Las humedades amenazan con cerrar la catedral del Buen Pastor en Semana Santa
Se llevará a cabo una investigación para conocer si existen otras zonas afectadas por las filtraciones como las que provocaron el domingo la caída de cascotes durante la misa
Las próximas horas serán decisivas para conocer el alcance de los daños que las filtraciones provocadas por la lluvia han causado en la bóveda ... de la catedral del Buen Pastor, donde el domingo se produjo el desprendimiento de una parte del recubrimiento del techo, sin que se registrasen heridos. Técnicos de la empresa que se ocupa del mantenimiento de la sede eclesiástica examinarán la estructura y en el supuesto de que se descubrieran nuevas filtraciones que entrañaran nuevos riesgos podrían conllevar el cierre de la catedral y la suspensión de los oficios previstos para la próxima Semana Santa que, en ese caso, se trasladarían a la Basílica de Santa María.
El suceso tuvo lugar sobre las 12.20 horas del domingo, en la nave izquierda de la catedral donde, debido a una filtración de lluvia procedente de la cubierta, se desprendió parte del recubrimiento humedecido del techo de la bóveda. Los hechos fueron puestos en conocimiento de los bomberos que realizaron una inspección en el lugar y determinaron que la estructura del edificio no estaba en riesgo. También acudió personal de la empresa que se encarga del mantenimiento de la catedral, cuyos miembros colaboraron en el reconocimiento y recordaron que recientemente se habían acometido algunos trabajos de reforma en la cubierta.
Sin heridos, «gracias a Dios»
Aun cuando los oficios religiosos no fueron suspendidos, la zona quedó acordonada. En el momento del suceso se oficiaba la misa de las 12.00 del mediodía. «Estábamos en la parte del prefacio, antes del Sanctus. La gente estaba siguiendo el oficio tranquilamente hasta que en un momento determinado se escuchó un ruido muy fuerte. Pensé en un primer momento que habían podido arrojar un petardo, pero era mucho más fuerte», relata Koldo Apestegui, párroco del Buen Pastor.
El sacerdote detalla que tras el ruido observó desde el altar un desplazamiento hacia el pasillo central de las personas que se hallaban en la zona en la que se produjo la caída. «Tras el impacto contra el banco, el recubrimiento que se había desprendido se fragmentó en trozos más pequeños que salieron disparados. Algunos llegaron hasta el pasillo central. Gracias a Dios, no pasó nada, no hubo heridos, pero había gente en el banco de adelante y también en el de atrás», recuerda Apestegui.
Pese a lo sucedido, el sacerdote finalizó la celebración de la misa no sin antes percatarse de que no había heridos. Una vez concluido el oficio dominical, «puse los hechos en conocimiento del centro de coordinación de emergencias mediante una llamada que efectué al 112, que a su vez alertó a los bomberos de la capital así como a la Guardia Municipal. También avisé a los técnicos de la empresa de mantenimiento de la parroquia», explicó.
Acceso bajo la cubierta
Personal especializado accederá a la zona situada bajo la cubierta de la catedral donostiarra y llevará a cabo un reconocimiento para determinar por dónde penetra el agua. «Si se establece que la lluvia proviene de este único punto, se acordona esa zona y ya está, pero si durante la revisión se descubren otras zonas con humedades, podría llevarnos a cerrar la catedral», explica Apestegui.
El sacerdote reconoce que la clausura del emblemático templo donostiarra, más aun en estas fechas se celebración de la Semana Santa, «son palabras mayores», aunque admite que «con lo que los técnicos nos trasladen, decidiremos. Pero lo primordial es la seguridad de las personas. Por lo tanto, si nos dicen que las humedades se localizan en un único punto, empezaremos a respirar. Mientras tanto estaremos a la expectativa».
En el supuesto de que los peores presagios se confirmasen, lo más probable es que los oficios religiosos previstos para Semana Santa en la catedral, se trasladen a la Basílica de Santa María, en la Parte Vieja.
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