Clamor para cambiar una barandilla en Donostia
Todas las asociaciones de vecinos del barrio de Altza urgen a sustituir el peligroso pasamanos de Lauaizeta, para el que existe un proyecto en el Ayuntamiento desde hace 3 años
No es la barandilla de La Concha pero para el barrio de Altza tiene más importancia que el icono donostiarra. El paso rodado y peatonal ... de Lauaizeta sobre la variante cuenta con un barandado de protección que se encuentra en estado lamentable y los vecinos no quieren esperar a que haya una desgracia para actuar. «Hay barrotes partidos, otros que faltan y algunos comidos por la roña. Ahora un niño se te puede colar por ese hueco. Hay que hacer algo ya, no solo poner cintas de la Guardia Municipal», indican representantes de varias asociaciones. El Ayuntamiento de San Sebasitán tiene un proyecto redactado desde 2022 y solo hace falta incluir esta actuación en los Presupuestos municipales para solventar el peligro. Dotar de la seguridad necesaria a este concurrido paso sobre la autopista costaría 259.000 euros.
El paso de Lauaizeta sobre la GI-20 es una calzada con dos aceras a cada lado protegidas por una vieja barandilla, que está a 17 metros de altura de la autopista. El paso tiene 75 metros de largo y es un punto muy utilizado por los altzatarras, bien para ir andando a Garbera o para caminar por las zonas verdes próximas. El caso es que las barandillas, de 1,20 metros de altura, se encuentran en muy mal estado. Comidos por la roña, algunos barrotes no llegan hasta los apoyos. Otros están doblados y ya no cumplen la función de seguridad para la que están pensados.
Nos citamos en el lugar con una nutrida representación del barrio de Altza, organizada por el exconcejal Miguel Ángel Díez, entre quienes se encuentran José Ángel Apaolaza, de la asociación vecinal Herripe; Marimar Martínez y José Luis Grobas, de la asociación de vecinos Elkartasuna; Fernando Bartolomeu, de la asociación de vecinos Osteguna; Jesús Mari Atorrasagasti, de la sociedad Altzatarra; y los vecinos Enrique Jiménez, Pamela García y Javier Pájaro, de Larratxo. Explican que la primera traba que encontraron en las instituciones fue el peloteo competencial entre Ayuntamiento y Diputación. Finalmente, la entidad foral les confirmó por escrito que la competencia del mantenimiento de esta barandilla era municipal. Los vecinos saben que la administración local redactó un proyecto para sustituir la barandilla y lo que piden ahora es que haya una partida presupuestaria para efectuar la obra a no más tardar.
Cinta de precaución
Tras los pasados Carnavales, –por este lugar pasan las comparsas–, «la Guardia Municipal vino y puso unas cintas en los barrotes en peores condiciones, pero esto no es suficiente», indican. La roña ha carcomido los extremos de muchos barrotes, incluso el pasamanos y la unión de estos con la base, lo que da una sensación de inseguridad absoluta. «Este es un paso muy concurrido en el barrio. Mucha gente viene a caminar hacia el fuerte de San Marcos, hacia Lauaizeta o hacia Garbera».
El asunto ha llegado a salir en alguna comisión de trabajo de la Junta del Distrito Este en la que se habló de que se debía hacer una intervención parecida a la que se llevó a cabo en su día en el viaducto de Morlans.
«Hay barrotes partidos, otros que faltan, algunos comidos por la roña. Ahora un niño se puede colar por ese hueco»
El proyecto encargado en su día por el Ayuntamiento propone la colocación de sendas barandillas con una altura que se va incrementando conforme avanza el paso sobre la autopista. En los extremos, donde no hay riesgo de caída, tendría una altura de 85 centímetros, mientras que en la parte central la barrera llegaría a 2,05 metros de altura. Es decir, que tendría un alzado curvo para lograr la mayor seguridad en el centro del paso sobre la variante. «El objetivo es generar un cerramiento vertical que asegure la retención de las personas en el viaducto evitando así su posible caída desde una altura importante», dice la memoria del proyecto redactado por el arquitecto Iñaki Albistur Martín. «Esta estructura formada por la repetición de las varillas contará con unas piezas diagonales internas que, además de rigidizar la forma, crean un volumen interior secundario recubierto con pintura fotoluminiscente que produce un efecto flotante cuando se ve desde la autopista por la noche». En la zona de inicio de la barandilla se construyen «unos muretes de granito de forma redondeada, cuya sección transversal coincidirá con la sección de la barandilla proyectada, que sirven de cierre de los extremos». La barandilla estará formada por «varillas de acero electrozincado curvadas en taller con diagonales internas fabricadas en el mismo material».
La nueva barrera «no presenta salientes ni apoyos y las aberturas que aparecen entre cada varilla curvada son de máximo 10 cm» en cumplimiento de la normativa reguladora de las barreras de protección frente a las caídas en una zona de uso de pública concurrencia. El presupuesto estimado cuando se redactó este proyecto básico (diciembre de 2022) ascendía a 259.400 euros, una cantidad que probablemente exija una actualización. Dentro de un mes y medio el Ayuntamiento presentará el proyecto de Presupuestos 2026. Altza clama por que la nueva barandilla tenga partida y se ejecute cuanto antes.
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