Cargos políticos y personal directivo municipal de Donostia cumplirán un nuevo código ético y de conducta

Según explica la concejala de Gobernanza Abierta, Digital y Colaborativa, Ana López, este documento es «un instrumento de autorregulación que define los valores, principios y pautas de conducta aplicables a los representantes públicos municipales». La delegada del PNV advierte de que el código ético «carece de carácter normativo y no es una modalidad del derecho sancionador o disciplinario, sino que su finalidad es orientar y mejorar las infraestructuras éticas del consistorio, elevando los estándares éticos y reforzando su imagen ante la ciudadanía».

El nuevo código ético y de conducta del Ayuntamiento –al que ha tenido acceso DV– tiene como objeto «garantizar la integridad en el ejercicio de funciones públicas, identificar grupos y ámbitos de riesgo, articular canales para dilemas éticos y establecer un órgano de garantía». También persigue «reforzar la cultura de integridad, promoviendo el liderazgo ético, la honestidad, la objetividad y el respeto» en el ámbito municipal.

Esos grupos, ámbitos o áreas de riesgo que identifica el código son contratación pública, gestión económico-financiera, gestión de recursos humanos, subvenciones y ayudas públicas y urbanismo. El documento articula valores como representación y lealtad institucional, integridad, liderazgo ético, honestidad y desinterés, imparcialidad y objetividad, responsabilidad y profesionalidad, cortesía, empatía y respeto, así como principios de buena gestión tales como efectividad, eficacia y eficiencia, transparencia, gobernanza tecnológica y protección de datos personales, innovación, responsabilidad social y desarrollo sostenible, promoción de la igualdad y respeto a la diversidad o promoción del euskera. «Estos valores y principios deben integrarse en los procesos de toma de decisiones, evitando que puedan florecer conductas irregulares tanto en el plano administrativo como ilícitos penales en lo que afecta al fraude o corrupción», subraya López, quien avanza que el código ético y de conducta abordará la gestión de conflictos de intereses, ampliando la noción legal a situaciones potenciales y aparentes. «Queremos salvaguardar la imparcialidad y objetividad de las decisiones públicas y se establecen pautas de conducta en relación con regalos, obsequios y atenciones», señala la edil jeltzale.

El documento que se presentará el martes a los portavoces de los cinco grupos políticos municipales prevé la creación de canales para la resolución de cuestiones éticas, problemas o dilemas relacionados con la interpretación y alcance de los valores éticos. «Las cuestiones éticas, consultas, dilemas o quejas se deben plantear ante la Comisión de Integridad que se creará al efecto, pudiendo ser anónimas», asegura López.

El nuevo código ético y de conducta establece asimismo un sistema periódico de evaluación externa de las medidas y resultados, expone las medidas de fomento y prevención en los procesos de rendición de cuentas y la información relevante se publicará en el Portal de Transparencia de la web municipal.

El código se revisará y adaptará periódicamente, teniendo en cuenta las memorias de la Comisión de Integridad, los resultados de los procesos de seguimiento y evaluación y las buenas prácticas identificadas en otras organizaciones públicas.

«Se trata, en definitiva, de un código vivo que se adapta a las exigencias del entorno y a los estándares de integridad que demanda la sociedad. Su objetivo es mejorar las infraestructuras éticas de la organización y reforzar los mecanismos de prevención», concluye la delegada del PNV.