliar la información turística a los barrios y desarrollar apps y webs específicas para distintos colectivos.

Innovación en el comercio local. El proyecto para preservar y poner en valor la identidad de la comunidad comercial incluye inversiones en la vía pública como la reurbanización de Sancho el Sabio o la incorporación de elementos 'smart' al mobiliario urbano, la digitalización del sector con nuevos sistemas de comunicación y venta electrónica, la monitorización de datos, la optimización de las operaciones de distribución (última milla) y la creación de una plataforma de formación en idiomas para atender a los turistas extranjeros. A este fin se destinarán 2 millones, de los que 1,3 corren a cuenta de la UE. También habrá 1,4 millones más para decorar los ejes comerciales, dinamizar el sector en canales digitales y redactar un plan de transición ambiental, entre otros.

Cuidados de larga duración. La estrategia de Acción Social contará con 246.000 euros de los fondos Next para implantar el modelo de atención centrada en la persona en la asistencia domiciliaria a dependientes, ofrecer apoyo a las familias cuidadoras para prevenir su desgaste y mejorar la calidad de vida de las personas en el hogar, así como las competencias de los profesionales del servicio.

Transporte urbano. La transformación digital y sostenible de los servicios de Dbus atraerá 18,7 millones, casi la mitad de los 39 millones que cuestan los tres proyectos en marcha. Entre las acciones previstas, la compra y puesta en marcha de veinticuatro autobuses eléctricos, la electrificación de cocheras y establecimiento de puntos de carga, la digitalización de medios de pago y eliminación del efectivo, la instalación de paradas y marquesinas inteligentes o la ampliación del sistema de alquiler de bicicletas Dbizi, por citar algunos.

Modernizar la administración. La transformación digital de las relaciones entre el Ayuntamiento y la ciudadanía ha conseguido captar 700.000 euros, que se emplearán en mejorar el apartado de contacto de la web municipal y desarrollar una app móvil, instalar cámaras de seguridad inteligentes, mejorar la infraestructura de servidores para el teletrabajo o crear un centro de operaciones de ciberseguridad.

Gestión de las aguas pluviales. Desde Bruselas llegarán 1,6 millones para la creación de dos estanques en el bosque de Miramon que permitan controlar los caudales punta de las aguas pluviales y mejorar la calidad de las aguas vertidas al Urumea y la recuperación de las regatas de Ibaeta y Morlans. Para las redes de agua potable y saneamiento se esperan otros 9,5 millones.

Eficiencia energética. Los dos proyectos planteados en este capítulo suman 1,2 millones, de los que los fondos europeos cubrirán algo más de 700.000 euros. Con este presupuesto se construirá una caldera de biomasa para calefacción en la escuela Zuhaizti-Aldakonea y se instalarán placas fotovoltaicas en una docena de edificios municipales, como los colegios Amara Berri, Aiete, Urdaneta, Aitor e Igeldo o los polideportivos de Pío Baroja, Paco Yoldi y Manteo, además del frontón de Bidebieta y otras instalaciones públicas de Morlans e Igara.

Personas sin hogar. En Egia, con un presupuesto de 1,7 millones de los que hay ayudas por 1,4 millones, el edificio de Villa Salia se transforma ya en un centro especializado de atención a familias con menores en situación de vulnerabilidad o desprotección, con centro de día para personas sin hogar. El inmueble contará con mejoras de eficiencia energética, sostenibilidad, accesibilidad, habitabilidad y seguridad.

Obras en el Velódromo. El recinto ciclista de Anoeta necesita reformas y para ello se han solicitado 2,5 millones, dinero con el que se prevé cubrir los costes de mejora de la eficiencia energética, conservación del edificio y otras inversiones en mejora de la accesibilidad y la habitabilidad. Actuaciones similares se abordarán en el centenario teatro Victoria Eugenia, el parque de Cristina Enea y la biblioteca municipal y terraza de Alderdi Eder.

Gastronomía sostenible. Los valores verdes se instauran en la hostelería, uno de los motores económicos y turísticos de la ciudad. Con una partida de 2,1 millones cubierta en su totalidad por los fondos Next Generation, Donostia trabajará para impulsar una gastronomía sostenible e innovadora, dar valor al producto local y mejorar la eficiencia energética y la reducción de energía en la elaboración de productos gastronómicos y turísticos, entre otros proyectos.

«Un gran salto» para la ciudad. Eneko Goia explica que la concurrencia a estas ayudas ha supuesto «un gran esfuerzo» para la administración municipal, dado el volumen de burocracia y condiciones a cumplimentar para poder acceder a los fondos. En este sentido, el Ayuntamiento ha hecho «un gran esfuerzo técnico y administrativo», subraya. El alcalde califica de «mayúsculo» el reto de gestionar bien los fondos. «El dinero de la UE está condicionado a la ejecución de los proyectos a tiempo. Si no, se corre el riesgo de perderlo», advierte. Goia señala que la concesión de estas ayudas va a suponer «un gran salto» para Donostia. «Vamos a poder ir mucho más rápido en muchos proyectos y ámbitos que sin estos fondos», afirma el regidor donostiarra.