Berio, parking no oficial de autocaravanas
Este verano ha habido un mayor control de estos vehículos, menos denuncias vecinales y las mismas irregularidades de todos los años. El 84% de las 400 multas se han puesto junto al campus de la EHU
Un domingo cualquiera de verano, final de la calle Andrestegi, detrás de la biblioteca central de la EHU, en la parte baja de Berio. Los ... moradores de las muchas autocaravanas empiezan a desperezarse para iniciar un nuevo día. También lo hacen dos franceses que han plantado una tienda de campaña en un espacio verde que han encontrado junto a la acera. Ellos no tienen autocaravana sino un coche que han aparcado en las inmediaciones, pero han visto que la zona cumple con las características que buscan: está apartada pero bien comunicada, tranquila y con mucho sitio para aparcar. Un coche patrulla de la Guardia Municipal pasa por las inmediaciones, ve a la tienda de campaña y... continúa su marcha, pero solo para dar la vuelta a la rotonda y regresar. Los agentes piden la identificación a los moradores de la tienda de campaña probablemente para tramitar una sanción.
Es una escena que se repite cada verano en Berio. Si no son policías locales, son agentes de movilidad, que tienen esta zona en su ruta diaria, al ser un espacio habitual de aparcamiento de autocaravanas. Las infracciones han sido otro verano más el pan de cada día. Solo en los meses de julio y agosto los agentes han puesto 397 multas –un cifra similar a la del año pasado–, principalmente por estacionar incorrectamente el vehículo. De ellas, solo 3 por acampar.
Este verano el fenómeno se ha caracterizado por una sustancial reducción de las denuncias vecinales, un continuo control policial y por la reproducción de las mismas irregularidades que se han visto en los últimos años.
Sin ordenanza
El Ayuntamiento movió ficha el año pasado para redactar una ordenanza específica que regulase el aparcamiento de este tipo de vehículos, pero en noviembre tiró la toalla porque la legislación estatal no permite discriminar vehículos por su uso o tipología. Así, la ciudad se limitó a condicionar las zonas de aparcamiento en función del tamaño de los vehículos. Si los vehículos superan los 5 metros no pueden estacionar en la primera línea del litoral. Y en la calle Andrestegi, bajo Berio, se impide estacionar de 21.00 a 09.00 horas salvo a residentes.
Esto deja al resto del campus de la UPV fuera del radar y los autocaravanistas lo saben. Tienen varias aplicaciones con las que se informan, se comunican entre ellos y se recomiendan zonas para pernoctar. La mayoría lo intentan en los aparcamientos oficiales, los de los campings y el ubicado en la parte baja de Berio, de solo 44 plazas, que está saturado todo el verano. Desde el año pasado también hay plazas en dos zonas del parking de Illunbe. El camping de autocaravanas de Oriamendi, que recibió licencia hace dos años, sigue sin hacerse realidad.
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Ante la escasez de zonas debidamente acondicionadas, los turistas echan mano de las que ven más ventajosas. La zona de Ondarreta, Berio y avenida de Tolosa reúne condiciones óptimas: cercanía al centro de la ciudad, buenas comunicaciones en transporte público, zona llana y comunicada con la red de bidegorris y área con muchas plazas de aparcamiento, con una OTA flexible que permite muchas horas de estacionamiento a bajo precio y que es gratis los fines de semana.
Los vecinos del entorno se han quejado amargamente en los últimos años de las escenas con las que tienen que convivir: ropa colgada en el mobiliario urbano o en árboles, invasiones de aceras por parte de las autocaravanas, aseo de los ocupantes de las autocaravanas o desayunos, comidas y cenas en plena calle. Son escenas que cualquiera ha podido comprobar este verano.
Fuentes de la Guardia Municipal indican que este verano se han registrado «la mitad» de las quejas o denuncias vecinales por actitudes incívicas recibidas otros veranos. El motivo se desconoce, pero el continuo patrullaje policial parece que hace su efecto y disuade de los comportamientos más reprochables.
Dos tipos de sanciones
Hay dos tipos de sanciones que se aplican a las autocaravanas: las relativas al aparcamiento indebido, que están a cargo de los agentes de movilidad, y las que tienen que ver con conductas de acampada y que sanciona la Guardia Municipal por vulnerar la Ordenanza de Civismo. Los ocupantes de una autocaravana pueden pernoctar en su interior, pero no pueden sacar nada fuera del perímero del vehículo estacionado, con lo que está prohibido las extensiones, cocinar o poner mesas y sillas fuera del vehículo, colgar ropa, etc, bajo riesgo de multas entre 50 y 200 euros.
Estas irregularidades se persiguen normalmente tras la denuncia de un vecino y deben constatarse cuando la patrulla llega al lugar, algo difícil que ocurra por el tiempo trranscurrido. Este verano solo se han puesto tres sanciones por acampar en la calles José Olaizola (Aiete), Jose Miguel Barandiaran (Sagüés) y camino de Gantxegi (Antiguo).
Se han puesto las mismas multas que el año pasado, pero con un nivel de denuncia vecinal un 50% inferior
Las acampadas deben verificarse in situ por los agentes tras una denuncia vecinal lo que reduce las sanciones que se tramitan
Las 394 restantes han sido por irregularidades en el estacionamiento. El 84,6% de estas (336) se han puesto en Berio y sus inmediaciones: 45 en Manuel Lardizabal (junto a la Facultad de Derecho), 135 en el paseo Berio, 152 en Andrestegi, 5 en Olarain y 4 dentro del parking de autocaravanas de Berio. En Sagüés se han interpuesto 53 sanciones por no respetar la señal r-203 de limitación de 5 metros de la longitud del vehículo.
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