La justicia paraliza de forma cautelar las obras en el Bellas Artes
Atiende a la petición de Áncora y basa su decisión en la catalogación del edificio como Bien Cultural, aunque la misma quedó sin efecto en 2017
El Juzgado Contencioso-Administrativo número 3 de San Sebastián ha suspendido de forma cautelar las obras en el edificio Bellas Artes, atendiendo a la petición realizada por el colectivo de defensa del patrimonio Áncora. El juzgado, en un auto dictado el pasado viernes, aprecia «circunstancias de especial urgencia» para ordenar la paralización de los trabajos de «derribo interior, rehabilitación y ampliación» autorizados por el Ayuntamiento para transformar el inmueble, propiedad de la Sociedad Anónima de Deportes y Espectáculos (SADE), en un alojamiento turístico.
El magistrado que firma la resolución considera acreditada la urgencia de la misma por la prueba documental que Áncora aportó en su solicitud (una fotografía de operarios trabajando en el interior del edificio) con la que se demuestra que las obras ya habrían comenzado.
El juzgador fundamenta su decisión de proteger de forma provisional el viejo cinematógrafo alegando que el Bellas Artes fue inscrito en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco en 2015, lo cual, a su entender, implicaría que su «derribo interior y la intervención sobre las fachadas», autorizadas por la licencia otorgada por el Ayuntamiento, conllevaría un «perjuicio irreparable». Sin embargo, la instancia judicial no atiende al hecho de que dos años depués el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) dio la razón a sus propietarios al determinar que el edificio se hallaba «en ruina fáctica», lo que llevó poco después al Gobierno Vasco a retirarle esa categoría de Bien Cultural.
El juez da un plazo de tres días, a partir de este próximo miércoles, al Ayuntamiento y a la Sade para que realicen las alegaciones o aporten la documentación que consideren pertinentes. Transcurrido el plazo, el juez o el tribunal dictará un nuevo auto sobre el levantamiento, mantenimiento o modificación de esta medida, que podrá ser recurrible por las partes.
Áncora considera que el juzgado «ha visto que sobre este edificio concurre una situación excepcional, y que hay valores extraordinarios que están en riesgo» y recuerda que es «el único edificio de España sobre el que pesa una alerta mundial por parte del Icomos». Por ello pide al Ayuntamiento que «apoye la suspensión de la obra y reconsidere la licencia de derribo otorgada», ya que tiene recursos para hacerlo «si tiene voluntad». «Si posteriormente fuese demostrado que el cinematógrafo se derribó de forma irregular, podría dar lugar a una indemnización millonaria», advierten.
