Irati Larrañaga: «Una remontada es posible siempre que haya olas porque el equipo se crece»
Ila remera de Tolosaldea tiene una cita especial el domingo, ha apostado por regresar al remo en la trainera de casa
Remontar una diferencia de diez segundos y ganar la regata del domingo es lo que necesita Tolosaldea para ondear la que sería su primera Concha. ... Irati Larrañaga subraya que «con el mar revuelto que se espera, es menos complicado confiar en la posibilidad de darle la vuelta». La del domingo será una cita especial para la tolosarra, que ha apostado por regresar al remo en la trainera de casa.
– ¿Cómo está viviendo el bote la semana más especial del curso?
– Es una semana muy rara, se hace larga y corta a la vez. Estamos un poquito más lejos de lo que nos gustaría de Arraun, pero no perdemos la ilusión. Esto es La Concha y aquí puede pasar de todo. Los partes están marcando olas de hasta dos metros durante toda la semana, incluso se alarga hasta la semana que viene. Viene mar, que es lo que a nosotras nos gusta y lo que nos da el aliciente para mantener la ilusión durante toda la semana.
– ¿Son los días en los que Tolosaldea más se crece?
– Sí, es verdad. Resulta un poco irónico que nosotras, siendo de pueblo de interior, de monte, que vivimos a media hora del mar, sea lo que nos gusta. Con el oleaje es donde mejor nos desenvolvemos y donde el equipo más cómodo se siente y nos crecemos. Siempre que hay mar, es como que el equipo sale con más ganas.
– Con olas o sin ellas, Donostia Arraun Lagunak parte con 10 segundos de ventaja.
– La diferencia es la que es, diez segundos, sin importar la previsión. Pero también es verdad que con el mar en calma, en una regata de fuerza pura y dura, eso no nos beneficia nada a nosotras. Con el mar revuelto es menos complicado confiar en la posibilidad de darle la vuelta. Una remontada es posible siempre que haya olas. En 'bare' 10 segundos son muchos y con mar movida siguen siendo muchos igual.
– ¿Lo ven más factible con el mar revuelto?
– Ellas tienen mucha potencia y el domingo pasado se vio que marcaron la diferencia en esos momentos puntuales de la regata en los que la potencia reluce, tanto en la salida como en la arrancada de ciaboga. Marcaron la diferencia. Al analizar la regata vimos que durante muchos minutos fuimos navegando a su misma velocidad, una vez que nos sacaron 5 segundos, fueron muchos minutos en los que los mantuvimos. Si es una regata de fuerza, Arraun saca sus armas y en ese aspecto hasta ahora han sido superiores.
«Hemos demostrado saber pelear hasta el final con uñas y dientes, no nos damos por vencidas»
– ¿Cómo llega el bote a la cita?
– Con ganas de disfrutar. Llegamos en un buen momento porque al final, con tanta igualdad, que el mejor Arraun de este año nos haya sacado solo diez segundos, es como para estar animadas. En la clasificatoria no lo disfrutamos tanto. El equipo que está obligado a entrar quizás tiene esa presión extra. Fuimos un poco nerviosas, con un poco de ansiedad y tal vez nos perjudicó un poco. Hemos demostrado que sabemos pelear hasta el final con uñas y dientes, no nos dejamos caer en ningún momento. Queríamos, de cualquier manera, intentar no superar esa barrera de los diez segundos que sabíamos que nos permitiría estar en la pelea.
– ¿Qué calle le gustaría que les tocara en el sorteo?
– A mí siempre, si me dan a elegir, prefiero evitar las esquinas, prefiero estar en el centro. Es verdad que a veces, según las condiciones, la cuatro queda más resguardada y es mejor, pero sigo prefiriendo las centrales. Lo que me gusta es tener al rival directo al lado y tener la mínima diferencia posible. Cuanto más cerca estés, menor diferencia de calle tendrás, para bien o para mal. Por pedir, una de las calles de en medio, con Orio y Arraun a los dos lados, entre las dos y que gane la mejor.
–Después de tres años sin remar, decidió esta temporada volver a la competición y apostó por el bote de casa. ¿Está siendo una temporada especial?
–Muchísimo. Está siendo muy guay, la verdad. Era una especie de deuda que tenía conmigo misma. Cuando empecé a remar, nunca me imaginé que Tolosaldea tendría jamás una trainera con su nombre. En aquel momento era un sueño que no creí que jamás se fuera a cumplir. Remábamos en bateles, tuvimos que hacer un convenio con Getaria, juntarnos para poder sacar trainera. Si hubiera tenido la opción que tienen las chicas que están ahora en Tolosa desde el principio, no creo que me hubiera ido fuera.
«Si me dan a elegir prefiero una de las calles centrales, con Orio y Arraun a los dos lados»
– Ya sabe lo que es ganar La Concha, lo ha logrado en hasta cuatro ocasiones.
– Cuando terminó aquel proyecto de Getaria-Tolosa, me fui a Zumaia donde conseguí la primera, de allí salté a San Juan y con las bateleras logramos tres. Después pase por Donostiarra antes del parón y de volver a casa. Después de estar tres años sin remar, no quería ese final para mi relación con el remo, este deporte que me ha dado tanto, y tenía la espinita con Tolosaldea. La verdad es que la vuelta ha sido mucho más fácil de lo que me imaginaba y ha coincidido que está siendo el mejor año del bote, así que no puedo pedir más.
– ¿Está cumpliendo un sueño?
– Está siendo muy bonito poder vivir todo esto. Como te he dicho antes, somos varios pueblos pequeños del interior que no tenemos mar. Cuesta mucho llegar a la afición. La gente del pueblo no ve el esfuerzo que tienes que hacer, no ve a una trainera entrenar desde sus balcones. Por eso es más especial aún ver también la ilusión que creas en esa gente que se mueve a vernos y apoyarnos los fines de semana. Siempre están ahí con una bandera, con una txaranga, con una sonrisa, con una palabra de ánimo. Es súper emocionante ver a esa marea azul en la rampa de La Concha.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión