Donostiarra, de la rabia al éxtasis
El patrón Arkaitz Díaz, que asegura que no durmió bien tras el error en Bilbao, rebaja la euforia y reconoce que el domingo tomaron precauciones en las ciabogas
En el deporte la línea que separa el éxito del fracaso suele ser muy fina, demasiado. Cualquier detalle puede decidir un resultado y, en función ... del mismo, generar sensaciones muy diversas. Donostiarra lo ha vivido este fin de semana en sus carnes. El sábado en Bilbao, fruto de un error propio, se le escapó una bandera que tenía encarrilada, generando una frustración y una rabia que supo digerir para volver a remar el domingo en las mejores condiciones y ganar en casa una regata que, además de sacarse la espina del día anterior y desatar la euforia por vencer ante sus aficionados, le sitúa por primera vez como líder de la Liga Eusko Label.
Sin duda quien mejor encarnó esas dos sensaciones fue su patrón, Arkaitz Díaz, que en menos de veinte horas y sin apenas dormir, pasó del infierno al cielo. «El sábado no dormí nada bien», reconoce. «En Bilbao estábamos haciendo una regata muy buena hasta que llegó esa segunda ciaboga y nos quedamos atascados. Sinceramente creo que estábamos para pelear por la victoria y eso nos generó a todos una rabia grande que aún nos duraba el domingo», recuerda.
Pero, ¿qué sucedió exactamente en esa maniobra? «Pues un poco de todo, un cúmulo de circunstancias. Creo que tuvimos mala suerte porque en la maniobra se metió el tolete en la publicidad que lleva la propia boya enganchada. Luego está la corriente, pero también fue culpa nuestra por habernos pegado mucho», explica con sinceridad el patrón de la Torrekua II.
Como ha señalado, la rabia y el enfado aún duraban el domingo por la mañana, de ahí que Igor Makazaga tuviera que intervenir para rebajar esas malas sensaciones e impedir, de alguna manera, que pudieran afectar negativamente al bote durante la regata, por lo que les pidió que una vez llegados al muelle salieran de la furgoneta «con una sonrisa».
Tomaron precauciones
No obstante, resultó inevitable que en la preparación de la regata saliera a relucir la dichosa boya. «Hicimos un poco más de hincapié en eso, en no dar la ciaboga muy cerrada, en darle un poquito de margen porque no queríamos volver a tener problemas», comenta el donostiarra.
Así que con la frustración y la rabia rebajadas y las indicaciones precisas, Donostiarra salió al agua convencida de poder llevarse su bandera. «Salimos con un puntito de rabia por lo sucedido en Bilbao y eso nos vino bien para la regata», reconoce Díaz. «Ese poquito de rabia se mezcló con la motivación que teníamos por remar en casa e hicimos una regata muy buena».
La Torrekua II fue proa de regata prácticamente desde la primera palada, aunque con Hondarribia a su derecha marcándole muy de cerca: «Por las calles 1 y 2 se salía bastante rápido porque se cogía el refugio de Urgull», explica. «Estuvimos los cuatro largos prácticamente a la par con Hondarribia y al final la regata se decidió a nuestro favor por pequeños matices».
Esos matices, esos pequeños detalles a los que se refiere Díaz en ese último largo, tienen que ver con que «cogimos una pequeña ola y eso nos permitió abrir un hueco respecto a Hondarribia. Y esa ventaja, cuando llevas tantos minutos remando a ese nivel, es determinante».
Para el patrón de la Torrekua II ganar en Donostia supuso «una alegría muy grande porque para nosotros se trata de un campo de regatas especial y singular. Poder ganar aquí, ante nuestra gente, es una gran alegría», repite.
Sin embargo, el éxito no hace que despegue los pies del suelo y aunque muchos ya señalan a Donostiarra como candidato a ganar la Liga Eusko Label, Díaz rebaja la euforia. «Nosotros ahora mismo vamos regata a regata. Sabemos que si damos nuestra mejor versión podemos estar ahí, siendo competitivos, pero tampoco tenemos que volvernos locos pensando en el futuro porque esto acaba de empezar. El verano es muy largo y hay muchos botes que son muy rápidos y que en cualquier momento te meten la proa. Así que nada, regata a regata», insiste al más puro estilo Simeone. «Quedan 18 regatas y va a pasar de todo. Tandas mejores, tandas peores; calles mejores, calles peores y lo importante es estar siempre ahí, andar rápido e intentar dar nuestra mejor versión. Eso lo hemos conseguido este fin de semana y aunque parece que ahora somos candidatos a todo tenemos que tener los pies en el suelo porque esto es la máxima categoría del remo», concluye.
«Lo importante es que andamos y que el equipo está bien»
Igor Makazaga resta importancia a lo sucedido en Bilbao y lo asume como gajes del oficio. «En todas las regatas habrá errores y aciertos, pero en cualquier caso, y por encima de todo, lo importante es que andamos y que el equipo está bien».
Al preparador de Donostiarra no le ha sorprendido este buen arranque porque «el equipo no está andando diferente de lo que lo ha hecho en invierno o en primavera. La buena noticia es que en el verano estamos en la misma línea en la que estábamos antes y eso nos reafirma en lo que ya sentíamos de antemano. Puedo entender que haya gente a la que le sorprenda, pero nosotros estamos donde queríamos estar y donde hemos estado este fin de semana».
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