Donostia vuelve a cuidar sus regatas
Ecología. ·
El proceso de renaturalización de los arroyos urbanos que comenzó hace casi una década ha permitido recuperar ecosistemas fluviales de calidad en los que la flora de ribera ha sustituido las canalizaciones de hormigónEl Ayuntamiento lleva años embarcado en una aventura ecológica para recuperar las regatas existentes en el municipio. Se trata de una política de naturalización de ... estos canales que se impone tras décadas de ocultación bajo capas de hormigón, una forma de devolver a la vida corrientes de agua que habían sido devoradas por la civilización. En 2023 llega el turno de las de Ibaeta y Morlans y a futuro se intervendrá en la que discurre por Añorga Txiki y el Infierno.
El historial de acciones es largo. Desde 2015, en colaboración con URA y la Diputación, se trabaja en la supresión de elementos artificiales como la presa de Igara, permitiendo que el arroyo recuperara la continuidad longitudinal que había perdido por la presencia de la presa. En 2018 se actuó en la regata que discurre por el Golf Basozabal. Pese a ser propiedad privada, los gestores del golf entendieron la importancia de la actuación permitiendo la renaturalización del arroyo. Ese mismo año, URA retiró un muro de mampostería del arroyo Molinao.
En 2020 se actuó en el río Landarbaso, en colaboración con URA. Sepretendía conseguir un cauce más natural y diversificado que constituyera un hábitat de interés para comunidades biológicas gracias a la retirada de once azudes. Con esta acción se quería además recuperar los procesos hidromorfológicos y la continuidad longitudinal del cauce del río
En 2022 se empezó a renaturalizar el arroyo Errekatxulo, que discurre a través del polígono de Belartza, una actuación que se enmarca en el proyecto Life-IP Urban Klima 2050, englobado en el Plan de Lucha contra el Cambio Climático. Esta regata se canalizó hace unos años por exigencias de la construcción del polígono industrial, desviando entonces el trazado por el que discurría de forma natural. La actuación se acometió en el fondo de valle norte de Belartza, devolviendo su trazado sinuoso al arroyo en lugar del rectilíneo que se diseñó de forma artificial y sustituyendo la estructura de hormigón que lo canalizó por materiales naturales, tratando así de devolverle su potencial ecológico, en el que flora y fauna han empezado a crear un ecosistema fluvial de calidad.
«Restaurando las regatas y arroyos favorecemos su papel como corredores ecológicos», explica la edil del PSE Garmendia
Gracias a los Fondos Europeos Next Generation, en 2023 se actuará en la regata de Ibaeta. El objetivo es regenerar la aliseda y el humedal que discurre por la zona. Es, por tanto una doble operación: restaurar la vegetación de ribera y mejorar la calidad del agua del humedal al sur del campus universitario. Ya se ha procedido a su limpieza y regeneración natural, eliminando residuos y las escorrentías de un parking cercano que vertía sus aguas sucias en la regata. Se busca restaurar el ecosistema fluvial, la vegetación de ribera, eliminando algunas plantas invasoras, y generar una nueva aliseda cantábrica de interés comunitario. Ello contribuirá a aumentar el número de especies vegetales y a ampliar el hábitat de especies en peligro de extinción.
En cuanto a la regata de Morlans, se actuará sobre un tramo del cauce que desciende de Arbaizenea y que al llegar junto al bidegorri que discurre por el túnel, se encuentra hormigonado. Se trata de sustituir la situación actual por un sistema de escalones a base de piedras y troncos más acorde con la naturaleza. El presupuesto para mejorar ambas regatas es de 294.000 euros.
«Estas acciones y las que se sigan realizando en el futuro van a permitir mejorar la biodiversidad urbana que tantos bienes y servicios brinda a la ciudadanía y que esta utiliza directa e indirectamente. Además, se logrará una mejora en la conectividad, recuperando áreas de contacto que se habían perdido por fragmentación del hábitat. Si se eliminan presas en los ríos se restaura la conectividad ecológica de los cauces fluviales. Y restaurando ríos y riberas favorecemos su papel como corredores ecológicos, facilitando los desplazamientos y el refugio de la fauna silvestre», explica la concejala de Ecología, Marisol Garmendia.
La delegada del PSE recuerda que durante décadas los arroyos donostiarras han sufrido múltiples alteraciones, no solo en relación a la calidad del agua por la presencia de vertidos, sino también a su funcionalidad -detracciones de agua, encauzamientos, presas y azudes..- que han deteriorado significativamente su calidad ecológica.
Red de cauces menores
En los últimos años se ha concedido una mayor importancia al medio ambiente fluvial. En 2011, el Departamento de Biodiversidad y Calidad del Medio Ambiente inició el estudio de los arroyos y regatas pertenecientes al municipio. El objetivo principal era cartografiar la red de cauces menores y estudiar ciertos aspectos de los arroyos, haciendo una valoración que permitiera conocer el estado general de cada arroyo. La condición ambiental de los mismos se evaluó teniendo en cuenta factores como el estado de la ribera (condición y cantidad de vegetación), alteraciones (canalizaciones, entubamientos, infraestructuras, actividad ganadera...), transparencia del agua, residuos (presencia de plásticos, estiércol...), especies invasoras y especies de interés naturalístico.
Se comprobó que la mayoría de los cauces no discurren de modo natural, sino que han sufrido distintos impactos ambientales. Se observaron canalizaciones, cambios en el trazado y presencia de obstáculos como presas o azudes. También se comprobó la presencia de flora invasora como el plumero de la Pampa (Cortaderia selloana), budleya (Buddelaja davidii) o el bambú japonés (Fallopia japonica). Estas especies se han ido extendiendo, en mayor o menor medida, por todo el término municipal a lo largo de estos años.
En el parque de Miramon se crearán dos estanques de tormentas para evitar que las aguas pluviales inunden la zona de Anoeta
En 2012 se continuó con el estudio de más arroyos y regatas, en esta ocasión centrándose en la geolocalización, computo y medición más exacta de las artificializaciones (canales, tuberías, rellenos, presas...) presentes en regatas ya analizadas en 2011 y en otras nuevas que se fueron incorporando a la base cartográfica iniciada el año anterior. Se pudieron inventariar 60 artificializaciones diferentes, distribuidas en 28 arroyos de 10 zonas del municipio.
El Ayuntamiento lleva asimismo a cabo una serie de actuaciones para mejorar de forma sostenible la gestión medioambiental de las aguas pluviales y regatas, con el objetivo de reducir el riesgo de inundaciones en determinadas zonas de la ciudad, como la de Anoeta. Precisamente, un proyecto donostiarra fue seleccionado en julio de 2022 por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Se empezó a ejecutar en octubre y las actuaciones, con un presupuesto de 1,6 millones, finalizarán en otoño de 2024.
Lo que se busca es disminuir el riesgo de inundaciones en Amara mediante la reducción de los caudales y volúmenes de agua que se vierten en ella. Para ello, se acometerá la creación de dos estanques abiertos de retención de aguas en el parque de Miramon que posibilitarán la infiltración progresiva del agua retenida. «Supone un cambio importante respecto del sistema empleado hasta la fecha, aplicando soluciones basadas en la naturaleza», subraya Garmendia.
Con la solución aprobada, se reducen los caudales de pluviales en episodios punta, las aguas que van a parar a la regata de Anoeta, mejorando al mismo tiempo la calidad de agua que se vierte al Urumea. El primero de los estanques, con una capacidad de 880 metros cúbicos, se ubicará en la regata Pakea, junto a la Variante. El segundo estará junto al paseo de Miramon y tendrá un volumen de almacenamiento de 423 metros cúbicos. El presupuesto destinado a esta intervención es de 1,2 millones de euros.
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