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La Guardia Municipal desmantela un asentamiento ilegal cada cinco días, una media que refleja tanto la proliferación de este tipo de campamentos como la constancia ... de las autoridades en su erradicación. Según los datos ofrecidos por el concejal de Seguridad, Bomberos y Protección Civil, Martin Ibabe, entre 2024 y 2025 los agentes de la comisaría de Morlans han retirado 92 asentamientos, 64 de ellos el pasado año.
Por barrios, Amara Berri y el Antiguo son los que más actuaciones de limpieza registran, con 19 cada uno, lo que supone el 40% del total. Les siguen el Centro, con 12, Gros (11), Intxaurrondo y Egia (7), Riberas-Loiola (6), Ategorrieta-Ulia (5), Altza (2) y Parte Vieja (1). Los meses de mayor actividad policial en este periodo han sido marzo de 2025, con una decena de desmantelamientos, y octubre y febrero de 2024, con 9 campamentos retirados.
El delegado del PNV explica que como asentamiento se entiende la localización de una o más personas sin hogar con diferentes enseres que hace su vida de forma estable. «Pueden ser zonas apartadas rodeadas de maleza o edificios o locales abandonados, a los que estas personas acceden y establecen sus pertenencias», señala Ibabe, quien destaca la importancia de los «controles dinámicos» realizados por la Guardia Municipal.
«Los agentes hacen rondas de forma habitual para controlar los diferentes asentamientos detectados o descubrir otros nuevos, principalmente tras recibir denuncias o avisos de vecinos o ciudadanos que pasan por el lugar», afirma el responsable de Seguridad. La Guardia Municipal gira cada semana entre 8 y 10 visitas a los lugares detectados para comprobar cuántas personas hay y el estado en el que se encuentran.
En su labor de control, los guardias pueden toparse con asentamientos en la vía pública, pero también en propiedades de titularidad privada. En este caso, únicamente se comprueba cuántas personas hay y cómo están. Cuando son en la calle, se informa a los ocupantes de que se trata de una actividad contraria a la Ordenanza de Civismo –en concreto al artículo 34 sobre acampada– y que, por lo tanto, deben abandonar el lugar. Durante los días posteriores se comprueba si se han marchado o no. Si el asentamiento es de dimensiones considerables, se solicita el apoyo de la contrata de mantenimiento para retirar los enseres apilados. Los moradores son informados sobre cuándo se va a proceder a la retirada y limpieza del campamento ilegal y después pueden acudir a recoger las pertenencias que no terminan en la basura o en las estaciones de reciclaje, como tiendas de campaña, mesas o sillas.
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