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El Ayuntamiento de San Sebastián ha puesto este viernes punto y final al proyecto del centro comercial proyectado en San Bartolomé, una operación, la de regenerar este ámbito, que se remonta a 2008. La transformación del Cerro de San Bartolomé ha sido uno de los proyectos urbanos más complejos y significativos de Donostia en las últimas décadas, un tiempo en el que el consistorio ha cambiado de manos con alcaldes de tres colores políticos distintos. Estas son las fechas clave de este proyecto que ha explicado esta mañana el alcalde Eneko Goia.
Tras varios intentos fallidos y dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y del Tribunal Supremo, en 2008, con Odón Elorza en la Alcaldía, se aprueba una nueva propuesta para regenerar el ámbito de San Bartolomé. Se crea la Sociedad San Bartolomé Muinoa, encargada de gestionar todas las actuaciones. Ese proyecto inicial contemplaba: el derribo y realojo de 174 viviendas y locales, el traslado de los cuarteles de la Policía en Aldapeta y la construcción de un nuevo colegio para la Compañía de María.
La viabilidad económica dependía, según ha indicado Goia, «de unas previsiones ambiciosas: ventas de viviendas libres por encima de 9.000 €/m², cálculo que fue realizado en tiempos donde el alcalde era Odón Elorza», indican desde el PNV.
La crisis económica puso en jaque toda la operación. Cabe recordar que en 2010 habían comenzado ya los primeros derribos. Así lo ha expresado también Goia: «con los derribos ya iniciados, con las familias fuera de sus casas, con un préstamo de 100 millones de euros que debía devolverse y con las ventas paralizadas y por debajo de lo esperado (5.000 €/m²)...». En este contexto, San Bartolomé estuvo al borde del fracaso, ha explicado el alcalde.
Originalmente, en el proyecto de 2008, la operación de San Bartolomé no incluía ni hotel ni centro comercial. Sin embargo, el alcalde Juan Karlos Izagirre (Bildu) se vio obligado hace una década a introducir estas modificaciones para garantizar la viabilidad del proyecto –obteniendo con ello ingresos adicionales para compensar el desplome de los precios y una posible insolvencia del proyecto– y la de las más de 500 viviendas que ha incorporado a la ciudad.
Así, durante el mandato de Izagirre y con el apoyo de todos los grupos políticos, se aprobó por unanimidad una modificación del plan general que incluía transformar parte del antiguo edificio del Colegio Compañía de María en una parcela hotelera (actual hotel Catalonia); reubicar las viviendas inicialmente previstas allí a la zona del extremo sur del Muro, donde se encontraba la antigua casa de baños (un bloque residencial en la esquina de Easo-Lizarra también ya ejecutado) y el centro comercial con parking, que ahora apunta a su paralización.
La construcción de este centro comercial ha estado desde un inicio envuelta en polémica. Desde que se anunciara este desarollo hace una década, han sido varias las asociaciones de vecinos y colectivos que han mostrado su rechazo y se han unido para pararlo en los tribunales, un litigio que todavía no se ha resuelto y que generaba incertidumbre sobre los intereses de la promotora Midfield Capital.
En septiembre de 2024, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de San Sebastián aprobó la licencia de obra para la construcción del centro comercial que completaría la operación del cerro de San Bartolomé. El grupo inversor local Midfield Capital es el promotor de este nuevo espacio. El plazo de construcción previsto entonces es de 36 meses (tres años) con vistas a abrir el centro comercial a comienzos de 2028.
El exalcalde socialista Odón Elorza y su entonces concejal de Urbanismo, Jorge Letamendía, critican ya ese mismo mes que la operación urbanística de San Bartolomé no necesitaba el centro comercial.
Ambos presentan un recurso a finales de 2024 para que se anule la licencia de obras argumentando que el centro comercial proyectado incumple la dotación mínima de zonas verdes y espacios libres al estar ubicadas estas sobre un aprovechamiento lucrativo privado.
Con base en las denuncias de Elorza, EH Bildu y Elkarrekin Podemos solicitan a la Secretaría General del Ayuntamiento un informe de legalidad sobre la licencia.
El informe jurídico municipal indica que la licencia aún no puede ser objeto de fiscalización porque se han presentado recursos de reposición que aún no están resueltos. No obstante, la licencia es la culminación de un expediente que incluye «todos los informes necesarios» y en la que no figura «ninguna condición relativa a la dotación de espacios libres».
En febrero de este mismo año, el Ayuntamiento de San Sebastián avala la licencia del centro comercial de San Bartolomé que recurrió Odón Elorza. La Junta de Gobierno alega que las alegaciones sobre cumplimiento de las dotaciones mínimas de zonas verdes se refieren a cuestiones que no son objeto o materia de la licencia recurrida. Las alegaciones de la parte recurrente no desvirtúan los informes técnicos favorables que han servido de base para la concesión de la licencia. No se justifica la desnaturalización de la ladera y además el proyecto incluye un estudio paisajístico que garantiza que la ladera se mantendrá como espacio verde.
El 4 de abril, la Plataforma Ciudadana San Bartolomé, una iniciativa impulsada por Odón Elorza para frenar el proyecto de centro comercial, anuncia que hace unos 20 días ha presentado un recurso en los juzgados contencio-administrativos de San Sebastián para frenar esta operación.
Este 11 de abril, el alcalde Eneko Goia anuncia la decisión de paralizar la construcción del centro comercial y del parking.
Créditos
Narrativa visual Amaia Oficialdegui
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