Eneko Goia se muestra «tranquilo» ante la paralización de forma cautelar de las obras del Bellas Artes
El alcalde de San Sebastián afirma que «cuando dimos la licencia de rehabilitación lo hicimos con la total seguridad de que se cumple la legalidad»
El pasado lunes hubo un nuevo giro de tuerca en el caso Bellas Artes. El Juzgado Contencioso-Administrativo número 3 de San Sebastián suspendió de forma cautelar las obras en el edificio Bellas Artes, atendiendo a la petición realizada por el colectivo de defensa del patrimonio Áncora. Este miércoles, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, se ha mostrado tranquilo ante el nuevo revés. «Cuando dimos la licencia de rehabilitación lo hicimos con la total seguridad de que se cumple la legalidad, como no podía ser de otro modo. Por esa parte, estamos tranquilos», asegura.
El juzgado, en un auto dictado el pasado viernes, aprecia «circunstancias de especial urgencia» para ordenar la paralización de los trabajos de «derribo interior, rehabilitación y ampliación» autorizados por el Ayuntamiento para transformar el inmueble, propiedad de la Sociedad Anónima de Deportes y Espectáculos (SADE), en un alojamiento turístico. «Hay poco que decir sobre este tema. Han presentado un recurso y la Justicia decidirá. Veremos qué procedimiento se sigue».
El alcalde asegura que «la protección del edificio es el que establece el Peppuc y en base a ello concedimos la licencia». Cree que este tema «no da más de sí» y reitera, «¿a dónde nos lleva este recurso?».
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El juez da un plazo de tres días, a partir de este miércoles, al Ayuntamiento y a la Sade para que realicen las alegaciones o aporten la documentación que consideren pertinentes. Transcurrido el plazo, el juez o el tribunal dictará un nuevo auto sobre el levantamiento, mantenimiento o modificación de esta medida, que podrá ser recurrible por las partes.«Destrucción completa»
«Destrucción completa»
Áncora ha convocado poco después a los medios para volver a denunciar que la obras de reforma del antiguo cinematógrafo se iniciaron «en secreto y a puerta cerrada» y que el proyecto previsto para levantar un alojamiento turístico con 84 habitaciones supondrá «la destrucción completa de su interior» y «la modificación sustancial en el diseño y composición de las fachadas».
Los miembros de la asociación, que han estado arropados por concejales de EH Bildu, PP y Elkarrekin Donostia, han señalado que «sin duda habrá pesado» en el ánimo del juez que solicitó la paralización cautelar «la singularidad de este edificio» y que no solo se limitó a considerar su catalogación como Bien Cultural de 2015 (revocada en 2017).
Han advirtido que «los argumentos que sostienen nuestras pretensiones se desvelarán cuando se produzca la formulación de la demanda» y que, si se consumase el derribo, «se estaría produciendo un perjuicio de imposible o de muy difícil reparación». Por ello han pedido al gobierno municipal «que apoye la suspensión de las obras y dé marcha atrás».