Defensa levantará los nuevos cuarteles del Ejército en los terrenos de la hípica de Loiola
El proceso para el traslado de los militares arranca ya con el lanzamiento del pliego de condiciones del contrato conjunto para la redacción del proyecto y las obras de urbanización del nuevo emplazamiento
El nuevo acuartelamiento militar de San Sebastián que sustituirá a las actuales instalaciones de Loiola se ubicará no muy lejos de estas, en los terrenos ... que hasta hace tres años albergaba la Hípica de San Sebastián. Ese solar se localiza también en el barrio de Loiola, en la ribera opuesta del río Urumea, a menos de 500 metros de la entrada principal del cuartel actual. Era la opción que tenía más boletos y no ha habido sorpresas. Otra posibilidad era la yeguada Lore-Toki, entre Rekalde y Hernani, junto al museo Chillida-Leku y también propiedad del Ministerio de Defensa.
La confirmación viene tras el lanzamiento por parte de Defensa del pliego de condiciones que regirán el contrato conjunto para la redacción de los proyectos (básico y de ejecución) del nuevo cuartel y la ejecución de las obras de urbanización de la futura sede. El documento, al que ha tenido acceso DV, sitúa la construcción del nuevo cuartel en la antigua hípica y establece un presupuesto base de licitación de estos tres procesos de 5,25 millones de euros (IVA incluido), de los que las obras de urbanización no podrán superar los 5 millones.
La decisión del Ministerio de promover una adjudicación conjunta de diferentes etapas del proceso constructivo da fe del ritmo acelerado que el Gobierno aspira a imprimir a la edificación de los nuevos cuarteles una vez que el Ayuntamiento de San Sebastián ha ejecutado en julio de este año la compra de los terrenos de los cuarteles actuales para levantar en esa parcela un nuevo barrio con 1.700 nuevas viviendas, todas de protección pública (VPO y tasadas). Como se recordará, el precio de esta compraventa negociada durante décadas ha sido de 73,3 millones de euros.
El Ministerio tiene cuatro años para desalojar los cuarteles actuales y trasladar a los militares
Es más, el pliego de condiciones está firmado en mayo de este año, antes incluso de que se cerrara una operación que se ha demorado más de lo esperado no solo por las dificultades iniciales para alcanzar un acuerdo político y económico entre Donostia y Defensa. También por la aparición de recursos judiciales y trabas administrativas.
Superados todos esos escollos y con la propiedad del suelo de los cuarteles activos ya en manos del Ayuntamiento, Defensa tiene cuatro años para desalojar las instalaciones militares, un plazo que podría ampliarse hasta cinco por necesidades del Ejército pero que nadie quiere agotar.
Así será el nuevo cuartel
El nuevo destacamento del Regimiento de Infantería 'Tercio Viejo de Sicilia' nº67 –la unidad adscrita a la capital de Gipuzkoa– se levantará sobre el terreno que utilizaba el Real Club Hípico, de 79.000 metros cuadrados (7,9 hectáreas). Quedará libre otra parcela separada de 23.000 m2 que no tiene uso. Se urbanizará la primera, dejando la segunda «disponible para actividades que no requieran de urbanización salvo quizá un vallado perimetral que delimite la propiedad».
Las instalaciones se dividirán en cinco zonas: adiestramiento, logística, mando, vida y seguridad. La primera consistirá en explanadas y áreas para la ejecución de ejercicios tácticos y de formación, con conexión directa con la zona logística y sin interferir en el resto del cuartel.
Los nuevos cuarteles
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Dónde En los terrenos que hasta hace 3 años albergaba el Real Club Hípico de San Sebastián, en el barrio de Loiola.
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Superficie Ocuparán las mismas 7,9 hectáreas que la hípica, dejando otra parcela de 2,3 Ha. disponible para actividades que no requieran de urbanización.
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Presupuesto 5,25 millones de euros para la redacción de los proyectos básico y de ejecución y la ejecución de las obras de urbanización del terreno. De esa cantidad, la urbanización no puede exceder los 5 millones.
La zona logística será el núcleo funcional del acuartelamiento, deberá tener conexión directa con el área de instrucción y estar alejada de la zona de vida. Esta última acogerá zonas de alojamiento para tropa y mandos, comedores, jardines y zonas de esparcimiento para los militares. Se situará en una «posición resguardada, con acceso restringido desde la zona de seguridad».
Esta es la que rodeará el perímetro principal del enclave, y en ella se localizarán los accesos, el cuerpo de guardia, la caseta técnica y la red de vigilancia perimetral.
Por último, lo primero que se encontrarán quienes accedan al futuro recinto una vez superados los accesos será el área de mando, vinculada a la representación institucional y ubicada cerca de la entrada principal, pues desde ella deberá poder verse la zona de control de accesos y tendráconexión directa con las zonas de vida y logística.
El proyecto especifica que en aras a la eficiencia energética y la sostenibilidad, «se deberán incorporar soluciones de bajo impacto ambiental en materiales y sistemas constructivos», reservarse espacios o canalizaciones para la implantación futura de instalaciones de autoconsumo energético, y que en las zonas verdes «se plantarán especies autóctonas o de baja necesidad de agua con sistemas de riego eficientes».
En esta misma línea se «aconseja» reservar espacio en las cubiertas de edificios, marquesinas de aparcamiento o explanadas «para la instalación futura de paneles solares fotovoltaicos o sistemas de aerotermia modular».
En el terreno que deja el acuartelamiento actual se levantarán 1.700 viviendas, todas de protección pública
Para el confort de los militares se instalarán bancos cada 25 metros y una fuente cada 100 metros lineales, y las zonas de esparcimiento deberán contar con pérgolas y elementos de sombra, entre otras condiciones.
Condicionantes de la obra
El documento advierte de que la red de suministro de agua, electricidad y gas «no está dimensionada para las necesidades futuras», como tampoco «la red de aguas residuales y pluviales». Además, la obra se verá condicionada por la existencia de las carreteras GI-40 y GI-41, dependientes de la Diputación, y de los trabajos en curso de la línea de alta velocidad ferroviaria. Por todo ello, el Ministerio advierte de la necesidad «ineludible de coordinación» entre administraciones para llevar adelante los trabajos.
Por otro lado, y a pesar de las obras de encauzamiento del Urumea llevadas a cabo en los últimos años, «gran parte del conjunto se encuentra en el interior de un Área con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (Arpsi)», lo que también condiciona los trabajos.
En cualquier caso, para acelerar el proceso, antes de la adjudicación de este contrato se tramitará la declaración de esta obra como de «interés general por razón de defensa nacional».
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