Solo Orio lo puede echar a perder

Pero siendo los seis puntos que las aguiluchas tienen de ventaja en la clasificación lo suficientemente esclarecedores de la superioridad que a día de hoy tienen sobre las de Juan Mari Etxabe, quizás lo son aún más las sensaciones que transmiten las donostiarras, un bote que ahora mismo tiene una mandíbula de cristal y que se viene abajo al menor contratiempo. Le sucedió el sábado en Hondarribia y se repitió ayer en Getaria, dos regatas prácticamente calcadas en su desarrollo.

Orio, con seis cambios en sus tostas, fue a la par de Arraun Lagunak o incluso un segundo por detrás. Andrea Astudillo se desgañitaba en hacer creer a sus remeras que la bandera era posible. Sin embargo, la San Nikolas se situó como proa de regata poco antes de llegar a la ciaboga y tras la maniobra, que como el día anterior realizaron mejor las de Nadeth Agirre, las aguiluchas se despidieron para iniciar su desfile triunfal en pos de su sexta bandera consecutiva y la octava del campeonato.

Y esa imagen de la San Nikolas perdiéndose en lontananza volvió a ser un golpe inasumible para Arraun Lagunak, que fue la trainera más lenta en popare, lo que casi le termina costando la segunda posición.

Porque Nortindal Donostiarra y Tolosaldea cedieron terreno a las primeras de cambio porque un calentón a las primeras de cambio no trae nada bueno. Ambas salen a otro ritmo, conscientes de que su pelea es otra. Y como en Hondarribia, la Bantxa, con un único cambio respecto al día anterior, fue proa de regata de brankas, con las de Ramón Erostarbe siempre cerca, esperando su momento para asestar el golpe en popare. Como unas horas antes.

Sin embargo esta vez el plan no salió y Donostiarra aguantó en la tercera posición pese a que su ventaja no superó los dos segundos. Las de Rufo Urtizberea apretaron los dientes y lograron cruzar la línea de meta 78 centésimas antes que Tolosaldea. Apenas un suspiro, pero de alivio para las de la capital. «Esta tercera posición nos sirve para calmar los ánimos y los nervios», reconoció Urtizberea. «Estábamos entrenando bien pero nos faltaba sacarlo en la regata».

El duelo entre Donostiarra y Tolosaldea estuvo cerca de cobrarse una víctima, una errante Arraun Lagunak que entró con 1.68 de ventaja sobre sus vecinas, que podrían haber dado un salto importante de haberlas superado. «Tolosaldea nos apretaba y entre unas y otras hemos entrado al final los tres botes en menos de dos segundos. Ha sido una pena no haber podido meter la proa».

Como es tradición, Orio celebró por la tarde junto a sus aficionados las dos banderas conquistadas este fin de semana. Dos triunfos que le dejan en una situación inmejorable. Le basta con sumar diez puntos en las cuatro regatas restantes porque lo que es seguro es que Arraun Lagunak no va a poder superar esta temporada sus ocho victorias, por lo que en caso de igualdad a puntos la Liga Euskotren siempre sería para las oriotarras, las únicas que pueden echar a perder una liga que tienen en su mano.