La Real Sociedad de Imanol quiere revivir otra gran noche europea

Con Imanol en el banquillo la Real ha conseguido estar en Europa de forma recurrente y en ese proceso el equipo ha ido acumulando experiencias, algunas de las cuales le han generado cicatrices que hoy le recuerdan que Europa es un campo de batalla que no hace prisioneros, pero que también le han enseñado que hay noches en las que es capaz de codearse con los grandes no solo en Anoeta, sino también en los escenarios históricos del Viejo Continente.

Hasta que el técnico de Orio asumió las riendas del primer equipo, esas grandes noches europeas a domicilio caían a cuentagotas. La victoria en Lisboa ante el Sporting de Océano y Carlos Xavier en la Copa de la UEFA de 1988 (1-2) con goles de Iturrino y Loren; el empate esa misma temporada en Colonia (2-2) con tantos de Goikoetxea y Fuentes que dio el pase a los cuartos de final; el triunfo en Champions en 2003 en el Ataturk de Estambul ante el Galatasaray (1-2) con goles de Xabi Alonso y Kovacevic; o la victoria en la previa de Lyon (0-2) con los dos tantos de Seferovic y Griezmann que allanó el acceso a la fase de grupos en la 2013/14.

En estas últimas cinco presencias consecutivas en competiciones europeas con Imanol al frente, sin embargo, la Real ha demostrado ser capaz de competir en prácticamente todos los escenarios con regularidad, logrando algunos resultados de prestigio, lo que debe alimentar la confianza de cara a mañana pese a que el equipo no atraviese su mejor momento en Liga.

En diciembre de 2020 la Real acudió a Nápoles en la última jornada de la fase de grupos de la Europa League jugándose su clasificación con el AZ Alkmaar. Para ello necesitaba lograr el mismo resultado que su rival, aunque la victoria podía darle también la primera plaza en detrimento de los italianos. En el Diego Armando Maradona, Zielinski adelantó a los locales, lo que al descanso dejaba fuera a los txuri-urdin ya que el AZ empataba sin goles en Rijeka. El tanto Menalo para los croatas dio oxígeno, pero Wijndal igualó enseguida, volviendo a dejar a la Real eliminada hasta que en el minuto 92 el tanto de William José dio la clasificación a los txuri-urdin.

«Estoy orgulloso con todo: el comportamiento del equipo desde el minuto uno hasta el 95, cómo nos hemos presentado ante un equipo de Champions, en un campo así, jugando lo que nos jugábamos», destacó Imanol.

Otra gran noche fue la que vivió en Leipzig en febrero de 2022, de nuevo en la Europa League. Partido de ida del playoff de los dieciseisavos de final ante un conjunto alemán con jugadores como Gvardiol, Simakan Dani Olmo, Kampl, Forsberg, Szoboslai, Nkunku o André Silva. En un encuentro de carácter defensivo, la Real se adelantó dos veces por medio de Le Normand y Rafinha, pero un polémico penalti en contra en los minutos finales impidió la victoria de los guipuzcoanos en el Red Bull Arena. «Teníamos claro que había que elegir la presión, les hemos dado queriendo el balón para que no engancharan entre líneas y que no corrieran al espacio», analizó el oriotarra como claves del buen rendimiento.

La temporada siguiente, otra vez en la Europa League, la Real visitó por tercera vez Old Trafford, donde había sumado una derrota por la mínima y un empate sin goles en un partido prácticamente intrascendente tras el 0-4 de la ida en Turín. Ambos eran los grandes favoritos del grupo y aquel partido de la primera vuelta podía marcar quién jugaba el playoff y quién accedía directamente a octavos. La Real cuajó un partido sobresaliente en el que controló el juego y en el que Brais marcó de penalti para dar una histórica victoria al club.

«Me quedo con el partidazo que hemos hecho, la táctica y la valentía que ha tenido el equipo. Sabíamos que podíamos ganar y a eso hemos venido», dijo Brais. «Hemos hecho un partidazo en todos los sentidos, apretando arriba, muy bien con balón, valientes en la presión, siendo agresivos en los duelos...», destacó también Aihen. «Para ganar estos partidos también necesitas un poco de suerte», añadió Imanol que alabó que el equipo hizo «muchas cosas bien», pero, «sobre todo la personalidad. El equipo no ha dejado de intentarlo».

Pero seguramente ha sido en la Champions del pasado año donde la Real mostró su mejor cara. En octubre de 2023 dio una exhibición en Da Luz ante el Benfica para ganar con un gol de Brais y provocar los silbidos del público hacia su equipo, totalmente superado.

«Hemos demostrado que podemos competir contra los más grandes», aseguró Zubimendi. «Ha sido una locura, sobre todo el primer tiempo. Hace mucho que no veía a un equipo jugar así en Champions y hemos sido nosotros. El aficionado al que le gusta el fútbol se ha hecho más de la Real. El primer tiempo ha sido enorme», señaló el técnico.

No sería casual porque en la última jornada de la fase de grupos, ya clasificada, visitó el Giuseppe Meazza con la necesidad de sumar un punto para mantener la primera plaza de su grupo ante el Inter, que tenía en su mano arrebatársela, y la Real respondió logrando un empate sin goles que provocó los mayores elogios de Imanol a los suyos. «Hemos jugado ante un gran Inter con personalidad y carácter. Competir como lo hemos hecho en semejante estadio es impresionante. No nos damos cuenta del valor que tiene esto. Hay que tenerlos bien puestos para arriesgar como lo hemos hecho en semejante estadio».

Personalidad, táctica, valentía, agresividad en los duelos, calidad y, como se demostró en el Parque de los Príncipes de París, también una pizca de suerte son los ingredientes que Imanol y sus jugadores han destacado para completar grandes noches europeas. Todos ellos volverán a hacer falta mañana en Old Trafford, pero la Real ya sabe que es capaz de hacerlo. Sus cicatrices se lo recuerdan.