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Old Trafford cierra la herida
Orgullo. La Real mantiene la puerta a cero en el Teatro de los Sueños y se va de la Europa League sin caer en ninguna de las cuatro salidas
Hasta aquí ha llegado la aventura europea de este año. Desde que el bombo deparó la bola del Manchester United allá por diciembre la suerte ... estaba echada, aunque la estrepitosa derrota sufrida en Turín abrió una herida que anoche cerró la Real Sociedad en Old Trafford con un empate lleno de orgullo y carácter después de mantener la portería imbatida y fallar Oyarzabal un penalti. Un partido que sirve, por un lado, para recuperar la autoestima y elevar la moral de cara a próximos compromisos de altura como el del lunes ante el Real Madrid y, por otro, para despedirse de esta competición sin perder en ninguna salida, ya que ganó en Rijeka y empató en Alkmaar, Nápoles y Manchester.
Para hacer carrera en este tipo de torneos tienes que querer, poder y que te acompañe la fortuna, y esta última ha sido esquiva desde el principio. Para empezar le tocó el grupo de la muerte que complicó sobre manera su pase a dieciseisavos, con seis partidos a cara de perro que le pasaron factura en diciembre. Después le correspondió el rival más difícil de todos, los diablos rojos de Manchester, cuando otros posibles adversarios como el Hoffenheim, Leicester, Bayer Leverkusen o PSV se han ido a la calle mostrando una pobre imagen. Incluso el Milán ha pasado por el valor doble de los goles en campo contrario. Para colmo de males, tuvo que jugar la ida en el destierro de Turín y la vuelta en Old Trafford, en una situación de clara desventaja. Pero no queda otra que mirar adelante, aprender de la experiencia vivida y pelear para hacerse con una quinta plaza que le daría billete para jugar el año que viene un torneo que cada vez tiene más brillo.
Imanol Alguacil nunca defrauda. El oriotarra fue consecuente con su filosofía de honrar el escudo en cada partido. A pesar del 0-4 de la ida puso en liza a sus mejores hombres, toda vez que había dejado en casa con toda lógica a Illarramendi y David Silva, que vienen de superar sendas lesiones y a los que había que cuidar ante lo que se avecina. Solo un indiscutible se quedó en el banquillo, Monreal, quien a sus 35 años venía de acumular siete partidos completos en un mes, más la prórroga copera en el Villamarín, y necesitaba del descanso que le dio un entonado Aihen en el lateral.
En el resto de las líneas no hubo sorpresas. Con Remiro en portería, Gorosabel, Zubeldia y Sagnan completaron la defensa habida cuenta de que Zaldua y Aritz están lesionados y Le Normand no podía jugar por sanción. En la medular repitieron los tres de Nápoles -Zubimendi, Merino y Guevara- y arriba jugó la delantera de gala formada por Januzaj, Isak y Oyarzabal.
Enfrente Ole Gunnar Solskjaer no se anduvo con bromas y tampoco reservó mucho. Teniendo en cuenta las bajas de Pogba, McTominay, De Beek y Cavani, su once solo tuvo tres novedades respecto al de Turín: Lindelöf sustituyó a Maguire en el eje de la zaga, Matic a McTominay en el centro del campo y Martial a Rashford en la línea de ataque.
Oyarzabal falla el penalti. La Real arrancó valiente el partido, queriendo sacarse la espina de lo sucedido en Turín. Con una fuerte presión en campo contrario dificultó las maniobras del United en zona de creación y le hizo daño tras recuperación. Un pase al espacio de Januzaj a la incorporación por el pasillo interior de Gorosabel acabó en penalti al ser derribado por James. Se abría una puerta a la esperanza pero tardó poco en cerrarse, porque Oyarzabal no acertó a colocar su lanzamiento entre los tres palos. Dos penaltis lanzados bajo máxima presión ante Ter Stegen en la Supercopa y Henderson y dos errores. El de anoche, al menos, no tuvo trascendencia en la eliminatoria, aunque hubiera dado picante al partido en ese minuto 12.
Enrabietado por esa acción, el cuadro txuri-urdin apretó el acelerador y tuvo otras dos buenas llegadas en las que Januzaj ejerció de organizador. En la primera abrió a Oyarzabal y cuando Isak iba a empujar el centro del capitán Lindelöf le sacó el balón en una gran acción defensiva. En la segunda fue Guevara el que remató alto de zurda desde la frontal del área tras un servicio del belga, que era el más inspirado en campo contrario. Hasta Fred tuvo que ver la amarilla al cortar un ataque prometedor en una condución del '11' realista.
Manchester United
Henderson, Wan Bissaka (Williams min 46), Bailly, Lindelof, Telles, Fred (Tuanzaebe, min 46), Matic, Greenwood (Shoretire, min 76), Fernandes (Rashford, min 46), James (Traoré, min 59), Martial.
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Real Sociedad
Remiro, Gorosabel (Barrenetxea, min 46), Zubeldia, Sagnan, Aihen, Guevara (Guridi, min 71), Zubimendi, Merino, Oyarzabal (Portu, min 46), Januzaj (Merquelanz, min 65) e Isak (Bautista, min 46).
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Árbitro Lawrence Visser (Bélgica). Lamentable actuación. Debió expulsar a Lindelöf por una criminal acción sobre Bautista en el 62 golpeándole con la rodilla en la cara y a Williams por una dura entrada a Merino en el 51 estando ya amonestado. Mostró tarjetas amarillas a los jugadores del Manchester Fred, Lindelöf y Williams.
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Incidencias Partido de vuelta de dieciseisavos de final de la Europa League jugado en Old Trafford a puerta cerrada por el coronavirus. Empate sin goles que significa que la Real se marcha de la competición sin perder ningún partido a domicilio en esta aventura europea, después de ganar en Rijeka y empatar en Alkmaar y Nápoles.
Una buena defensa y... Remiro. La Real se trae un empate de prestigio porque supo defender con las líneas juntas, atascando a un United al que le cuesta mucho más atacar en posicional que al contragolpe, y porque leyó bien las vigilancias en fase ofensiva, con dos centrales atentos a perseguir y un Zubimendi que dio un equilibrio enorme al equipo.
A pesar de ello, un rival de la calidad del Manchester tuvo sus llegadas, aunque ahí se encontró con un Remiro que salió reforzado de Old Trafford con tres paradas de mérito ante Martial, James y Greenwood. Incluso realizó una cuarta brutal salvando con la yema de los dedos un disparo de Martial pero el árbitro no se dio cuenta y no señaló el córner dando la impresión de que no había intervenido.
La Real estuvo más atenta en las vigilancias y tuvo las líneas más juntas, lo que le hizo defender mejor
Sobriedad
En el cuarto de hora inicial Oyarzabal falló un penalti y Lindelöf evitó el remate de Isak en boca de gol
Descaro
Jugadores como Aihen, Sagnan o Zubimendi se reivindicaron en un escenario de altura
Carácter
Tras una semana en la que se había puesto en cuestión a los defensa, el partido del triángulo formado por Zubeldia, Sagnan y Zubimendi -23, 21 y 22 años, respectivamente- fue sobresaliente, al igual que el de Gorosabel y Barrenetxea en el flanco derecho y el de Aihen en el izquierdo.
En ataque las ocasiones cotizaron caras, aunque Bautista estuvo cerca de marcar en un cabezazo en el 73 a centro de Barrenetxea que le sacó Lindelöf. La Real Sociedad se va de Europa con la cabeza alta y el orgullo recuperado para afrontar un final de temporada ilusionante.
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