Remiro: «Tengo un hambre que no te puedes ni imaginar»
Álex Remiro asegura en sus primeras palabras como realista que llega a la Real Sociedad preparado mentalmente tras «un año diferente»
Las vacaciones se habrán hecho cortas a casi todos los futbolistas. No así a Álex Remiro, deseoso de iniciar el nuevo curso con la ... Real Sociedad. El guardameta navarro ha reconocido en sus primeras declaraciones como jugador txuri-urdin que «tengo un hambre y unas ganas que no te puedes ni imaginar de demostrar, de verme ahí y de hacer que los que puedan tener esa duda puedan estar más tranquilos».
Lleva mucho tiempo acumulando esas ganas, aunque de su discurso se desprende que ha realizado el trabajo suficiente como para que esa circunstancia no se traduzca en ansiedad. El de Cascante reconoce que «se ha hablado mucho de si iba a venir o no, de si estaba preparado o no, pero lo único que he hecho yo es prepararme» para cuando llegara este momento.
Se ha pasado una campaña en blanco en el Athletic de Bilbao, tras la cual asume que «ha sido año diferente en el que aparte de prepararme físicamente, me he preparado mentalmente. Con ayuda de personas capacitadas para el tema psicológico, para el trabajo diario y para el control de las emociones, he mejorado bastante en este aspecto y tengo muchas ganas de venir y ponerme a prueba».
Tras permanecer en Lezama desde juveniles, su futuro en la primera plantilla rojiblanca nunca estuvo clara. Después de su exitosa cesión en el curso 2017/18 al Huesca, donde fue uno de los artífices del ascenso a Primera, el pasado verano regresó a Bilbao como tercer portero tras Kepa Arrizabalaga y Iago Herrerín. A pesar de que le quedaba solo un año de contrato nadie se le acercó para explicarle los planes que tenía el club con él.
La Real Sociedad se decidió a abrir contactos oficiales con Remiro a partir del pasado 1 de enero, la fecha a partir de la cual aquellos jugadores que quedan libres están facultados a negociar su futuro con otros clubes durante los seis últimos meses de contrato. Ha firmado un contrato por cuatro años, hasta el 30 de junio de 2023, y llega con el deseo de devolver con un buen rendimiento la confianza que la Real Sociedad ha depositado en él. Considera que «los últimos años los porteros han estado a gran nivel y tengo muchas ganas de que cuando pase el tiempo la gente pueda decir que yo también he estado a la altura».
Se autodefine como «un portero tranquilo al que le gusta tenerlo todo controlado. Soy bastante meticuloso. Me gusta hablar y comunicarme con los compañeros. También tengo un punto de atrevimiento. Es una buena mezcla».
Remiro lleva tiempo siguiendo muy de cerca la evolución de la plantilla realista. Tras conocer los últimos movimientos del club, horas antes de presentarse en Zubieta al primer entrenamiento del curso, afirma que «hay un equipo joven que motiva e ilusiona, con bastantes caras nuevas y un buen vestuario. Estoy con muchas ganas de empezar y ver hasta dónde podemos llegar».
«Aspirar a grandes cosas»
Personalmente, cree que se puede llegar lejos. «Tenemos un equipo con muy buenos jugadores, con calidad y mucha hambre. Podemos aspirar a grandes cosas. Por lo menos, a dar siempre la cara en todos los partidos y que no se nos pueda decir nada».
La llegada de Remiro permitirá a la Real Sociedad colocar a un guardameta formado en el fútbol vasco en su portería doce años después. El último en hacerlo con regularidad fue Asier Riesgo (Deba, 1983) en la temporada 2007/08, en Segunda División. En estas nueve últimas campañas en la máxima categoría Eñaut Zubikarai (Ondarroa, 1984) y Oier Olazabal (Irun, 1989) han formado parte de la plantilla, aunque ninguno de los dos disfrutó de la consideración de titular.
Remiro no entra, de momento, a valorar su rol en el equipo. Coincidirá a partir del lunes con Rulli y Moyá en los entrenamientos. A la espera de lo que pueda deparar el mercado y el rendimiento de sus compañeros durante las próximas semanas, el navarro solo piensa en ganarse la titularidad a base de trabajo. Sus sesiones diarias a partir del lunes tendrán una motivación diferente a la que han tenido durante los últimos meses en Bilbao. Normal que, como el guardameta ha reconocido, «ni te imaginas las ganas y el hambre que tengo».
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