Unai Emery: «Imanol ha evolucionado el juego de la Real de Eusebio hasta situarlo en cotas muy altas»

- ¿Qué le lleva a apostar por el fichaje de Rulli?

- Después de la salida de Andrés Fernandez, queremos que nos ofrezca más competitividad en la portería. Nos aporta juego con los pies, una experiencia con gran rendimiento hace unos años en la Real, que queremos trabajarla otra vez para que la tenga con nosotros en el Villarreal. Tenemos muchas esperanzas en él y queremos que esa ambición personal la vuelva a recobrar para destacar en la portería como lo hizo en esos años.

- ¿Por qué firma por el Villarreal?

- Porque tenía ganas de entrenar. Mi proceso de entrenador empezó en Lorca (en enero de 2005 pasó de jugador a entrenador a mitad de temporada y ascendió al equipo a Segunda). En ese momento arrancó un proceso evolutivo, siempre dando pasos adelante, con una incursión de seis meses en Moscú, después de Valencia, que me sirvió para ver el fútbol desde otra perspectiva, y una etapa de tres años y medio de éxito colectivo en Sevilla que me llevó a vivir dos experiencias en equipos punteros de Europa como PSG y Arsenal.

- (Coge aire)

- Después de trece años y medio fuera, valorando mucho dónde estaba, la vuelta a España era algo que me apetecía. Tengo a mi hijo en Valencia y mi otro círculo está en Hondarribia. Quería volver a entrenar y de las posibilidades que me han salido, el Villarreal encajaba en lo que yo quiero: disfrutar con mi trabajo, con un equipo de prestigio europeo, que ha jugado en Europa dieciséis de las veintitrés temporadas que lleva el presidente Roig al frente, que tiene la capacidad de tener buenos jugadores y unas instalaciones de trabajo de un nivel profesional top. Estoy muy contento.

- ¿Qué es lo que decanta la balanza para firmar por un club u otro a un entrenador con una carrera exitosa como la suya?

- Son etapas. Cuando estaba en el Sevilla y me llama el PSG considero que es un paso en Europa, me da otro posicionamiento, y lo mismo cuando recalé en el Arsenal. Ahora vuelvo a LaLiga por el mismo motivo: Villarreal me da un lugar importante para seguir desarrollándome a nivel profesional. Es un club que se ajusta en muchas cosas a lo que yo siento que quiero hacer.

- Con su experiencia en Rusia, Francia e Inglaterra, ¿hacia dónde camina hoy el fútbol? ¿Enterramos el fútbol de posesión?

- El fútbol da muchas vueltas, influenciado entre otras cosas por el éxito puntual de equipos y jugadores. No es lo mismo Cristiano Ronaldo que Messi, pero siguen conviviendo como dos de los mejores jugadores del mundo de diferente manera en dos equipos que tienen que adaptarse mucho a ellos para ser ganadores con un estilo de juego diferente. Eso es lo bonito. Como entrenador siempre he procurado encontrar el grado competitivo mirando muchas cosas. El fútbol combinativo, posicional, que le ha dado tantos éxitos al Barcelona, ahora parece que no sirve porque han aparecido el Liverpool y el Bayern con un fútbol más colectivo, físico, con mucho duelo cuerpo a cuerpo, de altas intensidades. No estoy de acuerdo. En el fútbol hay que buscar esa combinación.

- ¿Usted también cree que la Real está evolucionando hacia ese fútbol que trata de unir esos estilos?

- La Real se está adaptando muy bien al fútbol actual de máximo rendimiento. Por un lado ha conseguido hacer con éxito la transición de Atotxa a Anoeta. Partiendo de la Real de Atotxa, campeona de Liga con 12.000 socios, pasó a la Real de Anoeta, subcampeona de Liga, con 24.000 socios, con una participación de jugadores foráneos que daban un rendimiento alto, hasta acabar en la Real de hoy, del nuevo Anoeta, con 35.000 socios. Ese logro es una piedra importante para crecer.

- ¿Y en su juego?

- También ha evolucionado. Utiliza el fútbol posicional, combinativo, que hacía el Barcelona, y lo mejora con jugadores físicos, de intensidades altas que atacan el espacio. Imanol ha dado un plus más a ese juego posicional que impulsó Eusebio, ha hecho que el equipo sea más competitivo hasta situarlo en cotas muy altas.

- ¿Sigue siendo válido aquello de que un equipo competitivo debe empezar por ser sólido atrás?

- Mi vocación siempre ha sido hacer equipos muy ofensivos, a encontrar puntos de encuentro entre la defensa y el ataque. Prefiero hablar de saber jugar los partidos en momentos claves para ganar.

- Ahí la Real ha tenido dificultades en los últimos años.

- Por eso digo que la Real ha evolucionado para bien. Al brillante juego de posición de Eusebio le faltaba un paso e Imanol se lo ha dado. Esa parte competitiva ha venido por definir mejor ese modelo, sin perderlo, siendo capaces de encontrar jugadores más físicos, con despliegue, que atacan espacios sin perder la esencia.

- ¿Hacia dónde quiere ir usted con el Villarreal?

- Hacia una evolución progresiva de lo que es el Villarreal. Es un equipo históricamente reconocido por tener jugadores con una exquisitez técnica, en el que las relaciones nacen de un fútbol combinado. Queremos ser más competitivos desde esas premisas. El fútbol demanda ahora, por ejemplo, que un jugador corra doce kilómetros mejor que diez; ahora es mejor hacer 800 metros a alta intensidad que 400; pide jugadores con buen pie y si además tienes gente resolutiva dentro del área, mucho mejor. A grosso modo, de un Real Madrid ganador y un Barcelona ganador, dos equipos muy diferentes, se trata de coger lo bueno de uno y de otro, unir un jugador bueno con el pie con otro que explote la espalda de los defensores y sea capaz de chutar con los dos pies cuando pise el área.

- ¿Por dónde intuye que puede ir esta Liga tan rara que se avecina?

- Estamos en un momento difícil para todos. La industria del fútbol es importante, genera un producto, muchos puestos de trabajo y muchos impuestos. Quiero decir con esto que nosotros tenemos una responsabilidad de tratar de que el fútbol sea un motor en esta situación tan complicado. ¿Cómo veo la Liga? Es importante que se reactive. Quiero que LaLiga tenga protagonismo en el fútbol europeo con un Sevilla campeón, un Madrid y Barcelona capaces de luchar por la Liga de Campeones y con una selección brillante de la mano de Luis Enrique, que lo está haciendo muy bien. Ojalá seamos capaces de mantener al fútbol de LaLiga en el primer lugar. En Francia e Inglaterra he percibido mucho corporativismo en todos los sectores, y en el mundo del fútbol también. En España nos lo tenemos que creer más. Tenemos técnicos y jugadores de primer nivel mundial.

- Al menos Messi se queda.

- Es una buena noticia porque nos hace mejores a todos aunque le tengamos que sufrir como rival.

- ¿El episodio de Messi demuestra lo difícil que es lidiar con estrellas mundiales? Usted tuvo en el PSG a Neymar, Mbappé, Cavani...

- Son personas y hay que tratarlas como tal. Esta semana leía en la prensa francesa, en L'Equipe unas críticas hacia mí del agente de Thiago Silva en las que señalaba que fueron los jugadores los que resolvieron el problema de los penaltis que hubo en el PSG entre Neymar y Cavani. Es tan gratuito mentir... El que tomó la decisión, el que arregló el problema como debe ser, fui yo, el entrenador. Lo arreglé hablando con Neymar y Cavani por separado, juntos, tomando yo la decisión que fue acatada. A las estrellas hay que tratarlas como personas tomando las decisiones como entrenador.

- Si el PSG no ha ganado la Champions este año, ¿no la ganará nunca?

- Ha dado un paso. Me alegro mucho por mucha gente del PSG, en especial por el presidente Nasser (Al-Khelaïfi) que se portó muy bien conmigo. Seguro que al final lo conseguirá.

- Seis entrenadores de la próxima Liga se han formado en la Real: Imanol, Lopetegui, Javi Gracia, Arrasate, Gaizka Garitano y usted. ¿A qué lo achaca?

- A lo mucho que nos marcó la Real campeona. En mi caso, terminé con 24 años mi etapa como jugador en la Real después de diez años y mi camino me llevó a explorar, a competir en otros lugares, como les ha ocurrido a otros jugadores que hoy son entrenadores. Recuerdo bien esos años en los que entrenábamos en los campos del hipódromo porque fue después, en 1982, cuando se hizo Zubieta con motivo del Mundial. Tengo que estar agradecido a los valores que me inculcaron personas como Expósito, Etxarri o Carmelo Amas, además de jugadores con los que coincidí como Loren, los hermanos Idiakez o Mikel Lasa, con el que firmé con la Real el mismo día, con 14 años. Que en seis de los veinte banquillos de Primera haya sangre txuri-urdin significa que en la Real se vienen haciendo las cosas bien desde hace años.

- ¿Qué puede ofrecer Silva a la Real?

- Tuve la suerte de poder entrenarle en el Valencia durante dos años. Como persona es un crack, y como futbolista, su trayectoria le avala. En su momento dije que era un jugador que hacía jugar bien al equipo y hacía mejores a los demás. La Real va a tener la suerte de tenerlo. Él bien dice que con 19 años salió cedido al Eibar durante un año y eso le marcó. Me alegro por él, con el que he coincidido alguna vez en Valencia en los últimos tiempos, y por LaLiga porque recupera un jugadorazo. Es un fichaje de campanillas.

- ¿Se parece en algo a Odegaard?

- Sí, los dos son zurdos y juegan en una posición parecida. Uno viene con un recorrido importante y el otro por hacerlo. Los dos pueden aportar lo que la Real quiere de ellos: el último pase, juego entre líneas... Es un maestro en esas lides. Pese a ser pequeño, tiene un gran despliegue físico.

- ¿Llegará el día en el que Emery y la Real vuelvan a cruzar sus caminos?

- El sentimiento que pueda tener yo a la Real se traduce en que viví los títulos de Liga y las finales de Copa en la que estuve presente, además de mis diez años en el club como jugador. Mi casa, mi lugar verdadero, es Hondarribia, comarca del Bidasoa, Gipuzkoa. Esta profesión me ha llevado a otros lados.

- Entonces...

- Ahora mismo la Real está bien dirigida. Aperribay está haciendo un trabajo enorme, la capacidad de Olabe es inmensa y la irrupción de Imanol ha sido sensacional, ha puesto su sello como entrenador. Miro el club desde la admiración.

- ¿Real y Villarreal luchan por lo mismo?

- Quizás el Villarreal ha sido más regular en los últimos años, ha sido capaz de jugar semifinales europeas, mientras que la Real lo ha hecho en momentos aislados. La Real está instalada en nivel medio-alto con aspiraciones de jugar la Champions, como nosotros. A nivel económico somos parejos.

- En Villarreal sueña con...

- Un título. Hay que soñar con cotas altas y trabajar para conseguirlo. Y disfrutar del camino porque lo más bonito no es llegar al final sino disfrutar de ese camino.

- Qué difícil es eso en este fútbol profesional en el que los resultados de cada domingo marcan.

- Recuerdo las palabras que me dijo un directivo del Sevilla, un día que estaba yo tocado en mi despacho después de una derrota: 'Para que haya días buenos tiene que haber días malos'. Hay que disfrutar de todos los momentos, de los buenos y los malos.