Realistas infiltrados en el paseo de la Castellana

Gorka Otxoa empieza fuerte cuando se le pregunta por la eliminatoria: «Ellos tienen la ventaja de jugar en casa, como nos hubiera gustado a nosotros, pero en el vestuario del Real Madrid seguro que no están muy contentos de haber quedado emparejados con la Real. Estarán 'acojonadillos' porque es un rival que le puede hacer un roto».

El actor donostiarra, en Madrid desde hace años por necesidades del guion, augura un «partidazo» a nada que la Real «se muestre como lo ha hecho en buena parte de los partidos de esta temporada y no como en el último de Liga ante el Leganés». Lo dice por algo: él estuvo presente en las gradas del campo de Butarque, el pasado domingo, de donde, dice, sus amigos y él salieron «con un bajón terrible» por el resultado y por el «atraco que nos pegaron al no señalar el claro penalti de Jonathan Silva a Januzaj. La Real jugó mal, todo hay que decirlo. Las rotaciones no salieron».

Ahora bien, «la Copa es distinta». Eso dice. Realista hasta la médula, Otxoa no podrá acudir el Bernabéu como le gustaría y como hubiera hecho porque a las 20.30 horas arranca en Aranda de Duero la función 'Juntos' con la que está recorriendo los teatros de media España en compañía de María Castro, Inés Sánchez y Kiti Mánver. «Me tocará verlo en el móvil, en el camerino», admite resignado. «No será ni la primera ni la última vez. He visto muchos partidos entre escena y escena». La pregunta es obligada: ¿cómo cambia el chip del fútbol a las tablas? «Soy bastante forofo pero cuando piso el escenario me olvido de todo. Ahora bien, si la Real pasa la eliminatoria con un gol en los últimos minutos, no sé qué puede pasar», advierte entre risas.

Otxoa tiene clara la receta para ganar en Madrid: «Nos tienen que salir muy bien las cosas, que el Madrid no tenga su día y que los árbitros pasen desapercibidos, o por lo menos que no nos quiten».

Un triunfo le permitiría sacar pecho ante sus amiguetes merengues. «No son muy vacilones, son buena gente, pero si la Real elimina al Madrid, el vacilón voy a ser yo. Me van a oír bien».

En el Asador Donostiarra saben bien qué significa sentir los colores de la Real y recibir a los jugadores del Real Madrid con la mejor de las sonrisas. Iñigo Murias Ábrego, nieto del Tambor de Oro 2007 Pedro Ábrego, cuenta que el jugador del Madrid Marcelo les visitó hace un par de semanas, hace poco también estuvo Vinicius y Hazard es otro de los que ya conoce las bondades de este restaurante próximo a la Castellana en el que el Real Madrid festeja históricamente muchos de sus títulos y en el que siempre han tenido las puertas abiertas para recibir a la Real. «Ahora mismo tengo delante una fotografía que tenemos colgada en el salón principal del restaurante en el que aparece la plantilla que participó en la Champions con Griezmann, Claudio Bravo, Xabi Prieto, Zurutuza... Pedazo equipo», asegura Iñigo.

Eran tiempos, y desde mucho antes, en los que el Asador Donostiarra surtía de bocadillos de jamón a los jugadores realistas cada vez que jugaban en Madrid o pasaban de camino a otra ciudad, una costumbre que, confiesa, «estaríamos encantados de recuperar en honor a nuestro abuelo».

«Orgullosos de ver a la Real con capacidad para competir de tú a tú con el Real Madrid», Iñigo se prepara para recibir mañana a guipuzcoanos que deciden hacerles una visita antes de asistir al Bernabéu. «Para nosotros un Real Madrid-Real Sociedad siempre es un partido que nos trae muy buenos recuerdos porque los aficionados vienen con ganas de pasarlo bien y a nosotros no hay nada que más nos guste que ver a la gente disfrutar en nuestra casa. Eso sí, en el campo ya no podemos hacer nada; que gane el mejor. La Real, por juego, está capacitada para ganar».

Desde 2008 es la voz en Radio Nacional de España de los partidos del Real Madrid y la selección española. Antes narró durante doce años los partidos de la Real. Antonio Muelas cree que la Real «solo tendrá opciones de pasar la eliminatoria si sale con el cuchillo entre los dientes, como si de una final se tratara. Si no lo hace, será difícil que pase ante un Madrid que ahora mismo vuela».

Presente en la grada de Butarque el pasado domingo, como cada vez que la Real juega en Madrid, Muelas ve a Zidane con «muchas ganas» de ir a por la Copa, un trofeo que no tiene y en el que nunca ha pasado de cuartos de final. «El Madrid ha echado el candado atrás. No marca mucho pero tampoco le marcan. El partido jugado en Ipurua, saldado con un 0-4, fue el punto de inflexión. Ahora mismo es un rival difícil de ganar porque ha recuperado el tono y la intensidad, pero como siempre digo, los partidos hay que jugarlos».

Y es ahí dónde quiere ver Muelas la respuesta de la Real en el Bernabéu. «Salí tocado de Butarque porque hace mucho que no había visto tan mal a la Real, pero quiero creer que tenían la cabeza en la Copa. Ahora está ante una oportunidad histórica de confirmar todos los elogios recibidos por su buen juego esta temporada».

El locutor de RNE insiste en que la actitud de la Real debe estar «un punto por encima de lo normal» para tener opciones. «La Real tiene juego, buenos jugadores como Odegaard y Oyarzabal, y un gran entrenador. Es su momento».