Remiro, ante el año de su confirmación en la Real Sociedad
El portero navarro, que afronta su segunda temporada en Primera, es el primer candidato a ocupar la portería pero Moyá ya le desbancó dos veces el pasado curso
Lo difícil no es llegar, es mantenerse. Este mantra repetido hasta la saciedad por los más viejos del lugar es el que debe guiar los ... pasos de Álex Remiro (Cascante, 1995) este año. El guardameta navarro encara su segunda temporada como realista tras llegar libre del Athletic, y lo hace siendo el número '1' de la plantilla, porque así lo atestigua su dorsal. El reto es mayúsculo, confirmarse como el guardián de la portería txuri-urdin y consagrarse como portero de Primera División, su meta profesional.
El muro del segundo año en la élite ya fue una auténtica pesadilla para un jugadorazo como Mikel Oyarzabal, quien evidenció en la campaña 16/17 estar bloqueado mentalmente. Otros como Asier Illarramendi, en cambio, eclosionaron en su segundo curso como jugadores de pleno derecho del primer equipo. Y ese es el principal objetivo del portero blanquiazul. A priori es el principal candidato para ser el titular de Imanol, pero eso no le garantiza nada. Para muestra, lo que pasó en la 19/20. Cuando todo el mundo daba por hecho que iba a ser él el dueño de la portería, Imanol escogió para los primeros cinco partidos de Liga a Miguel Ángel Moyá, un portero veterano y con muchas más batallas a sus espaldas.
Los datos
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Biografía: Natural de Cascante. Nació en 1995. En 2009 lo fichó el Athletic.
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Estadísticas: Como realista ha disputado 31 encuentros oficiales entre Liga y Copa. Ha encajado 37 goles.
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Perfil: Es un portero moderno, con un gran golpeo de balón y una buena lectura del juego. Destaca por su agilidad y por sus reflejos bajo palos.
No fue hasta la sexta jornada de Liga en la que vivió su bautizo como jugador de Primera, ante el Alavés en el Reale Arena (3-0) con una plácida victoria, y a partir de la novena fue cuando consiguió el estatus de titular. Remiro acabó su primer año en la élite con 31 encuentros entre Liga y Copa –encajó 37 tantos y dejó su portería a cero en nueve ocasiones–, y dando la sensación de que su mejor versión está aún por llegar.
En su incipiente carrera deportiva la temporada más destacada que ha tenido es la 17/18 con el Huesca en Segunda. Con los oscenses consiguió un histórico ascenso a Primera y cerró la campaña siendo el mejor portero sub23 de la categoría de plata. Dos años antes había sido, junto a Yeray Álvarez, el mejor jugador del Bilbao Athletic en Segunda, un año en el que los jóvenes rojiblancos lo pasaron fatal –solo sumaron 32 puntos-.
Cumplirá 26 años en marzo, una edad temprana para el desarrollo de un guardameta de élite, que suele alcanzar normalmente su plena madurez rondando la treintena. El de Cascante, que tiene contrato hasta 2023 y una cláusula de 40 millones, destaca por ser un portero ágil, con grandes reflejos bajo palos y un excelente juego de pies, idóneo para el estilo de Imanol Alguacil.
Luces y algunas sombras
A pesar de que la valoración que hacen de él en el club sobre su primer curso es buena, lo cierto es que Remiro también ha tenido sus pequeños lunares, más visibles en sus primeros partidos –aquel gol en Los Cármenes– y tras la vuelta del confinamiento, donde Imanol volvió a relegarle al banquillo a falta de seis jornadas en detrimento de Moyá por su bajo estado de forma.
El estallido de la pandemia interrumpió su mejor momento como txuri-urdin. Había dejado atrás los nervios lógicos por debutar en Primera y se le veía con mucha más confianza y seguridad en sus acciones, algo que repercutió notablemente en la defensa, siempre más fiable cuando saben que su cancerbero es de garantías.
El meta navarro fue fundamental en la escalada de la escuadra txuri-urdin hasta los puestos de Champions League, y una pieza clave en la espectacular trayectoria en Copa, que llevó al bloque guipuzcoano a la final tras 32 años de sequía. En Anduva, con toneladas de presión a sus espaldas, dio una lección de temple y saber estar y ayudó al equipo a superar la eliminatoria de semifinales ante el Mirandés.
El equipo de trabajo que lidera Luis Llopis ve en él y en Moyá a los dos porteros que necesita el equipo para una temporada súper exigente en la que la plantilla afrontará cinco competiciones. No obstante, no están solos, ya que para hacer la pretemporada también están llamados otros dos cancerberos, Andoni Zubiaurre y Gerónimo Rulli. A priori el que más opciones tiene de volver a salir es el argentino, que ya estuvo cedido en el Montpellier el pasado curso, donde dejó una grata impresión, y el club considera importante mantener a un portero de la cantera en el primer equipo.
Si mantiene su evolución podría aspirar a llamar la atención de la selección nacional, donde las dudas que están dejando en los últimos meses David De Gea, Kepa Arrizabalaga y Pau López le abren un pequeño resquicio para intentar colarse entre los tres porteros de Luis Enrique, en un año que se cerrará con la celebración de la Eurocopa. Unai Simón, su excompañero en el Athletic, es el principal candidato a entrar en la lista que ofrecerá el jueves el preparador asturiano.
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