San Sebastián trata de verificar si la vivienda de VPO de Atotxa se puede vender por 637.000 euros

Y es que Etxegintza debe confirmar primero que no le asiste ese derecho en virtud del llamado 'modelo Donosti' de VPO, una normativa que empezó a aplicarse precisamente en esta promoción según la cual si pasados los 20 años en que los pisos construidos antes de 2003 pasan a ser libres, si el adjudicatario desea venderlo, debe hacerlo por el precio actualizado de la VPO en ese momento. En caso contrario, si se observa que se intenta vender más caro, el Ayuntamiento tiene derecho a hacerse con él a precio VPO.

Sucede que en Atotxa conviven al menos dos tipologías de viviendas, según explicó en este periódico el concejal delegado de Urbanismo en 2002 y promotor del 'modelo Donosti', Jorge Letamendia. Las adjudicadas por sorteo por el Ayuntamiento de San Sebastián, sujetas a esta prerrogativa, y otras, que él cifró en unas 60 pero que este martes Etxegintza redujo a 32, que fueron adjudicadas libremente por Brues (la constructora que edificó la promoción), que no están limitadas por ese cortafuegos.

La cuestión a resolver para determinar si la venta de esa VPO por ese precio es legal o no en este caso, es si la vivienda en cuestión es de las adjudicadas por Brues, en cuyo caso la venta es libre y Etxegintza no podría objetar nada, o pertenece a las sorteadas por el Ayuntamiento de San Sebastián, con lo que no podría venderse más que por un precio preestablecido. Una tarifa que, según explican las fuentes municipales consultadas consiste en la fórmula: precio inicial + IPC desde la compraventa – 0,5 correspondiente a la depreciación anual del derecho de superficie.

Las mismas fuentes admitieron que Etxegintza aún no ha podido confirmar si el polémico piso pertenece a uno u otro grupo, pero sí aseguraron que de tratarse de una vivienda del segundo tipo, el Ayuntamiento de Donostia «ejercerá su derecho de compra por el precio establecido, como se hace siempre». Explica el Ayuntamiento de San Sebastián que «cuando tenemos algún derecho de adquisición preferente, las viviendas nunca quedan al mercado libre; su transmisión siempre se hace en las condiciones de VPO, bien autorizándolo entre particulares –lo habitual–, o ejerciendo el derecho de recompra».

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La inmobiliaria Aitor, encargada de gestionar la venta de la vivienda de VPO en Atotxa, tampoco pudo arrojar luz a este respecto. Consultado por este diario, un responsable de la empresa señaló que, «en principio, el único condicionante que tiene esta vivienda es el derecho de superficie, como ya se indica en el anuncio». Un derecho según el cual las VPO construidas antes de 2003 (ese año cambió la normativa y desde entonces en Euskadi una VPO no deja de serlo nunca) que a los 20 años pasan a ser libres, lo hacen pero de forma limitada, ya que a los 75 años de la adjudicación (55 desde la 'liberación'), la vivienda debe ser devuelta a la institución promotora (Gobierno Vasco, ayuntamiento...), como sucede con la vivienda de Atotxa.