El chip del contenedor de orgánico se probará en la fracción resto
Este sistema de apertura permitiría aumentar un 10% la recogida selectiva, que está en el 41,7% y en 2025 debe llegar al 60% del total de residuos
El Ayuntamiento quiere mejorar los ratios de recogida selectiva de basura y, como prueba piloto, extenderá en algún barrio de la ciudad el chip de ... apertura del contenedor de orgánico a la fracción resto. Así lo confirmó el concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos, Carlos García, en las comisiones de Pleno a preguntas del PP.
En 2022, último ejercicio del que se disponen datos completos, descendió un punto porcentual la tasa de recogida selectiva, hasta el 41,7%. Se recogieron 183 kilos de residuos separados por fracción por habitante, seis kilos menos que el año anterior. Bajó también un 3,4% el volumen de residuos llevados a vertedero o valorizados (263 kg/habitante). La materia orgánica recogida alcanzó los 5,1 millones de kilos, un 0,5% menos respecto a las cifras de 2021 en la recogida doméstica, aunque se incrementó el reciclaje de los grandes productores.
Estas cifras contrastan con los objetivos de la normativa medioambiental vigente, que indica que en 2025 la tasa de recogida selectiva debería situarse en el 60% y en 2030, en el 80%, con reducciones del volumen total de basura de un 15%.
Bonificaciones en la tasa
Este ambicioso reto ha llevado al gobierno municipal a plantearse el efecto práctico que tendría implantar el chip en el contenedor de resto, donde se depositan todos aquellos residuos no aceptados en los demás contenedores existentes. Hay que recordar que este sistema, por el que el usuario abre el depósito con una tarjeta, permite cuantificar las veces que cada ciudadano utiliza el servicio, lo que se traduce en bonificaciones en la tasa de basuras, un estímulo para la concienciación en el cuidado del medio ambiente.
La tesis que maneja el Ayuntamiento para justificar esta decisión es que si el usuario no dispone de la tarjeta no puede abrir el contenedor, lo que empuja a la ciudadanía a separar más sus residuos y esto aumenta al reciclaje. Se estima que con este sistema se incrementa un 10% la recogida selectiva, según los cálculos de los técnicos. La intención es introducir esta novedad de forma gradual para no generar un rechazo que sería perjudicial para la gestión de los residuos, aunque de momento no hay plazos para implantar la medida. «La idea es comenzar por un barrio para ver cómo afecta a la recogida selectiva y, si los datos son buenos, extender la experiencia a los demás», afirmó el delegado del PSE.
La prueba piloto se hará solo en un barrio para ver cómo afecta al grado de concienciación y compromiso ciudadano
La administración municipal es consciente de que en esta materia es necesario buscar la complicidad de los donostiarras, por lo que apela a su compromiso medioambiental.
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