Patxi Francés: «¿Por qué no soñar? Hay que tener mentalidad ganadora y aspirar a todo»

- ¿Cómo están los ánimos?

- Creciditos. Ganar cuatro banderas no es fácil, pero las chavalas lo han logrado y los ánimos están por todo lo alto.

- Debe ser gratificante obtener estos resultados después del trabajo hecho en el confinamiento.

- Sí, vivimos con ilusión el día a día. Tuvimos momentos malos en los que pensábamos que quizás no se podría competir, con todas entrenando en casa, y llegar a estas fechas ganando las banderas... La gente está muy contenta. No lo esperábamos nadie.

- ¿A las remeras les está poniendo los pies en el suelo o usted también está subido a la ola?

- No, no. En ese sentido soy muy cuidadoso y las chavalas lo saben. No han sido regatas fáciles, y las que vienen tampoco lo serán. Hemos sido constantes: hemos ganado las cuatro regatas, pero los segundos puestos han ido variando: Hibaika, San Juan, Zumaia y Ondarroa. Vamos a seguir teniendo la pelea con ellas sabiendo que en el día que nos descuidemos nos van a dar. La idea es estar tranquilas, seguir trabajando e intentar ir limando detalles que hagan que el bote corra más.

- Cuando llegó a Tolosaldea habló de un proyecto de tres años, y en el segundo ya están rindiendo muy bien.

- Es un proyecto a tres años para buscar la continuidad. Es un equipo nuevo y que tiene sus dificultades al no contar con un club en la mar o en puerto, por lo que nos tenemos que desplazar todos los días. Había un grupo de directivos que tenía ilusión y les comenté: 'si todos vamos en el mismo carro y hay continuidad, un proyecto con este plazo puede estar bien para afianzarnos arriba'.

- ¿Se puede soñar con algo que vaya más allá de la continuidad?

- ¿Por qué no? Hasta ahora hemos ganado cuatro banderas. Quedan ocho y muy mal nos tienen que ir las cosas para no estar en play-off, que sería algo grande para el club. Todos los días cuando vamos a entrenar comentamos que hay que tener mentalidad ganadora. Hemos demostrado tanto en los descensos de invierno como en las regatas que estamos a un nivel alto, y lo que tenemos que hacer es crecer y aspirar a todo.

- Con ese planteamiento, ¿con qué objetivo van al Campeonato de Euskadi del viernes en Lekeitio?

- Lo que nos da de comer es la Liga ETE y vamos a buscar esos primeros dos puestos que dan acceso al play-off. El viernes iremos a hacerlo lo mejor posible, pero tampoco nos vamos a romper la cabeza. Vamos a ir a disfrutar porque las chavalas se lo han ganado y a ver a qué distancia estamos de las traineras de la Liga Euskotren y hacer las cosas lo mejor posible. No puedo decir que vamos a aspirar a algo, pero tampoco que no vamos a dejar de remar bien para que el bote siga demostrando que da el cien por cien desde la salida.

- Además, llega un agosto duro.

- Nos metemos en sábado y domingo continuos y hay que cuidar mucho ese aspecto. Tengo pendiente una reunión con el médico y debemos programar muy bien los entrenamientos para que las chavalas lleguen frescas al final de temporada para intentar entrar en el play-off y en la Concha. Lo tenemos en nuestra mano.

- Buscando en documentación, me he encontrado con la noticia de su retirada como remero en 1998. ¿Qué le lleva a seguir?

- El remo lo llevo dentro. Tengo mucha ilusión y voy súpercontento en el día a día. Es una de las cosas bonitas que me está pasando este año, y se la he comentado a las chavalas: estoy contando las horas para que llegue el entrenamiento porque estoy disfrutando con ellas.

- (...)

- Nada más retirarme me hice entrenador. La única vez que he estado fuera del agua fue en 2018, que estuve en Radio Euskadi comentando, y aunque estuve muy a gusto con ellos, lo que yo quería era estar de nuevo en el agua. Me daba envidia ver las zodiacs de los entrenadores pululando por el agua. Que cada día pueda tener la oportunidad de ir al agua con un club es un regalo.

- Con cuatro banderas a sus espaldas, ¿qué le supondría entrar con Tolosaldea en La Concha?

- Sería un subidón grande. Todavía no lo quiero ni pensar. El año pasado fuimos a la clasificatoria y sabíamos que lo teníamos muy complicado, y subir la rampa sin lograr el objetivo -quedaron undécimas- siempre se me ha hecho muy duro. Lograrlo sería sentirme como en aquellos años en los que la gané como remero.

- ¿Ha coincidido alguna vez con su hijo Igor -remero en Urdaibai- en La Concha?

- No. Si los dos entramos esta podría ser la primera vez. El año pasado, al menos, ellos ganaron la clasificatoria. Si gana él o entran las chicas va a ser más importante que lo que hice yo en su día.

- No me diga que no sería bonito coincidir los dos.

- Sería una bestialidad, algo terrible. El otro día, cuando les vi ganar la regata, se me puso la carne de gallina, algo que no me sucedía como remero. Imaginar vernos juntos en la regata más grande que hay en el Cantabrico sería una cosa muy bonita.

- ¿Qué le cuenta ahora que son líderes?

- Igor me cuenta muy poco. Es de hablar poco, pero yo sé que en su interior disfruta, porque está igual de envenenado que yo. Le gusta esto y ha venido para quedarse. Le queda mucho camino, pero el otro día le vi pasárselo bien por la televisión, y eso es lo que quiero.