«Les dije a los de la Real Sociedad que se fueran, pero se quedaron. Iban todos vestidos de negro»

La Ciudad Eterna amaneció tranquila, ajena a los incidentes que la víspera empañaron la previa de un partido de fútbol y que se saldaron con varios aficionados de la Real heridos. DV acudió ayer por la mañana al lugar de los hechos para conversar con el tabernero del Finnegan Irish Pub de la calle Leonina de Roma, en el que 70 aficionados radicales de la Real se vieron sorprendidos por el ataque de 80 ultras de la Lazio, lo que derivó en un enfrentamiento entre los dos grupos. «Había unos 40 aficionados de la Real Sociedad fuera del pub, todos vestidos de negro. Salí a hablar con ellos unas cuantas veces para decirles que se fueran, pero todos se quedaron aquí».

De la actitud que mantenían los aficionados de la Real Sociedad, todos vestidos de negro como es costumbre en este grupo, transmitió que «parecía como que estaban esperando algo», aunque según pudo saber este periódico no había formalizada ninguna quedada para pegarse, como suele ocurrir en otras ocasiones con estos grupos.

El trabajador, que prefirió no dar su nombre, explicaba que «no me gusta la forma en la que estaban y que se quedaran aquí. Pregunté quién estaba al cargo, pero me dijeron que eran un grupo y que no había nadie al cargo. Volví adentro, estaba viendo el fútbol en la televisión y de repente, sobre las once de la noche, escuché mucho ruido, muchos petardos estallando en la calle. Cerramos la persiana para mantener a todos dentro».

Después de que todo se calmara, relata que cuando levantó la persiana «estaba todo destruido, parecía que había pasado la guerra. Mesas rotas, ventanas rotas, sillas rotas... No vimos nada de lo que pasó fuera, solo escuchamos los petardos. La policía vino rápido. Había un coche al final de la calle durante toda la noche y los antidisturbios llegaron a los cinco minutos, pero ya se habían ido todos para entonces. Todo pasó muy rápido».

Estos graves incidentes no se repitieron en otras partes de la ciudad, donde los realzales que estaban en Roma el miércoles por la noche pudieron disfrutar de la ciudad con tranquilidad. Se les vio paseando por el Coliseo, el Vaticano, visitando la Fontana de Trevi y otros puntos turísticos de la capital italiana. Muchos, de hecho, se enteraron ayer por la mañana de lo sucedido a través de llamadas desde Gipuzkoa para saber si les habían sorprendido cerca los incidentes y estaban bien.