El último suspiro del moro
CASUAL FRIDAY ·
El pase de Willian José al Wolverhampton insinúa una estrategia de más calado que un cambio de delantero por delanteroIñaki Izquierdo
Viernes, 22 de enero 2021, 07:23
En muchos barrios del gran Birmingham es fácil sentirse dentro de una novela de Salman Rushdie. La población con raíces en el subcontinente indio es ... muy numerosa y Wolverhampton, la ciudad a la que se mudará Willian José, no es una excepción. Al brasileño, al marcar los goles de su adiós, se le vino a los ojos la tristeza de quien se va sabiendo que deja atrás algo mejor que lo que le espera, aunque comprende que el destino es inevitable. Como el protagonista de 'El último suspiro del moro', que se acuerda de Boabdil al abandonar Granada.
Una victoria rutinaria en Córdoba no sirvió para espantar una sensación extraña. Fue como si se estuviera iniciando la reconquista de la Copa sin haberla perdido. Como si se estuviera poniendo la venda sin que hubiera herida. La curvatura del tiempo quizá sea comprensible para Einstein, pero para el común de los mortales el tiempo es lineal. Volver al principio de la Copa sin haber cerrado el final es un problema metafísico.
Tampoco la marcha de Willian se deja atrapar en las dimensiones clásicas, porque lo sucedido la tarde del miércoles suena a movimiento estratégico de calado de la Real. No a cambio de cromos, delantero por delantero. Que pensase en Odegaard en paralelo alienta la hipótesis de que el club de Anoeta no está jugando a pequeña.
Por una parte, con Willian va cuadrando el presupuesto. Y por otra, más importante, la Real ha captado las señales emitidas por la Supercopa: para ganar la Copa en abril hay que ir al partido armado hasta los dientes. El club se puso manos a la obra con movimientos donde aparecen el Madrid (aunque no salga lo de Odegaard), Jorge Mendes y otros elementos que dan idea del terreno que se está pisando.
La zona metropolitana de Birmingham (más de cuatro millones de habitantes) es el hogar de muchos ciudadanos de origen pakistaní y sij y su influencia es visible. Pero en el Wolverhampton lo que se habla, sobre todo, es portugués.
Pertenece un grupo chino que antes de comprar el club se hizo con parte de la agencia de representación de jugadores Gestifute, propiedad del súper agente Mendes. Acusado de competencia desleal, ya que gracias a su agenda ficha a futbolistas de un nivel superior al que le correspondería, el Wolves subió a la Premier sin contratiempos y ahí se mantiene impasible, con Nuno de entrenador, una decena de jugadores lusos y unos cuantos más con pasado en la Liga portuguesa.
El Wolverhampton no es un equipo cualquiera. Fundador de la Liga inglesa y de la Copa de Europa, juega en el estadio Molineux, en pie desde 1889. Y ahora forma parte del planeta Mendes. La Real no cambia de delanteros. Está planeando algo.
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